Menopausia: entre la ansiedad y el sosiego
Insomnio, flacidez, sensibilidad… La fotógrafa Meritxell Perpinyà Masip decidió retratar las sensaciones que le producía ese nuevo ciclo vital. Durante nueve meses trabajó en este proyecto, que pivota sobre la aceptación del cuerpo en la madurez
Al poco de nacer mi hija me compré el libro El cerebro femenino, de la doctora Louann Brizendine. Quería saber cómo nos afectan las hormonas en las diferentes etapas de la vida. Leí hasta el capítulo seis. El siete se titulaba ‘El cerebro de la mujer madura’. Quince años después abrí de nuevo el libro. Una de las frases que me llamaron la atención de la lectura pendiente fue una cita de una paciente: “La perimenopausia es como la adolescencia, pero sin gracia”. Estoy de acuerdo, pero con...
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Al poco de nacer mi hija me compré el libro El cerebro femenino, de la doctora Louann Brizendine. Quería saber cómo nos afectan las hormonas en las diferentes etapas de la vida. Leí hasta el capítulo seis. El siete se titulaba ‘El cerebro de la mujer madura’. Quince años después abrí de nuevo el libro. Una de las frases que me llamaron la atención de la lectura pendiente fue una cita de una paciente: “La perimenopausia es como la adolescencia, pero sin gracia”. Estoy de acuerdo, pero con un matiz, y es que a esta segunda adolescencia llegamos con muchos años de experiencia. En una noche de desvelo sentí la necesidad de expresar las sensaciones que me producía este nuevo ciclo. Trabajé en este proyecto durante nueve meses. La flacidez y la sensibilidad de la piel han sido para mí las afectaciones físicas más evidentes, así que retraté mi cuerpo. Aceptar el resultado visual fue el segundo y más difícil paso. Durante los meses siguientes observé y fotografié cada parte de mí: vientre, piernas, cuello, manos, rostro… Fue un ejercicio cotidiano de honestidad: mujer de 49 años viviendo un proceso biológico natural. Al mismo tiempo, observaba mi entorno. Algunos elementos de la naturaleza captaron mi atención durante mis caminatas (me ayudan a dormir). Brotes, árboles, frutos, flores vivas, flores que se marchitaban y paisajes que evocaban escenas sacadas de mi interior. Perimenopausa ha sido un viaje introspectivo sobre un proceso de cambio y aceptación del cuerpo en la madurez. Este trabajo me ha empoderado y ha roto un silencio impuesto por una sociedad patriarcal llena de prejuicios sobre la menopausia. Una sociedad que se menosprecia a sí misma cuando relaciona el envejecimiento con la ausencia de plenitud y belleza.