Creados por Freddy Mamani, padre de la ecléctica arquitectura andina, ruta por los ejemplos más vistosos de esta curiosa fusión entre cholo y chalet en la ciudad de El Alto
El Alto es una ciudad de casi un millón de habitantes, fundada en 1985, donde se ubica el aeropuerto más próximo a La Paz (el área urbana formada por ambas poblaciones suma 1,8 millones). Desde allí, a más de 4.000 metros, se contemplan unas espléndidas vistas de La Paz.Alfredo ZeballosLos 'cholets' son fruto de la imaginación de Freddy Mamani, que comenzó siendo albañil y se transformó en el padre de la nueva arquitectura andina. Tiene 44 años y su arquitectura se exporta a Chile, Argentina, Brasil, Perú y Ecuador.Alfredo ZeballosEl efecto 'kitsch' de la arquitectura de Mamani deslumbra sobre todo en los interiores. En la sala de fiestas de El Imperio del Rey (en la foto) las chinerías se funden con la estética de crucero y uno se replantea el concepto del buen gusto, el arte popular y la ostentación.En la actualidad, se organizan 'tours' en El Alto, bastante caros, donde se muestran orgullosamente algunos de los más vistosos 'cholets'. La excursión merece la pena porque se aprenden muchas cosas sobre los logros y las contradicciones de un país mutante como Bolivia.Alfredo ZeballosEl libro 'Arquitectura andina de Bolivia', con fotografías como esta de Alfredo Zeballos, narra los logros de la obra de Alfredo Mamani en el marco de una Bolivia contemporánea. Incluso está prevista una película sobre su vida.Alfredo ZeballosLos precios de los 'cholets' oscilan entre los 200.000 y 300.000 dólares. Los propietarios suelen pedir un crédito que amortizan celebrando fiestas en la primera planta de las edificaciones. Por el alquiler del espacio cobran entre 2.000 y 3.000 dólares diarios.Alfredo ZeballosLa fiesta es uno de los patrimonios intangibles de Bolivia: las máscaras del Museo de Etnografía y Folklore de La Paz, que los danzantes se colocan sobre el rostro, testimonian la variedad y trascendencia de estas celebraciones fascinantes y sincréticas.Alfredo ZeballosLos 'cholets' tienen una estructura fija: en la primera planta se sitúa su negocio —carnicería, ferretería, bazar…—; en la segunda, la sala de fiestas; en la tercera apartamentos que los dueños alquilan para amortizar el pago de su deuda, y en la última planta el 'cholet' propiamente dicho, la vivienda de los propietarios.Alfredo ZeballosLas fachadas se adornan con elementos decorativos de la cultura Tiwanaku —la semántica del color, la numerología, la astrología, el simbolismo geométrico— que se relacionan con las reivindicaciones indigenistas.Alfredo ZeballosEn El Alto, el 'cholet' es la representación del éxito, entendido del mismo modo que en las sociedades netamente capitalistas.Alfredo Zeballos
