“No soy una mujer de color, soy negra”. La frase de Ana Peleteiro que las madres le agradecen
Las hermanas Williams eran su referente y acabó triunfando en el atletismo. La campeona olímpica en triple salto conversa sobre las dificultades que ha tenido que superar para alcanzar el éxito
Los primeros referentes deportivos que tuvo la atleta Ana Peleteiro (A Coruña, 1995) le llegaron a través de la videoconsola con la que jugaba cuando era una niña. “Jugaba al Virtual Tennis y veía que había dos hermanas negras y eran la leche: las hermanas Williams [Venus y Serena]. Quería ser como ellas”, dice Peleteiro a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un tren. A los pocos años, pese a su pasión por las raquetas, se enfocó en el atletismo y, desde entonces, no ha dejado de cosechar éxitos: mejor atleta española juvenil en 2011, campeona mundial juvenil en triple salto (su especialidad), premio Princesa de Asturias en 2013, bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio…
Desde los primeros años de su infancia, recuerda la atleta, el papel de su padre para enamorarse de las pistas ha sido esencial. “Es un friki del deporte. He crecido viendo los Juego Olímpicos”, comenta. Pero no solo eso. En sus horas más críticas, cuando tuvo que decidir si dedicarse completamente al atletismo y la presión social la acorralaba, su padre la animó firmemente a lanzarse. “No tuve un trato muy favorable para ser deportista de alto nivel. [En la universidad] no me ayudaron mucho, acabé muy quemada. No todos los padres son capaces de apoyar a una hija a dejar los estudios [universitarios] y focalizarse en el deporte”, relata.
Junto a los obstáculos que un atleta de élite debe sortear, Peleteiro habla de dos que, desgraciadamente, siguen vigentes en nuestra sociedad: ser mujer y el racismo. En este último, la deportista ha sido contundente, especialmente contra la denominación “personas de color”. “Somos negros. ¿Qué de color?”, dijo en una entrevista televisiva tras colgarse el bronce olímpico. Un discurso que ha repercutido en muchas personas. “He recibido muchos mensajes de madres diciendo: ‘Mi hijo ha llegado llorando a casa porque le llamaron negro en el cole. Y gracias a tu mensaje, él lo entendió. Y ahora presume de serlo”, cuenta la deportista.
Como esta artista, una docena de mujeres del mundo del emprendimiento, el deporte, la sostenibilidad, la ciencia, la cultura o la moda, pasarán cada 15 días por Mujeres y viajeras para conversar con la periodista Joana Bonet. Una conversación sobre experiencias, complicidad y libertad en el viaje de la vida.
A través de Mujeres y viajeras, Renfe quiere dar a conocer 12 mujeres, 12 viajes, sus vidas, sus motivaciones y sus anhelos… y compartir todas esas historias apasionantes que han vivido y vivirán a bordo de un tren. Unos diálogos que buscan dar voz al papel esencial que las mujeres desempeñan en la sociedad actual.