Simone Biles, oro en barra y suelo en los Mundiales de gimnasia
Con las medallas de este domingo la estadounidense, de 22 años, atesora un total de 18 oros, tres platas y tres bronces, que superan el histórico registro de Scherbo
Simone Biles ha estado tremenda en la final de barra, en los Mundiales de Stuttgart. Se ha visto desde el principio. En ese triple giro que parece tan fácil, ha atacado el ejercicio con agresividad y sin dudas.DANIEL KOPATSCH (EFE)La gimnasta ha clavado todos sus mortales y solo se ha permitido un saltito en la salida.DANIEL KOPATSCH (EFE)La campeona del mundo ha decidido esta vez no hacer el doble-doble de salida que desde estos campeonatos lleva su nombre y que es la única del mundo capaz de realizar.Lionel BONAVENTURE (AFP)Biles ha mantenido una polémica con la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) por su doble-doble de salida durante todos los Mundiales. Antes de la competición, las gimnastas deben comunicar a la FIG los elementos que desean que acaben en el Código de Puntuación con su nombre (Biles ya tiene cuatro, uno en salto, la salida de la barra y dos en el suelo), uno de los grandes honores que puede recibir un gimnasta.Wolfgang Rattay (Reuters)Después, la FIG da un valor de dificultad a las acrobacias. A Biles le pareció ridículo ese valor y lo hizo saber con ironía a través de sus redes sociales. La FIG se vio obligada a justificarse y apeló a la seguridad de los deportistas para minusvalorar el movimiento, pero el enfrentamiento con la gimnasta que ha puesto este deporte minoritario en todos los medios de comunicación ya se había producido.Matthias Schrader (AP)Más allá del rifirrafe, el ejercicio de oro de Biles en barra ha sido impecable. La estadounidense ha quitado los mortales hacia adelante que le generaban dudas y, con sus nuevos entrenadores, los exgimnastas franceses Laurent y Cecile Landi, ha diseñado un minuto y medio de auténtico lujo, el más complicado de todas las participantes.Wolfgang Rattay (REuters)Todo fluye en ese tiempo, los giros, los saltos, los mortales, y Biles es capaz de enfrentarse al aparato más difícil con un aplomo y una seguridad pasmosos.Laurence Griffiths (Getty)Aunque no realizado su emblemática salida, la estadounidense ha logrado su mejor nota en barra de todos los campeonatos (15,066 puntos). La plata y el bronce fueron para las chinas Liu y Li, a un mundo de diferencia: 14,433 y 14,300 puntos, respectivamente.DANIEL KOPATSCH (EFE)La sonrisa con la que Biles ha despedido todos sus ejercicios en Stuttgart lo decía todo. En la imagen, la gimnasta, al terminar la prueba final de barra.Lionel BONAVENTURE (AFP)En la prueba de suelo, su mejor ejercicio y en el que realiza ese triple-doble que ha llevado a Biles a todas las portadas, ya era cuestión de disfrutar. Porque en esa prueba no ha tenido nunca rival.Matthias Schrader (AP)Simone Biles ha controlado mejor que los días anteriores su prodigiosa acrobacia y ha cerrado con un doble-doble perfecto en la prueba de suelo.Wolfgang Rattay (Reuters)Biles se despide de los campeonatos con cinco oros de seis posibles y un récord. Roxana Popa, la primera española en una final desde Elena Gómez en 2003, solo ha podido ser sexta. En la imagen, Biles, en la final de suelo.DANIEL KOPATSCH (EFE)Con esta proeza, la estadounidense confirma que es la mejor gimnasta de todos los tiempos, al menos con la estadística en la mano. En la imagen, Biles, durante la final de suelo.RONALD WITTEK (EFE)Biles ha participado en cinco Mundiales, todos los celebrados desde 2013, excepto en el de Montreal 2017, tras los Juegos de Río, cuando decidió tomarse un merecido descanso tras ganar cinco medallas olímpicas (cuatro oros y un bronce). En la imagen, la gimnasta estadounidense, en la final de suelo.Laurence Griffiths (GEtty)Biles ha participado en cinco Mundiales, todos los celebrados desde 2013, excepto en el de Montreal 2017, tras los Juegos de Río, cuando decidió tomarse un merecido descanso tras ganar cinco medallas olímpicas (cuatro oros y un bronce). En la imagen, Biles posa con sus cinco medallas de oro en los Mundiales de Stuttgart.Laurence Griffiths (Getty)
