24 fotosLos homenajes a Laura Luelmo, en imágenesLas concentraciones se han repetido en institutos y ayuntamientos de toda la penínsulaAlejandro RuesgaIsabel ValdésVíctor SainzNerva - 19 dic 2018 - 21:14CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceVista de la concentración en la Plaza Mayor de Salamanca, de los alumnos de la facultad de Bellas Artes, facultad donde cursó sus estudios universitarios Laura Luelmo, asesinada en Huelva.JMGARCIA (EFE)Vecinos de el Campillo (Huelva), han saltado el cordón policial para increpar a Bernardo Montoya, el autor confeso de la muerte de la joven zamorana de 26 años Laura Luelmo, a su llegada a dicho municipio, concretamente a su vivienda, acompañado por agentes de la Guardia Civil para realizar una reconstrucción de los hechos. Alejandro RuesgaHomenaje a Laura Luelmo con un acto de los alumnos actuales del máster que ella cursó en Valencia pintarán un mural en su recuerdo.Mònica TorresUn lazo negro en la fachada del colegio Sagrado Corazón de Jesús, en el que Laura Luelmo estudió.VÍCTOR SAINZVista de la concentración en la Plaza Mayor de Salamanca, de los alumnos de la facultad de Bellas Artes, facultad donde cursó sus estudios universitarios Laura Luelmo, asesinada en Huelva.JMGARCIA (EFE)Un lazo negro en un de los pasillos del colegio concertado Nuestra Señora del Rocío, en el que Laura Luelmo trabajó como interina. VICTOR SAINZVecinos de el Campillo (Huelva), han saltado el cordón policial para increpar a Bernardo Montoya, el autor confeso de la muerte de la joven zamorana de 26 años Laura Luelmo, a su llegada a dicho municipio, concretamente a su vivienda, acompañado por agentes de la Guardia Civil para realizar una reconstrucción de los hechos. Raul Caro (EFE)Los alumnos llegan al instituto Vázquez Díaz de Nerva (Huelva), donde Laura Luelmo había empezado a impartir clases hace apenas dos semanas, para guardar un minuto de silencio en memoria de profesora asesinada.Alejandro RuesgaMinuto de silencio en la plaza de Nerva (Huelva) por el asesinato de Laura Luelmo. Las concentraciones en señal de repulsa por la muerte de la joven zamorana se han sucedido este martes a las puertas de los ayuntamientos de la provincia.Alejandro RuesgaAlumnos y profesores del instituto Díaz Vazquez en la localidad onubense de Nerva han guardado un minuto de silencio por el asesinato de la profesora Laura Luelmo.Alejandro RuesgaConcentración en Nerva por la muerte de Laura Luelmo. El cadáver de la profesora, sustituta en un instituto de esta localidad, y hallado este lunes en los alrededores de El Campillo, presentaba un golpe en la cabeza y marcas de violencia en el cuello.Alejandro RuesgaProfesores y compañeros de Laura Luelmo, durante el minuto de silencio en la plaza del Ayuntamiento de Nerva. La mujer de 26 años y procedente de Zamora, empezó a dar sus primeras clases de Dibujo el día 3 en el Instituto de Educación Secundaria Vázquez Díaz de la localidad onubense. Era su primer trabajo como docente y había llegado para cubrir una suplencia.Alejandro RuesgaManifiesto durante la concentración en Nerva por la muerte de Laura Luelmo. “Estaba muy contenta porque decía que le gustaba el sur y que por eso se presentó a las oposiciones aquí”, explicó este lunes por la mañana el director del instituto Vázquez Díaz, Isidoro Romero, tras una reunión con alumnos y profesores por la desaparición de la joven profesora.Alejandro RuesgaLa localidad de Nerva llora la muerte de Laura Luelmo durante un acto homenaje y un minuto de silencio. La familia de la joven, acogida desde la semana pasada por el Ayuntamiento de El Campillo, fue quien denunció su desaparición el pasado jueves y participó en las batidas de búsqueda.Alejandro RuesgaUna agente de la Guardia Civil abraza Susana Rivas, la alcaldesa de El Campillo, tras el minuto de silencio dedicado a la memoria de la profesora asesinada.Alejandro RuesgaDecenas de personas se concentran en Nerva en repulsa por la muerte de la joven profesora. En las pancartas se pueden leer algunas consignas como "Todos somos Laura". El cadáver de la joven fue hallado este lunes a cinco kilómetros de su casa, oculto entre matorrales de jaras y semidesnudo.Alejandro RuesgaUn grupo de niñas durante el minuto de silencio por el asesinato de Laura en la plaza de El Campillo. Fue otra profesora del centro IES Vázquez, proveniente de El Campillo (un pequeño municipio de 2.000 habitantes a ocho kilómetros de Nerva), quien le alquiló una casa de planta baja en ese municipio. De allí salió Laura el pasado miércoles, antes de que se le perdiera el rastro. “Esa profesora se siente culpable”, dice el director del instituto.alejandro ruesgaUn grupo de jóvenes de El Campillo durante el minuto de silencio. En El Campillo, localidad vecina donde vivía Laura Luelmo, apenas tuvieron tiempo de conocerla. Sus vecinos de calle ni siquiera llegaron a verla por los alrededores.Alejandro RuesgaVecinos y alumnos del IES de Nerva se concentran en recuerdo de la memoria de Laura Luelmo. Este lunes, el claustro de profesores del instituto realizaba un paro a puerta cerrada y explicó a los alumnos lo que se sabía de la desaparición, hasta apenas dos horas antes de que se confirmara su muerte. “El miércoles estuvo ahí, en la barra y yo le puse el último café”, contaba Juan Carlos, camarero de la cafetería del instituto.Alejandro RuesgaEn Villabuena del Puente, un pequeño pueblo zamorano de 700 habitantes, los vecinos empezaron a acudir a la plaza del Ayuntamiento sobre las 20.30 del pasado martes. De allí descendía la familia materna de Laura Luelmo, de allí era su novio Teófilo Jiménez, y allí viajaba ella siempre que podía. Los que la vieron crecer quisieron despedirla con cinco minutos de silencio.VÍCTOR SAINZPuntual, el alcalde de Villabuena del Puente Constantino de la Iglesia daba comienzo al homenaje: "Todos sabemos por lo que estamos aquí. Y no hay palabras. A los familiares, Villabuena está con vosotros". A las 21.05, un aplauso rompía el silencio y los vecinos volvían a la conversación ineludible de los últimos cinco días, desde que el jueves la familia de la profesora asesinada denunciase su desaparición. "Pobre niña", repetían sin descanso un par de señoras que, agarradas del brazo, se marchaban tras el homenaje.VICTOR SAINZDesde El Campillo, en Huelva, llegaron el pasado martes algunos de los amigos de Laura Luelmo y Teófilo Jiménez, su pareja -"Teofi" para los habitantes de Villabuena del Puente-. Fueron a ayudar a la familia y al novio en la búsqueda, volvieron una vez que la encontraron y, ni antes ni después del acto de homenaje pronunciaron una palabra; hablaron y se miraron entre ellos. Se abrazaron y se marcharon. "Creo que no quieren hablar, pero creo que tampoco pueden. ¿Qué van a decir? ¿Que menuda mierda de vida? ¿Que están hechos polvo? ¿Que han dejado allí a Teofi que no remonta? A ver cómo levanta cabeza...", comentaba una chica joven cuando vio marcharse al grupo de amigos.VÍCTOR SAINZ"Aquí, quien más y quien menos la conocía, o le ponía cara, o sabía que era la nieta de Chencha. Y era bien maja la muchacha, educada y amable siempre", contaba una vecina de Villabuena del Puente mientras hacía un gesto de resignación. "¡Qué mala está la vida cuando pensamos que todo va bien!". En ese pueblo, explican los vecinos, el dolor de uno es un poco el de todos. Benjamín, que todavía no llega a los cuarenta, regenta el bar de los jubilados y recuerda a Laura y a Teófilo junto a otros amigos una tarde del pasado puente de la Constitución: "Se sentaron en esa mesa [dice señalando una de las mesas bajo la televisión] y ahí estuvieron charlando, riendo... Y luego se fueron a cenar a un pueblo de al lado. Lo que hace cualquiera cuando es joven".VÍCTOR SAINZLos vecinos de Villabuena del Puente se quedaron casi una hora más en la plaza. Algunos todavía incrédulos. Uno de los vecinos, que chasqueaba los labios repetidamente mientras a su alrededor se formaba un corro, contaba: "Nadie se espera esto a las puertas de su casa, tan cerca, tan cerca... Estuvo aquí por el puente. Sentada con sus amigos en el bar de los jubilados. No puede ser". Para todos la sorpresa fue la misma: "Eso que ves en la tele, de repente le pasa a alguien que conoces y entonces te das cuenta de que le puede pasar a cualquiera, a tu hija, o a tu mujer, o a tus nietas". Y él, cuenta, tiene de las tres: su mujer, dos hijas y dos nietas. "Y no quiero tener que temer por ellas cada vez que salen por la puerta".VÍCTOR SAINZ