12 fotosCañada RealLa romería de la Virgen del Rocío de la Cañada Real de Madrid, en imágenesLa marcha ha recorrido parte de los sectores 3 y 4 del mayor asentamiento irregular de EuropaAitor SolMadrid - 03 may 2022 - 11:22CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUn joven acompaña a la imagen de la virgen en su recorrido por el sector 4 del asentamiento. Los asistentes a la romería son de la barriada, aunque también se han desplazado desde otros rincones de la Comunidad de Madrid. Aitor Sol (EL PAÍS)La celebración de la romería por la virgen se convierte en una excusa perfecta para bailar, cantar, comer y beber durante todo el día. La imagen de la virgen sale de la peña alzada en un carro lleno de flores tirado por una mula, mientras la gente baila alrededor. Aitor Sol (EL PAÍS)La romería durante su recorrido por el sector 4 de la Cañada Real de Madrid. Aitor Sol (EL PAÍS)Los vecinos se acercan para contemplar el paso de los caballos y carros. Más de una veintena de animales han recorrido tres kilómetros desde donde se guarda la virgen hasta un prado cerca de M-50.Aitor Sol (EL PAÍS)Uno de los participantes de la celebración posa delante de un garaje. Aitor Sol (EL PAÍS)En la celebración se entremezclan varias generaciones que comparten una misma pasión por la Virgen del Rocío. Los niños se turnan para montar a caballo mientras los adultos reparten bocadillos y refrescos.Aitor Sol (EL PAÍS)Luis El Quijote, uno de los organizadores del evento, prepara las palomas blancas que soltarán tras el descanso. Esto se hace en honor a las personas que no están aquí y este vecino lo tiene como tradición de promesa a la virgen. Aitor Sol (EL PAÍS)Irene Calderas, de la Peña Rociera de la Cañada Real, acomoda las flores que rodean la imagen antes de la suelta de la blanca paloma, un símbolo de la virgen.Aitor Sol (EL PAÍS)Dos asistentes a la celebración bailan en el descampado. Aitor Sol (EL PAÍS)Todos los niños quieren soltar una paloma en honor a la Virgen del Rocío de la Cañada Real. El reparto es un momento tenso. Mientras esperan que lleguen los últimos participantes, las palomas se revuelven en las manos de los niños, que esperan algo incómodos, emocionados e impacientes. Aitor Sol (EL PAÍS)Las palomas vuelan sin elegancia, cada una hacia un lugar diferente, aturulladas y sin una dirección clara. Los niños aplauden y comienza una retahíla de "guapas, te quieros y vítores" a la virgen. Una vez tranquilas, las palomas vuelven a reunirse a poca distancia y regresan a su casa.Aitor Sol (EL PAÍS)La imagen de la virgen de la Cañada Real, en un momento del recorrido. A las doce de la noche la virgen regresa a su ermita hasta la romería del próximo año.Aitor Sol (EL PAÍS)