La autovía que une a Salamanca con Portugal y rompe la economía de Fuentes de Oñoro
La apertura del tramo final de la A-62 merma el tráfico por la nacional 620 y la actividad de los negocios históricamente dependientes de los viajes a Portugal
Las tradiciones se mantienen firmes en Fuentes de Oñoro (Salamanca, 1.100 habitantes). Felisa Santa Teresa, un compañero de trabajo y su marido, Juan Vicente Grande, faenan en una matanza de uno de los cerdos que cría el ganadero Grande. Esta familia asume que el flamante tramo de la autovía ya ha restado actividad al pueblo y los negocios lo empiezan a sentir en sus cuentas tras apenas dos meses abierto.Nacho IzquierdoGrande, que se autoproclama “ganadero pobre”, indica que la economía de la zona se mueve en torno a dos ejes: el sector agrario o la actividad en torno a la nacional ahora seca de vehículos. El salmantino reconoce que muchos pueblos de España han visto cómo las autovías radiales acababan con las nacionales como eje económico y se han tenido que adaptar para poder subsistir.Nacho IzquierdoFuentes de Oñoro cuenta con varios negocios con rótulos en portugués que evidencian que corren malos tiempos para estas localidades. Los viajeros tanto lusos como españoles o del resto de Europa han ido alejándose de esas vías y buscando entornos con más potencial económico. Una de las quejas de esta zona critica que a pesar de su ubicación fronteriza y bien comunicada nunca se instaló industria que fijara población.Nacho IzquierdoTanto el oeste de Salamanca como el de Zamora o Extremadura, conocidos popularmente como “La Raya” por su cercanía a la frontera de Portugal, presentan pésimas cifras de desarrollo demográfico. Lo mismo ocurre con las localidades del interior luso, que también sufren el desequilibrio entre prestaciones, inversiones o infraestructuras en comparación con áreas menos periféricas.Nacho IzquierdoNadie toma café, desayuna o para a comprar en la cafetería de Jonathan Rodríguez, de 23 años, que barre frente al establecimiento por si algún coche, como antaño, se detiene para hacer algo de gasto. Apenas quedan jóvenes trabajando en Fuentes de Oñoro, a lo sumo alguno en un supermercado cercano, porque han marchado a Salamanca o ciudades más grandes en busca de opciones.Nacho IzquierdoUno de los locales de hostelería que mantiene cierto ritmo es la cafetería Mari Carmen, pero a unas escalas muy inferiores a cuando la autovía seguía cerrada y todos los coches pasaban por allí. El menú del día, los cafés y la paella complementan una gasolinera contigua en la que miles de vehículos repostaban y que ahora ha perdido una importante clientela.Nacho IzquierdoUna tienda anexa a la cafetería apenas tiene compradores aunque vende absolutamente de todo. Allí se pueden encontrar carabinas, peluches, jamones, productos de higiene y toda clase de recuerdo turístico. Uno de sus empleados comenta que es pronto para analizar el impacto de la nueva infraestructura, pero admite que es evidente que el número de visitantes es muy inferior.Nacho IzquierdoLa A-62 a pleno rendimiento se ha unido al coronavirus como pésimos factores económicos en los locales de la zona. Las restricciones a los viajes entre países y hasta entre comunidades ha limitado la actividad de Fuentes de Oñoro, que ahora se encuentra con esta nueva mala noticia que, por mucho que les otorgue unas comunicaciones más ágiles y seguras, impacta gravemente en unos bolsillos ya perjudicados.Nacho IzquierdoMari Carmen Guerra posa en la barra del bar junto a uno de sus empleados. De momento confía en que no haga falta reducir plantilla por no poder pagar sueldos, pero para ello es necesario que la clientela fija siga confiando en este establecimiento. Una consumidora se acerca a saludar y les agradece la buena atención en los 35 años que lleva parando en Fuentes de Oñoro durante sus viajes a Portugal desde Salamanca.Nacho IzquierdoLa inversión truncada de una estación de autobuses en Fuentes de Oñoro, con casi 90 millones de euros de desembolso, impidió que el pueblo pudiese acoger a decenas de buses y miles de viajeros rumbo a Portugal. Así podrían haber nacido más negocios, hoteles y hostales o restaurantes para dar algo más de fuerza económica a este pueblo pequeño.Nacho IzquierdoLa provincia de Salamanca, como toda Castilla y León, se encuentra envejecida. La media de edad llega a los 47,53 años, seis más que la media nacional, y el dato aumenta si se acude al medio rural o a la zona de La Raya. Allí apenas hay jóvenes y los pocos que se encuentran allí tienen asimilado que su futuro se encuentra, con suerte, en la ciudad de Salamanca o en núcleos todavía más grandes.Nacho IzquierdoUna mañana en Fuentes de Oñoro evidencia que esta población, que hasta hace no mucho tenía una vidilla propia de la actividad económica de la carretera nacional, va camino de caer en la desolación que ya acoge a muchos pueblos de las proximidades. Ni siquiera la hostelería, que tenía cierto impacto en estas décadas sin la A-62, tiene visos de seguir dando de comer a decenas de familias.Nacho IzquierdoLos oñorenses entienden que el proceso de incorporar y extender autovías por todas las comunidades es favorable y agiliza las conexiones, pero ahora se les abre la duda de qué será de ellos cuando todo el tráfico acabe utilizando la A-62. Las gasolineras, los estancos o los bares apuntan a seguir el mismo camino que otros tantos establecimientos que no han podido soportar el declive de este territorio.Nacho Izquierdo
