Frescura cítrica

En los años iniciales de la denominación de origen Rías Baixas, a mediados de los años ochenta, La Val desarrolló un importante papel. Tiempos heroicos en una zona que confundía tradición con tipicidad, obviando la calidad exigible por las nuevas tendencias vitivinícolas. Fundada por el hostelero José Limeres, la bodega se vio lastrada por las vicisitudes empresariales de su propietario. Hasta que, en 2011, la adquiere un grupo de inversores, con la particip...

En los años iniciales de la denominación de origen Rías Baixas, a mediados de los años ochenta, La Val desarrolló un importante papel. Tiempos heroicos en una zona que confundía tradición con tipicidad, obviando la calidad exigible por las nuevas tendencias vitivinícolas. Fundada por el hostelero José Limeres, la bodega se vio lastrada por las vicisitudes empresariales de su propietario. Hasta que, en 2011, la adquiere un grupo de inversores, con la participación de su alma mater, Fernando Bandeira, actual socio y gerente, quien pilota el nuevo impulso de un proyecto pionero en su día. Bajo la dirección técnica de José María Ureta, los resultados han sido notables, logrando blancos modernos como La Val Sobre Lías. Nuevos vinos donde el mayor rigor enológico se beneficia de la edad de las viñas, plantadas en 1989.

Pero la aportación más significativa son sus vendimias, vinos que se someten al dictado de la añada, con la oportuna crianza de 12 meses sobre lías, e igual estancia en botella. Blancos de guarda que ofrecen un perfil aromático donde su envidiable juventud, de profundos recuerdos a fruta blanca, se ve enriquecida por las notas herbáceas, un elegante atisbo floral y la frescura cítrica vivificando el fondo de cereal. Para reafirmar su personalidad en la boca con el tacto untuoso y el sabor amplio.