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25 fotos

10 años del Mundial de Sudáfrica

El álbum de La Roja de Sciammarella

En verano de 2010, Agustín Sciammarella ilustró con 24 de sus característicos retratos las entrevistas a los jugadores y el seleccionador de España. Recorra todos ellos en esta galería

Sciammarella

11 jul 2020 - 08:38CEST

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A Raúl Albiol le llamaban Chori sus compañeros, no se sabe por qué. Tenía claro a qué jugador había dado más patadas a lo largo de su carrera: "A Villa le he dado muchas". Pinche en "ir a noticia" para leer la entrevista completa.

Álvaro Arbeloa llegó al Mundial de Sudáfrica con 25 años, nunca antes había jugado en una cita semejante. Tampoco había conseguido comer en elBulli.

El medio del Barcelona Sergio Busquets no recordaba en 2010 cómo se llamaba el caballo de Pipi Langstrump: "A mí me gustaba Doraemon. Y Oliver y Benji".

Joan Capdevila acababa de ser padre cuando llegó al Mundial de 2010. Si no se hubiese celebrado en Sudáfrica la competición, habría viajado a ver los elefantes en algún momento.

Antes de la final Casillas explicó por qué este equipo era diferente al que fue campeón en Austria: "Se ha quitado miedos, tapujos, la presión ahora juega de una manera más liviana".

Cesc Fábregas llegó a Sudáfrica siendo el jugador más joven en vestir 50 veces la camiseta de España. Para él un día de cárcel de Mandela "ya fue demasiado".

El entrenador de La Roja confiesa que cuando comenzó a jugar al fútbol no tenía dinero ni para comprarse botas: "Jugaba con zapatillas".

Fernando Hierro viajó a Sudáfrica como director deportivo de la Federación. En la entrevista de Luis Martín contó que si había una serie que le había enganchado esa era 'House'.

Si el Mundial no se hubiese celebrado en Sudáfrica, seguramente Andrés Iniesta nunca habría conocido este país. "Está muy lejos y no me gustan los aviones. Me costaría venir aquí, pero parece un sitio fantástico".

Javi Martínez confesaba en el verano de 2010 que cuando era pequeño pidió un autógrafo a uno de sus compañeros de selección: Fernando Torres.

El pamplonés Fernando Llorente contó en una de las entrevistas que le hicieron durante el Mundial que no tenía perros: "De pequeñito crié un gato a biberón. Flipper".

"No he jugado a la 'play' en mi vida", decía Carlos Marchena cuando se le preguntaba por sus juegos preferidos de la videoconsola.

Juan Mata "responde tan rápido como juega": prefiere un italiano antes que un japonés y en el verano de 2010 estaba viendo la serie Los Soprano.

Cuando el móvil de Jesús Navas sonaba ese verano, se escuchaba el Waka-Waka de Shakira, según relató el futbolista.

Tras preguntarle a Pedro Rodríguez si sabía quién escribió 'Saber perder', el canario contestó: "David Trueba. Me lo regaló Guardiola cuando estaba en el filial".

Gerard Piqué, que entonces tenía 23 años, conocía el nombre de la pelota oficial del Mundial de 2010, Jabulani, aunque no le gustaba demasiado: "Es horrorosa".

Carles Puyol fue rotundo ante la pregunta de si eliminaría las corridas de toros: "Sí, yo las prohibiría".

Sergio Ramos llegó a la competición en muy buena forma y, aunque no sumó ningún gol, hizo un Mundial fantástico.

Pepe Reina desvela a quién pidió un autógrafo cuando era pequeño: "A Zubi, en el hotel Sanvy, de Madrid. Era mi ídolo".

¿Qué es lo que a David Silvia le pone de los nervios? En la entrevista que puede leerse al pinchar en "ir a noticia" contestaba en 2010 que la impuntualidad.

Las primeras botas de Fernando Torres fueron unas Joma Toledo. El madrileño apuntaba en la entrevista con Luis Martín que en un safari que había hecho unos días antes le contaron que los hipopótamos matan más humanos que los leones.

El portero Víctor Valdés recordaba perfectamente cuándo fue la última vez que fue al circo: "Fue con nueve años, en Gandía".

David Villa llegó a este Mundial en buena forma y fue uno de los jugadores que más goles metió, cinco. Al preguntarle por algo que le pone nervioso, el asturiano contestó: "Un partido a las diez de la noche. No llega nunca".

Xabi Alonso recordaba que el primer autógrafo que pidió de niño no fue a un futbolista, sino a un pelotari.

Para Xavi Hernández una de las diferencias entre su pueblo y Johanesburgo era que en esta no había "baretos" con futbolines: "No he visto un futbolín en Sudáfrica, no hay".

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