30 fotosBÁDMINTONUna semana en Indonesia con Carolina MarínLa campeona olímpica española es un fenómeno de masas en AsiaJulián RojasEleonora GiovioYakarta - 04 feb 2019 - 14:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceCarolina Marín llevaba casi dos meses fuera de España. Su gira asiática empezó a principios de diciembre: China, India, Malasia y finalmente Indonesia. Sobre eso, también, habla en el taxi que la lleva al pabellón para el primer entrenamiento antes del comienzo del torneo. ¿Cómo se lleva estar tanto tiempo fuera de casa? "Es complicado. Allí tengo a mi familia esperándome y la echo mucho de menos, pero es trabajo… intento no pensar en cuanto tiempo me queda fuera de casa e intento disfrutarlo lo máximo posible, porque la carrera deportiva no dura toda la vida", contestaJulián Rojas"Ves a todos los que practican bádminton en China y dices: ¿cómo una española ha podido llegar a ganar los Juegos Olímpicos? ¿Qué respuesta te das a esa pregunta? "Mucha dedicación, esto no son tres horas al día sino 7-8, más luego la fisioterapia, las horas con la psicóloga. No es solo entrenar al bádminton", responde la campeona olímpica. En la foto, bromea con Sindhu Pusarla, a la que derrotó en la final de los Juegos de Río.Julián RojasCarolina Marín se entrena seis días a la semana y descansa los domingos. Eso cuando no está en época de competición. Para tres semanas al año para cogerse las vacaciones.Julián Rojas¿Consigues disfrutar?, se le pregunta de camino al pabellón. "Siempre lo intentas porque si no es imposible llevar a cabo esta vida. Sí se disfruta, más o menos... El deporte te da cosas buenas: las medallas que son la recompensa al trabajo y a la dedicación, pero también cosas malas: derrotas que te cuesta asimilar, lesiones, pérdida de confianza. El deporte te hace crecer, de ser una niña yo he pasado a ser mujer gracias al deporte. Te ayuda mucho pero es muy sacrificado", responde.Julián Rojas¿La federación ha aprovechado tu tirón después de los Juegos? "No se ha aprovechado lo suficiente, se podría haber explotado mucho más en todos los aspectos. Hay gente que me dice que no sabe dónde puede ir a jugar al bádminton porque no hay pabellones. Eso se podía haber fomentado mucho más", contesta Marín.Julián RojasEl Gran Meliá, el hotel en el que se aloja la jugadora española en Yakarta, tiene su propio equipo de bádminton. Le hacen una visita en víspera del torneo para saludarla y hacerse fotos con ella. Los botones del hotel preguntan todos los días cómo ha ido el partido.Julián RojasNo hay ninguna europea, salvo Carolina Marín (ahora mismo segunda), en el top ten del 'ranking' mundial de bádminton. La segunda, después de la española, es la danesa Mia Blichfeldt en el puesto 19.Julián Rojas¿Cuándo empezaste, te imaginabas que alguna vez tumbarías el imperio asiático del bádminton? "Qué va… imposible pensar algo así. De hecho ni sabía que me iba a dedicar al bádminton como me estoy dedicando ahora. Empecé como si fuera un 'hobby' que poco a poco te engancha. No creo en el talento a secas, algo tienes que tener, sí, pero el talento se trabaja. No es algo nato. Y tiene que ver también el carácter de la persona, la competitividad me ha llevado a dedicarme profesionalmente a ello", explica.Julián Rojas¿Alguna vez te has parado a pensar en todo lo que has conseguido? "No, que va. Lo pensaré el día que me retire, ahí seré consciente de lo que he hecho. Que me digan que soy la mejor jugadora de la historia por haber ganado tres mundiales… pues sinceramente no me lo creo, hay muchas muy buenas, que han conseguido muchas cosas y a mí me queda mucho todavía por conseguir. Me queda guerra por dar todavía", dice unos días antes de la final en la que se lesionó.julián RojasNo hay día en el que a la salida del pabellón no se formen colas de aficionados para pedirle un selfie.Julián Rojas"Marín, Marín", gritan los 8.000 asistentes del Istora Stadium cada vez que los altavoces anuncian su llegada a la pista.Julián RojasEn el Istora Stadium ganó Carolina Marín el Mundial de 2015. "Me encanta jugar aquí. En el superserie de 2016, antes de los Juegos, perdí en semifinales contra la china Wang Yihan. No sé si había 8.000-9.000 personas, las que cabían, perdí en tres sets, el tercero muy ajustado y salí del pabellón emocionada y a punto de llorar porque empezaron todos a corear mi nombre. Para mí, estar en otro país, y sentir que me quieran tanto y me admiren aun perdiendo es emocionante. Lo sigo recordando", cuenta.Julián RojasDe las 30 medallas olímpicas que tiene Indonesia, 19 son de bádminton. Los primeros oros que se asignaron en el debut de este deporte en los Juegos (Barcelona 92) los ganaron dos indonesios: Susi Susanti y Alan Budikusuma. “El sistema de clubes es la clave para identificar fenómenos en un país con tantos habitantes. Los mejores clubes son muy competitivos, bien financiados y siempre en búsqueda de nuevos talentos”, explica Christian Hadinata, director de la asociación indonesia de bádminton, e histórico jugador de dobles.Julián RojasUn grupo de niñas de uno de los clubes de bádminton de Djarum. Aquí se trabajan solo los dobles (los clubes de individual están en otra zona de la isla). Hay un grupo de 45 chicas y otro de 45 chicos. Tienen tres entrenamientos diarios, duermen en la residencia cercana al pabellón y vuelven a casa dos semanas al año, durante las vacaciones. Cada grupo está formado por 14 jugadores y cada grupo tiene un técnico, un preparador físico y 3 técnicos asistentes.Julián RojasEl torneo de Indonesia dura cinco días y Carolina ha viajado a Yakarta junto a Anders Thomsen, uno de sus dos entrenadores. "Para la planificación del trabajo de Carolina estos días hablo a diario con el fisio que está aquí para saber cómo está Carol. En función de eso hablo con el preparador físico para ver cómo podemos seguir entrenando y recuperando y también con la psicóloga. Lo coordino todo desde aquí", explica Anders.Julián RojasEn el bádminton, explica Anders Thomsen, entrenador de Carolina, hay cuatro aspectos fundamentales: técnico, táctico, físico y mental.Julián Rojas"Ha sido un viaje muy largo el que he hecho con Carolina. Cuando empecé a trabajar con ella era una niña de 14 que no jugaba muy bien. Se puede decir. Pero tenía algo que no tenían las demás: querer ganar. Y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para ganar y para mejorar. En un deporte individual eso es muy importante porque no hay nadie en la pista que te pueda echar una mano… no puedes tener un día malo, está ella y solo ella", la describe Anders.Julián RojasCarolina Marín empezó el bádminton como un 'hobby' y asegura que se fue enganchando poco a poco. Tanto que terminó por dejar el flamenco, otra de sus pasiones.Julián RojasEn el Istora Stadium caben unas 7.000 personas. La española es una de las más ovacionadas siempre.Julián RojasUno de los clásicos gestos de la jugadora española para celebrar los puntos.Julián RojasDespués de cada partido, Nacho, el fisio, la trata en el pabellón -sobre todo, estiramientos- y vuelve a tratarla de vuelta al hotel después de la cena.Julián RojasSi el partido es por la tarde, Carolina Marín aprovecha las mañanas para hacer una hora de entrenamiento en el gimnasio del hotel.Julián RojasLa española apadrina, junto a Fernando Rivas, una organización solidaria llamada Solibad que fundó Raphaël Sachetat, fotógrafo francés. En Indonesia tiene unos 20 equipos de bádminton y garantiza equipaciones, entrenamientos e inscripciones a torneos a alrededor de 200 jóvenes. También les proporciona bibliotecas y ayudas para la escolarización.Julián Rojas"Llevo muchísimo tiempo colaborando con Solibad", cuenta Carolina. "Se ayuda a niños de Indonesia que tienen pocos recursos a practicar bádminton. Acepté encantada cuando me lo propusieron. El año pasado doné el 1% de mi premio en metálico de los torneos y he visto que me parece poco. Voy a dar un poco más este año. No he podido ir a esas zonas ni a sus academias por falta de tiempo, pero alguna vez iré a ver qué hacen y cómo se lo pasan los niños.Ver la felicidad en sus caras va a ser increíble", añade.Julián RojasMientras sus rivales juegan, Carolina sigue el torneo desde la grada junto a Anders Thomsen (entrenador) y Nacho Sarria (fisio).Julián RojasEn la víspera del torneo, cada jugador y jugadora tienen a disposición el pabellón durante una hora. La primera toma de contacto es fundamental porque al aire acondicionado suele cambiar las trayectorias del volante.Julián RojasCarolina Marín se abraza a Anders Thomsen para celebrar el pase a la final del torneo. Una competición que terminaría abandonando por su lesión con la rotura del ligamento cruzado.Julián Rojas"Anders, creo que se me ha salido la rodilla. Llama a Nacho [el fisio] y dile que me la coloque y así puedo volver a jugar", le dijo Carolina a su técnico tras un mal apoyo en la final entre gritos de dolor. Se levantó, ganó un punto más estando lesionada, pero tuvo que abandonar. "No puedo, no puedo", repetía desconsoladamente.Julián RojasLa española ha sido operada este martes en Madrid de la rotura del ligamento cruzado anterior. El tiempo de baja previsto es de siete meses. El Mundial de Basilea se disputa del 19 al 25 de agosto.Julián RojasCarolina abandonó el Istora Stadium con muletas. Ese domingo no sabía todavía que se había roto el ligamento cruzado. Lo descubrió recién aterrizada en Madrid cuando fue directa al hospital para hacerse una resonancia. En cuanto la herida cicatrice, empezará a trabajar en la piscina.Julián Rojas