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El mapa de los supermercados en Madrid: ¿hay cadenas diferentes en barrios ricos y pobres?

En la Comunidad hay 207 establecimientos más que en 2020: la mayoría de tiendas se distribuyen de manera uniforme sin fijarse en la renta de los vecinos

El número de supermercados en Madrid no ha dejado de aumentar desde la pandemia
El número de supermercados en Madrid no ha dejado de aumentar desde la pandemiaJUAN BARBOSA

Todo el mundo va a la compra y los comerciantes compiten por ponérselo fácil a los compradores: la pretensión es acercarse lo máximo posible a los clientes. La gran densidad de población de la Comunidad de Madrid permite a las cadenas de supermercados ganar dinero en prácticamente cualquier lugar. A medida que los vecinos han ido aumentando desde la pandemia, así lo han hecho los hipermercados, supermercados y autoservicios en la autonomía: hoy hay al menos 2.200, es decir 207 más que en 2020.

En el mapa a continuación se pueden consultar todas las tiendas de este tipo en la Comunidad, según la recopilación que la empresa UVE Solutions ha compartido con EL PAÍS [ver metodología].

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Fuente: UVE Solutions

Un dicho común en el sector de la distribución es que a todos los clientes les gusta comprar barato. Hasta el punto de que los límites entre supermercados de ricos y de pobres, si se atiende a la tendencia de apertura de comercios desde la pandemia, se van difuminando. El cruce de los datos de establecimientos de las grandes cadenas de supermercados con la renta de las calles donde tienen abiertas sus tiendas arroja la siguiente fotografía del sector en la región.

El gráfico anterior muestra la querencia lógica de determinadas enseñas por ciertos perfiles de renta. Ocurre con las tiendas del grupo El Corte Inglés (Hipercor, Supercor, Sánchez Romero), sobrerrepresentadas en las secciones censales madrileñas más ricas. O con la cadena de bajo coste Primaprix, con mayor presencia en calles de menor renta. Los lugares de origen de las marcas determinan los barrios en los que tienen más presencia, como ocurre con Ahorramás y las pequeñas tiendas que mantiene en su barrio de origen, Vallecas, con rentas más bajas.

Pero más allá se observa que la gran mayoría de las cadenas son transversales, y diseminan sus establecimientos de manera uniforme por ubicaciones de todo tipo de renta. La densidad de población de los municipios de Madrid (de las mayores de España, sierra norte aparte), permiten obtener buenas rentabilidades con independencia del nivel de renta de los vecinos con quienes comparte barrio, apuntan fuentes del sector.

La tendencia es que las cadenas abran establecimientos en barrios tanto acaudalados como humildes. Juan Carlos Matarrubia, socio director de la firma de análisis Retail Data, afirma: “Independientemente de su propuesta comercial, reparten cada vez más sus aperturas por diversos municipios y barrios sin concentrarse solo en aquellas zonas que, a priori, encajarían mejor en su perfil. Al margen de excepciones poco significativas, las principales enseñas han abierto nuevas tiendas en zonas que abarcan todos los rangos de renta”. Las aperturas desde la pandemia dan una idea del modelo actual, que se puede resumir en un: casi todos y en todas partes. Las empresas tienen más en cuenta para sus nuevas ubicaciones la densidad de población que el nivel de renta.

Matarrubias expone un ejemplo sobre el sistema que impera en la actualidad. Una localidad considerada de gama alta como Boadilla del Monte ha visto en los últimos años inversiones y aperturas de enseñas como Mercadona, Ahorramás, Carrefour o BM. Pero otra marca posicionada en barrios de menor poder adquisitivo como es Hiper Usera también está construyendo su supermercado.

La localidad madrileña es el tercer municipio español de más de 2.000 habitantes con mayor renta anual media por habitante, según el INE. Pero también es el tercer municipio español con mayor desigualdad de renta personal entre sus vecinos, según el último estudio de Fedea sobre la distribución de la riqueza en las localidades españolas. “La expansión económica suele atraer mano de obra, actividad económica y empleo, tanto cualificado como no. Por eso, cuando hay un crecimiento continuado de la renta, la desigualdad suele aumentar”, explicaba a EL PAÍS Jorge Onrubia, firmante del estudio, en su presentación. La elección del lugar donde se compra sí tiene repercusión en el bolsillo del cliente. Entre el supermercado más caro y el más barato de Madrid hay una diferencia de hasta 15 euros al llenar la cesta de la compra, según un análisis de EL PAÍS que tomaba como referencia productos básicos de higiene y alimentación.

El crecimiento de la población de la Comunidad de Madrid desde la pandemia (ha pasado de 6,78 millones de habitantes a 6,86 según los últimos datos disponibles) acompaña a las aperturas de locales. Entre 2020 y el pasado julio se han inaugurado 575 hipermercados, supermercados y autoservicios en la autonomía, y han cerrado 368 locales: son 207 establecimientos más en los últimos cuatro años y medio.

Hay apenas cinco decenas de hipermercados registrados por Retail Data en la comunidad autónoma, pero ocupan más superficie que los más de 1.150 autoservicios (300.000 metros cuadrados, por 240.000). Estos últimos, sin embargo, cumplen la función de la tienda de barrio.

Ignacio García, director de Asedas, la principal patronal del sector de los supermercados, bajo la que se encuentran empresas como Mercadona, Dia o Lidl, defiende las bondades de tener una gran red de tiendas y de la logística que las abastece: “En Madrid el coste del suelo es tan alto, que toda la superficie de las tiendas se tiene que dedicar a exposición y venta de productos. Las tiendas no pueden almacenar nada. Que nunca falte producto se debe a un esfuerzo increíble de las empresas que están en una zona tan densamente poblada”. La ciudad de Madrid, con la intención de evitar las molestias de la carga y descarga a los vecinos, prohibió entre los noventa y hasta el año 2012 la apertura de tiendas de alimentación con más de 750 metros cuadrados. Levantado el veto, las cadenas se lanzaron a instaurarse en los grandes locales de la capital que habían caído en desuso. En la ronda de Atocha desembarcaron Lidl y Mercadona, ambos en antiguos concesionarios de coches. O los Lidl y BM que ahora ocupan unos antiguos cines en la calle Fuencarral.

A la vista del entramado que se dibuja en el mapa que encabeza esta noticia surge la pregunta de si quedan huecos por llenar en las calles de Madrid y otras localidades de la comunidad. “Sin duda”, explica Matarrubia, y no solo por las operaciones de concentración, como la compra de los supermercados Híber por parte de Uvesco, la matriz de los supermercados BM. “Hay desarrollos urbanísticos de la capital en los que todavía hay un déficit, como en Valdebebas”.

Metodología

Los hipermercados, supermercados y tiendas de autoservicio georreferenciados en el mapa provienen de la base de datos de la compañía UVE Solutions, están actualizados al pasado enero. La base de datos que asigna una renta a las secciones censales madrileñas la proporciona el Instituto Nacional de Estadística, y las cantidades corresponden al año 2021. La información sobre las aperturas de comercios en los últimos años ha sido proporcionada por la empresa Retail Data.

 

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