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Escenas de un ‘hospital Covid’

Las urgencias, las plantas, las unidades de críticos y el enorme esfuerzo de todo el equipo humano. Así se enfrenta La Paz a la epidemia de coronavirus.

Un sanitario atiende a un paciente con coronavirus en urgencias de La Paz. Este servicio ha tenido que ser ampliado para atender a más de 500 personas diarias en el pico máximo de la epidemia. "Íbamos expandiéndonos como en una partida de Risk", cuenta uno de los supervisores de enfermería.Samuel Sánchez
La antigua sala de espera del servicio de urgencias ha sido reconvertida en una sala de sillones para pacientes con Covid. En ella se encuentra Laura Fernández, de 21 años, que ha pasado la noche conectada al oxígeno. Aún no saben si la trasladarán a Ifema o si quizá pueda regresar a casa. Es estudiante de 3º de Enfermería. "Si estuvieras en 4º estarías trabajando", bromea con ella una de las sanitarias.Samuel Sánchez
Una sanitaria vestida con traje de protección en La Paz. La seguridad frente a este virus tan contagioso se ha convertido en una obsesión en este hospital. Cerca del 10% de la plantilla se ha contagiado. Más de medio centenar ya han regresado de su baja y se han reincorporado de nuevo.Samuel Sánchez
Una de los retos del hospital ha sido crear en apenas unos días unidades de críticos para atender a una demanda creciente. Este es un ejemplo de una UCI montada en una unidad de reanimación del "bloque quirúrgico" de La Paz. Durante nuestra visita, a principios de abril, el hospital contaba con cerca de 150 camas para pacientes críticos. "Ha sido una revolución", dice Juan José Ríos, director médico del centro, sobre la transformación del hospital.Samuel Sánchez
Dos radiografías tomadas por el servicio de radiología de urgencias muestran la evolución de una neumonía provocada por el coronavirus. Se ven en ellas el desarrollo de las "opacidades alveolares", explica Milagros Martí, jefa de sección de este servicio. "Se ponen blancos los pulmones". El trabajo de su equipo ha sido clave para el diagnóstico de pacientes Covid. Han llegado a realizar unas 440 radiografías diarias.Samuel Sánchez
El material de los quirófanos que han sido reconvertidos en unidades de críticos ahora descansa en uno de los pasillos del hospital La Paz. Cerca del 90% del centro está ahora mismo dedicado a pacientes con coronavirus. "Hemos reconvertido más de 20 plantas", reflexiona Juan José Ríos, el director médico, mientras atraviesa corredores. "Y todas están llenas de gente con neumonía".Samuel Sánchez
Traslado de un paciente con coronavirus en el servicio de urgencias de La Paz. En el momento de nuestra visita, a principios de abril, la afluencia había bajado y la situación parecía bajo control. Pero los sanitarios reconocen que hubo momentos de tensión extrema, de "lágrimas" del personal, de "impotencia" por no poder atender cómo se debería y de cierto "caos", por el número de pacientes: eran tantos que había que hacer cola para entrar en los boxes.Samuel Sánchez
Sanitarios se ocupan de un paciente con coronavirus en urgencias de La Paz. Sobre el pico máximo de pacientes, recuerda el doctor Charbel Maroun, un adjunto del servicio de urgencias: "No se acababa nunca". En ocasiones, añade, se enfrentaban a la difícil decisión de a quién atiendes o dejas de atender. "Lo más duro es saber que por más que hagas un paciente va a fallecer".Samuel Sánchez
Un equipo de sanitarios practica una traqueotomía en una de las unidades de críticos recién creadas para pacientes con coronavirus en La Paz. A la unidad la han bautizado "Perejil", como el islote, porque se ha creado en una zona en desuso y apartada. Mientras realizan la operación, una enfermera sigue con atención cada paso, por si le toca en algún momento ponerse a ello. Se llama Marta Martínez, tiene 28 años. "Este es un sitio duro", dice.Samuel Sánchez
Una sanitaria en el servicio de urgencias de La Paz. A pesar de las jornadas agotadoras y del riesgo que corren, el personal se ha volcado para hacer frente a la pandemia. La reconversión del hospital no ha sido solo física, también humana. "Todos se han tenido que ir reconvirtiendo", explica el director médico, Juan José Ríos. En las UCI, en urgencias, en las plantas se ve a facultativos y personal de enfermería de distintas especialidades, trabajando todos a una de forma interdisciplinar.Samuel Sánchez
Una de las unidades de críticos del hospital. Mientras se escuchan los pitidos de las máquinas de respiración de fondo, el director médico de La Paz explica: "En esta enfermedad la gente empieza con poca clínica. Pero a los 7 o 10 días puede desarrollar neumonías que pueden ser muy graves y provocar una insuficiencia respiratoria".Samuel Sánchez
Sesión de 'mindfulness' para rebajar el nivel de estrés y aumentar la concentración en el servicio de urgencias de La Paz. Lo imparten médicos del servicio de psiquiatría a primera hora de la mañana. "Se trata de surfear la ola en medio de la tempestad", explican. Dura unos 7 minutos. Piden buscar una posición cómoda. Clin, tocan una campanita y tratan de relajar la mente de los compañeros; les piden “conectar con la quietud dentro de la tormenta”. Clin, de nuevo la campanita. “Noto cómo entra y sale el aire, algo tan valioso, dando gracias al cuerpo por hacerlo”.Samuel Sánchez
Sanitarias se visten con trajes de protección en la entrada de una de las salas de pacientes con coronavirus en el servicio de urgencias de La Paz. Según Esther Rey Cuevas, subdirectora de enfermería de La Paz: "Hemos tenido que adaptarnos a una situación tremendamente difícil. En circunstancias muy dolorosas. Hemos tenido que dar respuesta inmediata a una enfermedad distinta a lo que estábamos acostumbrados. Que implica la puesta y retirada de EPI además del miedo a enfrentarte a una situación desconocida":Samuel Sánchez
Una sanitaria atiende a una paciente con insuficiencia respiratoria en una de las plantas dedicadas a pacientes con coronavirus en La Paz. "Creo que hay algo durísimo", dice Esther Rey Cuevas, subdirectora de enfermería de La Paz. "La situación de aislamiento a la que hay que someter al paciente. Es duro estar alejado de los seres queridos cuando más los necesitas". El personal de enfermería lidera el proyecto Cuidando en la distancia, por el cual se ponen en contacto con las familias y tratan de acercarle el día a día de los pacientes ingresados y aislados. "Son momentos de tensión emocional y también hay sufrimiento del personal", dice Rey.Samuel Sánchez
El antiguo gimnasio de La Paz, que hasta hace poco era usado como sala de rehabilitación, ha sido reconvertido en un "hospital de campaña" para aliviar el servicio de urgencias y ha llegado a albergar hasta a 90 pacientes con coronavirus. Cuando lo visitamos, el 3 de abril, cuenta con cerca de 40 pacientes. Algunos de quienes están aquí dentro serán derivados a otro hospital de campaña, el que se ha levantado en Ifema.Samuel Sánchez
Una sanitaria de una de las unidades de críticos se extiende crema en la cara. Son días extenuantes. Cuando visitamos el hospital, a principios de abril, La Paz es un centro "en guerra", según describe Rafael Pérez Santamarina, el director gerente. Aunque ya empiezan a ver la luz, han pasado días "horrorosos". "Nunca pensamos que sería una pandemia como esta, que nos ha desbordado". Sin embargo, Pérez Santamarina destaca la dedicación del personal. "Aquí todos vamos a una", dice. "Todo el mundo ha colaborado. Tenemos una vanguardia de personal médico y de enfermería".Samuel Sánchez
Medicamentos para pacientes con la Covid-19 preparados en el servicio de farmacia del hospital La Paz. Entre los distintos fármacos se encuentra la hidroxicloroquina, que se ha usado contra la malaria y el lupus. En La Paz también están aplicando a algunos pacientes remdesivir, un prometedor tratamiento aún en fase experimental.Samuel Sánchez
El control de enfermería del hotel medicalizado de la Paz se encuentra en una habitación en esquina que tiene imponentes vistas a la Castellana. En su interior, miembros del equipo sanitario: un R-0 (aquellos que acaban de aprobar el MIR), una estudiante de 4º de Enfermería y un diplomado en Enfermería que combina un trabajo por la mañana en otro centro con este empleo de tarde. Los tres describen que sintieron la necesidad de ayudar. La enfermera María José Pinto, una de las coordinadoras del hotel, explica: "El hotel tiene nueve plantas. En la primera se encuentran los almacenes. En la segunda y la tercera, viven profesionales sanitarios venidos de toda España. Y entre la cuarta y la novena tenemos 120 pacientes; 20 por planta. Esto es como La Paz, pero en un hotel".Samuel Sánchez
Francisco Javier Jiménez, de 86 años, ingresó en La Paz el 19 de marzo, día del padre. Dos semanas después, su hija Aurora viene a recogerlo. Le acaban de dar el alta. Se abre la puerta del ascensor en el 'lobby' del hotel medicalizado y sale Jiménez. Cuando lo ve, su hija grita con la voz quebrada: "¡Papi, que nos vamos a casa!". Como no pueden abrazarse, se saludan con el codo. Y se despiden emocionados de los sanitarios que han cuidado de ellos en el hotel.Samuel Sánchez
Un mensaje en la pared de uno de los pasillos de La Paz infunde ánimo a todo el equipo de un hospital dedicado casi en su totalidad a pacientes con coronavirus.Samuel Sánchez