La cantante que aprendió a curar con la voz
Nati Baldominos tuvo que dejar los escenarios hace años tras un parto difícil, pero pronto descubrió que su voz y la música podían tener un fin terapéutico, para ella y para los demás
Cuando la cantante lírica Nati Baldominos perdió la movilidad a causa de una negligencia médica durante el parto, sufrió, impotente, no poder tocar a su bebé. Baldominos solo podía mirarla cómo dormía en una cuna transparente a pocos metros de ella. Pero en esos días encontró otra forma de relacionarse con su pequeña: entonaba melodías para que se quedase dormida y supiese que su madre estaba a su lado. “La miraba y le cantaba cómo había nacido y cómo nos habíamos conocido”, relata la artista a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un tren. “La música siempre cura el alma”, sentencia la entrevistada.
Durante esos días, hace dos décadas, Baldominos compuso La Fuerza de la vida, canción que ha guardado para regalársela a su hija por su 18º cumpleaños: “Llenas de sol mi vida cada día / contigo no hay tristeza ni dolor. / Eres tú, la dulce melodía /que logra hacer latir mi corazón”, entona a capela la artista delante de Bonet.
Tras meses de lucha, Baldominos recuperó parcialmente la movilidad, aunque su carrera musical, con el 88% de discapacidad que le provocó la intervención médica, quedó truncada. Fue entonces cuando se marcó otro objetivo en la vida. Creó la asociación Mi voz por tus sonrisas, sin ánimo de lucro, para acoger a niños con capacidades diversas y luchar por su inclusión. “Decidí que tenía que regalar mi voz para conseguir las sonrisas y la felicidad de los demás. Procuramos que sean felices con el hilo conductor de la música, y lo que hacemos es estimulación terapéutica con música”, dice. El equipo que lidera esta cantante está en Guadalajara, en el Centro Milagro, donde atienden a 26 niños.
Por otro lado, Baldominos enfoca sus esfuerzos como compositora en grabar discos que ayuden a concienciar a la sociedad sobre la importancia de la inclusión de estas personas. En su último trabajo, Mi mundo interior (2021) recoge la canción que le regaló a su hija cuando cumplió la mayoría de edad. Una historia de superación para ayudar a los demás por la que obtuvo el año pasado la medalla al Mérito Civil, de los Reyes de España.
Su viaje, cuenta, está lleno de aprendizaje. “Aprendo a ver las cosas desde el mundo de la inocencia. Estamos acostumbrados a ver el mundo desde la perspectiva de lo general. Cuando alguien deja de estar en esa generalidad [pensamos que] es raro. Pero no, es que es otra perspectiva. La perspectiva de la inocencia”, explica.
Como esta artista, una docena de mujeres del mundo del emprendimiento, el deporte, la sostenibilidad, la ciencia, la cultura o la moda, pasarán cada 15 días por Mujeres y viajeras para conversar con la periodista Joana Bonet. Una conversación sobre experiencias, complicidad y libertad en el viaje de la vida.
A través de Mujeres y viajeras, Renfe quiere dar a conocer 12 mujeres, 12 viajes, sus vidas, sus motivaciones y sus anhelos… y compartir todas esas historias apasionantes que han vivido y vivirán a bordo de un tren. Unos diálogos que buscan dar voz al papel esencial que las mujeres desempeñan en la sociedad actual.