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'Destierrradas' Alianza por la Solidaridad, de la mano del fotógrafo Pedro Armestre, presenta DesTieRRRadas , un proyecto que visibiliza el impacto negativo de las adjudicaciones millonarias a empresas extranjeras, sobre los derechos humanos y ambientales de las comunidades locales Mozambique es el octavo país más pobre del mundo. La rehabilitación de una vía férrea, realizada por la compañía española SACYR, desvela cómo la actividad de las empresas en países en vías de desarrollo no siempre es positiva.
Alianza por la Solidaridad ha demostrado que esa nueva ruta de ferrocarril no ha aportado beneficios a la población local, sino que ha generado graves problemas en la seguridad, la salud y los medios de vida de 50.000 personas. Muchas mujeres han sufrido desplazamientos, han visto como se destruían sus hogares y cómo han perdido la propiedad de la tierra.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Por la vía rehabilitada por SACYR pasa un tren de carbón con 120 vagones que ocupan un kilómetro y medio de longitud. Cuando el convoy se detiene en el trayecto crea una frontera artificial en las comunidades que atraviesa. Como sólo han construido cuatro pasarelas en los 900 kilómetros, la población cruza de un lado a otro por debajo de los vagones, arriesgando continuamente su vida. Para miles de familias se ha dificultado el acceso a los mercados, a las escuelas, a los centros de salud e incluso a sus propios cultivos.
PEDRO ARMESTRE (ALIANZA POR LA SOLIDARIDAD) Para evitar que se repitan casos como el del tren de SACYR en Mozambique, Alianza por la Solidaridad exige al Gobierno de España que ponga en marcha medidas que garanticen que las empresas españolas respeten los Derechos Humanos en sus actividades en el exterior, tal y como recoge el Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos. Alianza por la Solidaridad ha lanzado una campaña de recogida de firmas en: https://www.alianzaporlasolidaridad.org
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) El Salvador es el país con más escasez de agua potable de Centroamérica. En 1999, Industrias la Constancia, una embotelladora de Coca-Cola, se instaló en el municipio de Nejapa, sobreexplotando uno de los acuíferos más importantes del país.
En 2012, Coca-Cola se propuso ampliar su planta a pesar de que el estudio de impacto ambiental revelaba que, si se continuaba con ese ritmo de extracción, el agua se agotaría en 25 años y dejaría sin este recurso a las 30.000 personas del municipio.
Las mujeres de Nejapa lideraron la lucha en defensa del consumo humano frente al industrial. PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Raquel vive en El Bonete (Nejapa, El Salvador) y no tiene agua potable en su casa. Para conseguirla se desplaza todos los días hasta fuentes y pozos contaminados por la embotelladora de Coca-Cola.
La ampliación de esta planta y la consecuente extracción de más agua del acuífero empeoraría su ya deteriorada situación. Evitarlo impulsó su lucha.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Para producir un litro de Coca-Cola y otras bebidas carbonatadas son necesarios dos litros y medio de agua. La sobreexplotación del acuífero de Nejapa (El Salvador) ha secado fuentes y pozos de superficie y ha forzado a las mujeres a caminar durante horas para obtener el agua necesaria para vivir. PEDRO ARMESTRE (ALIANZA POR LA SOLIDARIDAD) Roxana del Carmen fue asesinada en junio de 2018. Era una de las defensoras que luchó contra la ampliación de la embotelladora de Coca-Cola. Su labor y la de muchas otras mujeres, apoyada por Alianza por la Solidaridad con una campaña internacional, logró que la multinacional desistiera de la ampliación y se comprometiera a reducir el consumo de agua en la fabricación de sus bebidas. DestieRRRadas es nuestro homenaje a Roxana y a todas las mujeres que, como ella, defienden los Derechos Humanos y el Medio Ambiente.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) El arroz es la base de la alimentación en Guinea Bissau, uno de los países más pobres del mundo. En 2010, la empresa española AGROGEBA aterrizó en Guinea Bissau y acaparó tierras sin realizar la consulta obligatoria a las comunidades originarias y sin ejecutar un estudio de impacto socioambiental. Esta ocupación dejó, al menos, a 600 personas sin tierra. La mayoría eran mujeres que para subsistir dependían de las tierras monopolizadas por AGROGEBA. PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Yaya Balde es una de las mujeres afectadas por AGROGEBA. Tiene 60 años y reside en Ga Santim, una pequeña aldea de la región de Bafatá, al norte de Guinea Bissau. Antes de la llegada de AGROGEBA, su trabajo abastecía entre el 50% y el 75% del consumo familiar de arroz, que se complementaba con la compra en el mercado. La llegada de la compañía española expulsó a mujeres como Yaya de sus tierras. PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) La instalación de AGROGEBA en Guinea Bissau no sólo supuso la expulsión de las mujeres de las tierras que cultivaban; la empresa española fumigó sin control los arrozales de manera que desplazó a los mosquitos hacia las aldeas colindantes, esto provocó un aumento de los casos de malaria en comunidades como Fulakunda, en Sissaucunda (Guinea Bissau). PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Para evitar la expulsión de más mujeres por la llegada de compañías irresponsables como la española AGROGEBA, Alianza por la Solidaridad apoyó su acceso a la titularidad de la tierra.
Fue la primera vez en la historia de Guinea Bissau que 320 mujeres tuvieron un título de propiedad. Por ello, Alianza por la Solidaridad y su socia APRODEL recibieron el premio ONU HABITAT en 2015.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Las hidroeléctricas están acaparando los ríos en Guatemala.
Hoy, más de 29.000 indígenas q’eqchi’ viven junto al cauce del río Cahabón y contemplan impotentes como el torrente que les da la vida pierde su caudal. La responsabilidad de este desastre la tiene la construcción del mayor complejo hidroeléctrico de Guatemala, RENACE, un proyecto de la empresa guatemalteca Corporación Multi-Inversiones, que ejecuta la compañía española ACS.
RENACE, con cinco fases a lo largo del río, se construye sin informes socioambientales y sin realizar la consulta previa a la población q’eqchi’, como obliga la legislación internacional. Muchas mujeres están luchando en defensa del río Cahabón.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) María Dolores Caal y su familia viven afectados por RENACE, la obra que construye ACS. Residen en una aldea junto a una hidroeléctrica que genera 306 MW para Guatemala, pero ellos, paradójicamente, no tienen electricidad ni en su casa ni en toda su comunidad. María Dolores no entiende por qué esa energía se vende fuera y los suyos se quedan sin río, sin agua y sin luz.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Ana Victoria, como el 95% de la población del municipio de San Pedro Carchá (Guatemala), no tiene agua potable en casa y ahora tampoco la encuentra en el río Cahabón, porque la hidroeléctrica RENACE captura sus manantiales y los seca, sobre todo cuando no llueve y hay más escasez. Además, la empresa ha puesto controles y barreras físicas que restringen el acceso al río. Cada día, Ana Victoria tiene que caminar varios kilómetros para tener acceso al agua de fuentes y manantiales.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad) Las mujeres lideran la lucha contra la hidroeléctrica RENACE, que impacta negativamente en unos 30 kilómetros del río Cahabón, sagrado para la población q’eqchi’.
Ana Rutilia es una de estas defensoras y por ello se enfrenta a campañas de persecución y criminalización. Las comunidades y las organizaciones que se oponen al proyecto están siendo amenazadas, difamadas y denunciadas por intentar hacerse oír de manera pacífica.
En el caso de las mujeres se añade la discriminación de género. Se cuestiona su liderazgo, se busca aislarlas y dejarlas sin redes de apoyo.
Alianza por la Solidaridad ampara con su trabajo a las mujeres que defienden sus derechos a través de distintas campañas.
PEDRO ARMESTRE (Alianza por la Solidaridad)