La Misión de Menade 2015, delicados matices florales

Este vino es consecuencia de la evolución natural de un proyecto surgido en 2005, que nació con la máxima de perseguir la autenticidad. Parte de viejas viñas prefiloxéricas familiares de verdejo plantadas en Pollos, pasa por un proceso de selección masal (identificación de las mejores cepas de un viñedo) para injertar en el resto de las fincas, continúa con la vendimia de las uvas óptimas de 18 parcelas y termina con una elaboración donde se combina la madera (usada y nueva) y la arcilla de sus propios suelos.

La Misión es, por tanto, una declaración de principios a la vez que la plasma...

Este vino es consecuencia de la evolución natural de un proyecto surgido en 2005, que nació con la máxima de perseguir la autenticidad. Parte de viejas viñas prefiloxéricas familiares de verdejo plantadas en Pollos, pasa por un proceso de selección masal (identificación de las mejores cepas de un viñedo) para injertar en el resto de las fincas, continúa con la vendimia de las uvas óptimas de 18 parcelas y termina con una elaboración donde se combina la madera (usada y nueva) y la arcilla de sus propios suelos.

La Misión es, por tanto, una declaración de principios a la vez que la plasmación del empeño vitivinícola de tres hermanos, Alejandra, Marco y Richard, de la familia Sanz, todo un referente en Rueda. Dos años de reposo en botella culmina este singular trabajo.

Todo ello se refleja en su expresión aromática, sobria y compleja, sin las habituales estridencias frutales exóticas, impropias de un buen verdejo; sobriedad llena de delicados matices florales y sugerentes notas herbáceas, que traen a la mente la manzanilla silvestre, el tomillo o el hinojo, mientras el prudente impacto de la madera aporta volumen y un elegante punteado de las especias. Sabroso y equilibrado, deja un final levemente salino.