La selección

Por Kevin Lutz, Blick

Sorprendentemente, no hubo mucha euforia cuando Suiza se clasificó para el Mundial después de los dos partidos de playoff contra Irlanda del Norte. Los suizos parecen haberse acostumbrado a que su equipo juegue los grandes torneos y se han elevado las expectativas. En consonancia, los suizos esperan que su equipo alcance los octavos de final en Rusia, y quizá más allá. “Este grupo tiene un excelente espíritu de equipo, son muy positivos y tienen una voluntad tremenda de triunfar”, dice el seleccionador, Vladimir Petkovic.

“El equipo siempre quiere alcanzar las metas más altas”. Será interesante ver qué tal le va a Suiza contra equipos mejores, porque son muy buenos ajustando su juego dependiendo del oponente, como hicieron en el Mundial de 2014, cuando casi eliminan a Argentina en octavos.

Granit Xhaka es el corazón del equipo y el que marca el ritmo del juego. Con jugadores creativos y veloces como Xherdan Shaqiri y Steven Zuber, Suiza siempre es capaz de crear algo por las bandas, sobre todo porque los extremos tienen las espaldas cubiertas por potentes laterales: Stephan Lichtsteiner de la Juventus en la derecha y Ricardo Rodríguez del Milan en la izquierda. Con Fabian Schär y el joven Manuel Akanji, ahora también cuenta con sólidos centrales. La parte más débil del equipo es la delantera, casi siempre ocupada por Haris Seferovic. Si no le llegan balones, el jugador del Benfica se queda a menudo totalmente desconectado del juego.

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La estrella

Granit Xhaka