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No más mitos: lo que puede comer y beber en Navidad durante la lactancia

Las normas que se aplican durante el embarazo no necesariamente deben cumplirse en el periodo de lactancia

¿Qué es peor, estar embarazada o tener que dar el pecho durante las navidades? Ninguna de las dos opciones tiene por qué ser mala si se actúa con prudencia y sentido común. Saber diferenciar los mitos en cuanto a qué se puede o no comer y beber es clave a la hora de valorar a qué sacrificios merecerá la pena someterse (por su salud y la de su bebé).
Es comprensible que tras nueve meses de limitaciones alimentarias no resulte nada apetecible adoptar aún más restricciones, y menos aún en estas fechas. Pero puede que sean menos y no tan estrictas como cree. Alba Padró, consultora internacional de lactancia y cofundadora de LactApp, y la doctora Leticia Benassi, responsable de la Unidad de Lactancia Equipo Gine4 del Hospital Universitario HM Montepríncipe, ofrecen consejos prácticos para que las madres que están dando el pecho también puedan disfrutar de las fiestas.
"Ni el ajo ni las legumbres ni ningún tipo de verdura. Ninguno está prohibido. Todos los alimentos modifican el sabor de la leche materna, pero no pasa nada. Es bueno que el bebé se vaya acostumbrando a los distintos sabores, le vendrá bien cuando deje la lactancia en exclusiva y empiece a tomar otros alimentos", cuenta Alba Padró.
No obstante, Leticia Benassi puntualiza que "más que prohibir recomendamos restringir el consumo durante el embarazo y lactancia de pescado azul de gran tamaño como el cazón, el tiburón y el atún rojo por el alto contenido de mercurio, ya que este metal pesado atraviesa la placenta y también se excreta por leche. Esta última es una recomendación del Ministerio de Sanidad desde hace varios años. Por lo demás, no hay estudios serios que relacionen ciertos alimentos a influencias negativas sobre la lactancia o la calidad de la leche".
"Como hace todo el año, especialmente por su salud", aclara Padró: "La norma es la misma para todo el mundo (sea madre lactante o no). Siempre y cuando no tenga ningún tipo de alergia o intolerancia una dieta saludable se compone principalmente de frutas, verduras y legumbres, evitando calorías vacías y alimentos precocinados". La experta también recuerda que aunque su dieta no sea perfecta la lactancia es la opción óptima para su bebé: "La dieta que siga en Navidad no va a modificar su calidad", asegura.
A este respecto, Leticia Benassi añade: "Sabemos que en casos de madres con desnutrición o, más frecuente en nuestro medio, la hiponutrición como en pacientes con trastornos alimentarios, la lactancia materna mantiene su calidad nutritiva para el lactante. Por otra parte, la lactancia también cumple funciones no nutritivas como la inmunológica, de organización sensorial por el contacto físico así como biocronológica y del estado de alerta del lactante, ayuda a la recuperación materna posparto por la liberación de ciertas hormonas, que a su vez también favorecen el equilibrio emocional materno".
La principal duda en esta época viene por el alcohol. "La respuesta sencilla es que no es bueno para nadie, ni cuando la persona amamanta ni cuando no lo hace; así que si se puede evitar tomar alcohol, mejor", asegura Padró. Pero, ¿pasa algo si de manera excepcional se toma una copa de vino, por ejemplo, o una cerveza, aunque se esté dando el pecho? Responde Benassi: "En el caso de consumo ocasional hay bastante unanimidad en recomendar esperar unas horas para amamantar al bebé. Esto es muy complicado de generalizar porque el tiempo necesario para eliminar alcohol de la leche y de la sangre depende del peso de la madre y de la cantidad de alcohol ingerido. Más teniendo en cuenta que si la lactancia es exclusiva y el bebé mama a demanda se convierte en una regla difícil de cumplir. Por tanto, durante la lactancia es recomendable no consumir alcohol".
El problema con este tipo de recomendaciones —según Padró— radica en que "son tan estrictas que acaban provocando que haya madres que decidan destetar antes de lo que desearían, con los consecuentes perjuicios para la salud del bebé. Por eso, a pesar de que el alcohol no es nunca saludable ni recomendable, es preferible que la madre tome una copa en Navidad y siga amamantando a que abandone la lactancia por no poder brindar durante las fiestas". Evidentemente, si el bebé es menor de un mes, prematuro o está enfermo, habrá que extremar precauciones y evitar cualquier consumo de alcohol.
Respecto a otras bebidas, como los refrescos, "no son saludables, pero no van a afectar a su leche ni al bebé, así que si en estas fiestas quiere tomar algo más que agua puede hacerlo perfectamente mientras amamanta" —explica Padró—, aunque Benassi adiverte que "el consumo [de estas bebidas] ha de ser moderado por su contenido en azúcar". En lo que respecta a la cafeína, "al igual que con el alcohol, hay mucha controversia. Sí que he de decir, incluso como madre y fan absoluta del café, que si se bebe ha de ser con moderación", dice Benassi. "La cafeína es un estimulante claro y puede irritar y desvelar al lactante. Si este es el caso, cada madre ha de observar y si es necesario disminuir su consumo", concluye la doctora.