Narru, respeto extremo por los ingredientes

Recetas sencillas de raigrambre vasca en el nuevo y céntrico local del chef Iñigo Peña en San Sebastián

Restaurante Narru, en San Sebastián. HUGO IGLESIAS

El cocinero Iñigo Peña se muestra feliz en su nuevo emplazamiento. Quienes hayan seguido su rastro disponen de razones sobradas para calificar a Narru de restaurante nómada. Adquirió fama en el donostiarra barrio de Gros por la calidad de sus pintxos en un espacio recoleto; cumplió su segunda etapa en el hotel Niza, frente a la playa de la Concha, sin desviarse de su propio estilo, y ahora, en su tercer ciclo, ha desembarcado...

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Puntuación: 7
Pan7
Bodega6,5
Café

7

Ambiente6
Aseos7
Servicio7
Cocina7
Postres7

El cocinero Iñigo Peña se muestra feliz en su nuevo emplazamiento. Quienes hayan seguido su rastro disponen de razones sobradas para calificar a Narru de restaurante nómada. Adquirió fama en el donostiarra barrio de Gros por la calidad de sus pintxos en un espacio recoleto; cumplió su segunda etapa en el hotel Niza, frente a la playa de la Concha, sin desviarse de su propio estilo, y ahora, en su tercer ciclo, ha desembarcado en los bajos del céntrico hotel Arbaso de San Sebastián, en un espacio multifuncional donde atiende a sus clientes desde primeras horas de la mañana. Nada se escapa a su responsabilidad, incluidos los desayunos del hotel, los aperitivos en la barra o la terraza bajo los soportales, así como los servicios del restaurante, un espacio contemporáneo, aunque demasiado funcional a pesar de las maderas que lo recubren.

Tarta de manzana con helado de leche del restaurante Narru, en San Sebastián.HUGO IGLESIAS

Dos factores definen su cocina, los productos de temporada y la sencillez de sus recetas, en su mayoría de raigambre vasca que despoja de aderezos superfluos y ejecuta en cazuela o a la parrilla con la técnica que le caracteriza. En su sucinta carta, que evoluciona al vaivén del mercado, en especial los vegetales (guisantes lágrima, alcachofas y espárragos), conviven productos locales y de orígenes distantes. En todos los casos son recetas dominadas por el respeto extremo a ingredientes tan delicados como los guisantes lágrima, que explotan en la boca con apenas unas notas de mantequilla fresca. O las alcachofas con borraja y cardo que guisa en su propio jugo, sin ajo ni pimienta. En la lista de entrantes figuran sus cremosas croquetas de jamón, las almejas al natural, las ostras en vinagreta y las gambas rojas o blancas en recetas elementales. Actitud que hace extensible a armonías ganadoras como la yema de huevo sobre patatas y trufa negra. Y a otras propuestas basadas en trilogías seguras (txangurro, yema y pan; pulpo, pilpil de pimentón y patatas ratte). De un besugo estilo Orio, con la clásica ajada, se puede pasar a unas cocochas de rebozo tan liviano que parece inverosímil. O a los pescados del día pasados por la parrilla. Entre los guisos, unos callos simplemente correctos.

En contra de lo que suele ser habitual, los postres, arriesgados, personales, a cargo del joven Ander Rodríguez (con dos hitos como la crema de queso y la tarta de manzana), superan las expectativas. Para algunos, Narru es un restaurante que aporta poco; para la mayoría de sus clientes, un local refugio, sin apenas sorpresas, donde la regularidad es la norma.

Narru

  • Dirección: Calle de San Martín, 22. San Sebastián.
  • Teléfono: +34 843 93 14 05.
  • Web: narru.es
  • Cierra: no cierra.
  • Precio: entre 50 y 90 euros por persona. Alcachofa, borraja y cardo, 18 euros. Cocochas de merluza, 28. Callos y morros, 18. Crema de queso templada con frutos rojos, 9.

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