El sentido del gusto no está solo en la lengua

Ni lo dulce se percibe por la punta de la lengua, ni lo ácido por los laterales ni lo amargo por la parte trasera; el sentido del gusto es mucho más complejo, según ha determinado una revisión científica publicada en mayo en la revista New England Journal of Medicine.

Este es su viaje:

Comienza en la boca: las 4.500 papilas gustativas envían información de los sabores al cerebro. No lo hacen por regiones, sino en conjunto.
El cerebro integra esta información con la que recibe por el olfato y por el nervio que detecta la textura o la temperatura.

¿Por qué creímos en el mapa? Es una mala interpretación: hay zonas de la lengua que perciben más unos sabores que otros, pero todas los detectan todos.

Más allá del placer:

El gusto nos guía hacia alimentos más enérgicos y nos aleja de sustancias peligrosas.
Hay receptores del gusto fuera de la boca que influyen en nuestra sensación de saciedad. Por ejemplo, en el intestino.

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