Los rebeldes imponen su orden en Siria, mientras Europa cierra las puertas al asilo
Los combatientes rebeldes intentan poner orden en Siria después de haber tomado el control de la capital, Damasco, y haber provocado la caída del régimen de Bachar el Asad.
- La policía del bando rebelde se ha instalado en las comisarías después que el ejército de El Asad dejara vacíos los puestos militares.
- Y el líder de la coalición de grupos rebeldes, Abu Mohamed al Julani, se ha reunido con el primer ministro sirio y el presidente del Gobierno de Salvación para discutir el traspaso de poder y la creación de un Gobierno de transición.
Pero los bombardeos siguen: las bombas israelíes ha golpeado unas instalaciones donde se sospecha que el régimen almacenaba armas químicas o misiles de largo alcance, para evitar que caigan en manos de los rebeldes.
- La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha expresado su preocupación y recordado a Siria su obligación de destruir este tipo de arsenal.
Y miles de sirios buscan a sus familiares en celdas. La prisión militar de Saidnaya, apodada “el matadero humano”, fue un símbolo de la represión de Al Asad. Ahora, miles de personas buscan allí noticias de los suyos aferrados al rumor de que aún quedan miles de presos en unas celdas subterráneas.
Mientras, Europa cierra sus puertas. Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Noruega, Suecia y Dinamarca han suspendido la tramitación de solicitudes de asilo de ciudadanos sirios ante el miedo de un nuevo éxodo masivo, como pasó en 2015 y 2016.
© Foto: Bilal Al Hammoud (EFE)
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