La reconstrucción de Notre Dame tras el incendio, un relato personal y fotográfico de Patrick Zachmann
Durante los últimos cuatro años, el artista francés ha vivido prácticamente entre las torres, las paredes y las vidrieras quemadas de la catedral parisina
El 15 de abril de 2019 estaba andando en motocicleta por París cuando un amigo que estaba cerca del Ayuntamiento me envió una foto con este comentario: “Creo que Notre Dame está ardiendo”. Se veía un poco de humo. Aceleré y en poco tiempo me encontré frente a la catedral, que, efectivamente, estaba en llamas. Eran alrededor de las 19.20. En el puente de la Tournelle, desde el que tomé la foto de la gente contemplando el desolador espectáculo del monumento más visitado de Europa envuelto en pod...
El 15 de abril de 2019 estaba andando en motocicleta por París cuando un amigo que estaba cerca del Ayuntamiento me envió una foto con este comentario: “Creo que Notre Dame está ardiendo”. Se veía un poco de humo. Aceleré y en poco tiempo me encontré frente a la catedral, que, efectivamente, estaba en llamas. Eran alrededor de las 19.20. En el puente de la Tournelle, desde el que tomé la foto de la gente contemplando el desolador espectáculo del monumento más visitado de Europa envuelto en poderosas llamas, me sentí conmovido y me pregunté si aquello era accidental o un acto criminal. París había sido víctima de tantos ataques terroristas…
Fui testigo directo del colapso de la aguja de Viollet-le-Duc, que filmé en vivo. Después de este episodio que conmovió al mundo entero, quise penetrar en la catedral para ver la magnitud de los daños. Obtuve autorización del Ministerio de Cultura para entrar por primera vez a principios de junio. No había nadie dentro. Recuerdo el silencio reinante. Un enorme boquete en el cruce de los transeptos, provocado por la caída de la aguja de 93 metros de altura, dejaba pasar la luz. El sol proyectaba sombras desconocidas sobre las paredes. Nunca habíamos visto el interior de la catedral iluminado así, aunque fue cuando luego examiné mis fotos cuando me di cuenta. Vigas carbonizadas y escombros de piedra y metal cubrían el suelo. Las sillas de rezo de los fieles seguían milagrosamente allí, salvadas. Ninguna de las vidrieras ni el gran órgano habían sido afectados. Todos los objetos valiosos y frágiles habían sido guardados. Fotografié durante seis meses el inicio de la fase de aseguramiento y protección de Notre Dame. Después, y gracias a una colaboración entre Magnum Photos, el recién creado Establecimiento Público para la Restauración y la Reconstrucción de Notre Dame y yo, pude documentar con regularidad la evolución de esta obra excepcional.
Durante esta primera fase, lo más impresionante y notable fue el desmantelamiento del andamio existente que rodeaba la aguja Viollet-le-Duc, en proceso de restauración antes del incendio. Era como un monstruo de tubos de acero carbonizados y entrelazados. Los andamios y los trabajadores con cuerdas trabajaban todos los días para serrar cuidadosamente estos 40.000 tubos de metal sin que todo se derrumbara como una baraja de cartas. Me subí a una especie de barquilla para fotografiarlos. A veces, si el viento era demasiado fuerte, la actividad se detenía. Tuve que usar mascarilla respiratoria, traje especial, guantes y casco, y rodear mis cámaras con plástico porque cuando salí de allí tuve que pasarlas bajo el agua.
Al quemarse, la aguja de 250 toneladas de plomo contaminó el lugar, así que se implementó rápidamente un protocolo de seguridad muy estricto. Este incendio y la increíble solidaridad que siguió no solo permitieron asegurar y reconstruir la catedral de acuerdo con los deseos del arquitecto jefe, Philippe Villeneuve, y del presidente, Macron, sino también la restauración de todo el monumento, que era realmente necesaria debido al desgaste del paso del tiempo. Fotografié la retirada de las vidrieras sucias y la de los 8.000 tubos del gran órgano que debían ser limpiados y descontaminados. Luego documenté la restauración de las capillas del corazón, de la nave y de las bóvedas. La fase de restauración y reconstrucción comenzó en junio de 2021 y continúa hasta hoy. Lo más espectacular es la reconstrucción de la aguja, con esos andamios que vi ascender hacia el cielo; su nueva estructura, que fotografié antes de que desapareciera detrás de la cubierta y los adornos de plomo. Un momento simbólicamente fuerte se produjo en diciembre de 2023, con la instalación de su última estructura, de la cruz y del gallo que culmina a 96 metros.
Notre Dame: las imágenes de la reconstrucción
El rescate de Notre Dame, un proyecto sin precedentes, finalizará cuando la catedral se abra al público en diciembre de 2024.