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Los caminos de Ayuso y Casado no se cruzan en la manifestación policial de Madrid

Fuentes del sector partidario de Almeida en el PP de Madrid acusan a la presidenta de la comunidad de “huir” del líder popular

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ofrece declaraciones a los medios durante la manifestación policial de este sábado.Foto: Carlos Luján (Europa Press) | EPV
Elsa García de Blas

Las casualidades están dando tanto de sí en plena guerra interna en el PP que Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso pueden participar en la misma manifestación sin encontrarse y ambas partes insistir en que no ha sido deliberado. Que todo es fruto del azar. Los dos líderes populares, enfrentados en una pugna por el poder del PP de Madrid, llevan más de un mes sin dejarse ver juntos en público. Este sábado, en la protesta de los sindicatos policiales en Madrid, los trayectos del líder popular y de la presidenta de la Comunidad de Madrid se ajustaron en una coordinación perfecta para que no se escenificara la imagen que los fotógrafos estaban esperando: el reencuentro entre ambos, que podría haber lanzado el mensaje de que en el conflicto en el PP hay más ruido que nueces. Por el motivo que fuera, el caso es que esa fotografía no fue —otra vez— posible.

Ayuso se dejó ver apenas unos minutos al inicio de la marcha en la Puerta del Sol. Pasaban las once de la mañana cuando la presidenta madrileña salió entre aplausos de la sede del Gobierno regional, después de haber saludado a los convocantes de la manifestación policial. La protesta partía del Kilómetro Cero y Ayuso sorprendió a los periodistas cuando contó que no haría el recorrido excusándose en su papel institucional. Igual que le parecía inadecuada la imagen de “ministros a la cabeza de manifestaciones por motivos políticos”, justificó, ella no iba a hacer lo mismo. El problema es que sus compañeros de partido y el alcalde Almeida —también con responsabilidades institucionales— sí se unieron a la marcha, y que ella había participado en otras manifestaciones políticas antes, como la de la plaza de Colón contra los indultos a los presos del procés del pasado junio. “Me voy a ir ahora porque creo que es mejor hacerlo así”, argumentó Ayuso rodeada de cámaras entre gritos de “¡Presidenta, presidenta!”. “Me veo en la obligación, al ser un responsable de una Administración, de manifestar mi apoyo, pero luego no estar en ninguna pancarta ni al frente de la misma. Creo que es mejor que lo haga así”, explicó. Ayuso sabía que Casado llegaría al final de la marcha, porque asistía a un acto de partido en León a primera hora.

Ni en Génova ni en el PP de Madrid en el sector partidario de Almeida creyeron sus explicaciones. “Ayuso huye. Siempre hace lo mismo, echa pulsos y luego recula. Ella no quería coincidir con Casado”, subrayaron fuentes del partido del sector del alcalde. “¡A quien le ha entrado la colitis ha sido a ella!”. En el equipo de la presidenta aseguran, en cambio, que había decidido el día anterior que procedería así y que se lo había comunicado a Génova. Fuentes de la dirección nacional enfatizan por su parte que Ayuso evitó sumarse a la comitiva del partido, que se había citado en la calle Cedaceros para llegar juntos a la protesta, a pesar de que había sido avisada.

Casado apareció en la manifestación a la una y media de la tarde, recién llegado de León de un acto con los presidentes provinciales del PP. Acompañado del alcalde y de otros miembros de la dirección,el líder de PP llegó a tiempo para escuchar la lectura del manifiesto, pero Ayuso ya no estaba. Por el camino los manifestantes le recibieron con gritos de todo tipo. “¡Casado, campeón!”, y también: “¡Casado, traidor!”. Fue muy solicitado para los selfies y se enfrentó a las quejas sobre su conflicto con la líder madrileña. “¡Hay que unirse y dejarse de cipotadas!”, le gritó una señora.

El líder popular tampoco se encontró con el de Vox, Santiago Abascal, pero no habría tenido problemas en saludarle, aseguran fuentes de su entorno, como ocurrió el pasado miércoles cuando ambos coincidieron en una concentración de los sindicatos policiales. En los últimos meses, Casado tiene más problemas para verse con Ayuso que con Abascal. Pero a pesar de que sus caminos no se cruzaron, los dos líderes del PP coincidieron en el diagnóstico: el Gobierno aprueba una reforma que va a “desproteger” a la policía y a los ciudadanos. Ante tal panorama, prefirieron respaldar a los agentes por separado.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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