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La primera visita oficial del papa Juan Pablo II a España, en imágenes El viaje tenía lugar solo unos días después de la victoria socialista por mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre 1982 y un año después de la intentona golpista del 23-F. Recuperamos del archivo fotográfico de EL PAÍS imágenes de aquella visita histórica A las cinco de tarde el Papa besaba tierra española. La primera vez que lo hizo fue el público explotó de entusiasmo. Así que las autoridades empezaron a colocarle alfombras, que él se apañaba para evitar y acabar besando el suelo. Ese mismo día antes de salir de Roma le había dado tiempo de canonizar a dos religiosas francesas y rezar el Ángelus, como todos los domingos, en la plaza de San Pedro. Dieciséis localidades en nueve días en su 15º viaje oficial, en un ritmo frenético. Marisa Flórez La reina Sofía besa la mano del papa Juan Pablo II en presencia del rey Juan Carlos a pie de escalerilla en el aeropuerto de Barajas. El recibimiento fue austero y ordenado, europeo y ordenado. Por primera vez tras 15 viajes oficiales fuera de Italia, la prensa internacional no protestó. Marisa Florez Cerca de 3.000 monjas de clausura esperaban a Papa en el convento de la Encarnación de Ávila en representación de las casi 15.000 religiosas contemplativas que había en España en 1982. Habían pasado toda la noche de vigilia esperando la llegada del helicóptero del Papa. Muchas de ellas llevaban toda la vida en su convento y en algunos casos era su primera salida en 30 años. Ricardo Martín Juan Pablo II saluda desde el interior del papamóvil a los fieles, unos 200.000, congregadas junto a la muralla de Ávila, donde concelebró una misa con 65 sacerdotes. El papamóvil, palabra que admite la RAE y que inventó la agencia France Press, había sido descubierto hasta el atentado de la plaza de San Pedro del año anterior. El de la foto se averió en Granada, así que a la comitiva le tocó subir a un autobús de línea para seguir con la visita por las estrechas calles. En Barcelona el papamóvil fue un SEAT Panda diseñado especialmente para la ocasión. Chema Conesa El papa Juan Pablo II clausuraba en Alba de Tormes (Salamanca) los actos del cuarto centenario de la muerte de Teresa, con retraso para evitar la llegada del Papa en plena campaña electoral. En Alba visitó el sepulcro de la santa en la iglesia de la Anunciación en compañía de los duques de Alba. Juan Pablo II, cuya tesis doctoral versaba sobre San Juan de la la Cruz, era un gran conocedor de los místicos españoles. Ricardo Martín A las ocho de la mañana, con las cruces del camposanto como escenario, el Papa celebraba una misa multitudinaria en el cementerio de la Almudena de Madrid en el día de los Fieles Difuntos. A pesar del intenso frío, miles de personas se acercaron para verle. La visita del Papa fue uno de los grandes acontecimientos mediáticos de la historia de la televisión. Según TVE, 20 millones de personas le siguieron a través de la televisión. Chema Conesa Felipe González, que había ganado el 28 de octubre las elecciones legislativas por mayoría absoluta pero que aún no había tomado posesión de la Presidencia del Gobierno, escucha atentamente el discurso del Papa a las autoridades políticas y militares en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid. Marisa Florez La gente abarrota el paseo de la Castellana de Madrid en la misa celebrada por el papa Juan Pablo II. Según las cifras calculadas por el Ayuntamiento de Madrid, un millón de asistentes. Unas 13.000 personas dieron apoyo a la ceremonia, de los 7.000 eran policías nacionales y 1.700 municipales, además de voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y los enviados por las parroquias. Las dotaciones de 45 ambulancias, 200 médicos voluntarios y estudiantes de quinto de medicina atendieron en tres hospitales de campaña asistieron de distintas incidencias a 5.000 personas. Bernardo Pérez La plaza de Lima de Madrid, donde estaba instalado el escenario presidido por una cruz de 15 metros de altura, empezó a llenarse a partir de las diez de la mañana cuando la misa empezaba a las cinco de la tarde. Para dar la comunión a los asistentes se utilizó una treintena de microbuses amarillos de la EMT que permitieron distribuir a 600 sacerdotes por los carriles bus del paseo de la Castellana. Raúl Cancio Un impresionante cordón de seguridad rodea al papa Juan Pablo II en un encuentro con representantes universitarios, de las academias reales y del mundo de la investigación y el pensamiento en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. El Papa solía sobresaltar constantemente a su servicio de seguridad al romper todo protocolo y acercarse al público, especialmente a niños y enfermos. Chema Conesa El papa Juan Pablo II se dirige jóvenes congregados en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Unos 150.000 consiguieron entrar mientras otros 100.000 se quedaron fuera siguiendo el acto a través de pantallas gigantes. Los jóvenes cantaban el pasodoble “¡Que viva España!” de Manolo Escobar adaptado a las circunstancias: “La gente canta con ardor, el Papa es el mejor”. Pero el grito de la visita papal fue sin duda el “Totus tuus” (todo tuyos). Raúl Cancio Después de la intensa jornada del día anterior al santuario de Guadalupe, Toledo y Segovia, donde visitó el sepulcro de san Juan de la Cruz, el Papa visitó Sevilla donde beatificó a sor Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Cruz. Una monja carmelita muestra la pancarta “El Carmelo con el Papa”, al paso del papamóvil en Sevilla. Pablo Juliá Agentes de la Ertzaintza y de la Policía Nacional en la visita del papa al santuario de Loyola (Gipuzkoa). Los cambios en la hora de llegada, el lugar del aterrizaje del helicóptero y el recorrido, las idas y venidas de las autoridades civiles y militares así como el interés en un sitio concreto de los perros especializados en explosivos de la policía desataron los rumores de que algo estaba ocurriendo. Días después se supo que el Gobierno español había tenido noticia sobre la posibilidad de un atentado lo que había sido confirmado con información procedente del Gobierno francés. Raúl Cancio “La pau sia amb vosaltres” dijo en catalán el Papa a las 120.000 personas que le esperaban desde hacía horas en el Camp Nou de Barcelona. La lluvia incesante deslució el acto y fue la gran protagonista de la jornada. El Papa terminó empapado, el público que no había podido obtener asiento bajo cubierta luchaba con los paraguas que dificultaban la visión del Pontífice, y en el césped, los servicios de seguridad y los voluntarios que habían preparado una actuación musical se guarecían como podían con plásticos. Ricardo Martín La jornada se había teñido de luto con la muerte de dos adolescentes de 17 años, que habían peregrinado para ver al Papa al santuario de Montserrat, debido a un desprendimiento de rocas en el aparcamiento habilitado para la visita. El temporal de lluvias dejó ese fin de semana en España varios muertos. Llovía sobre mojado, 20 días antes había tenido lugar la peor gota fría de la historia y la rotura de la presa del pantano de Tous en Valencia con 40 víctimas mortales y miles de damnificados. Ricardo Martín El papa Juan Pablo II ordenaba a 141 sacerdotes en la Alameda de Valencia en un acto presidido por la imagen de la Virgen de los Desamparados. Fue una jornada para las tradiciones valencianas: la celebración tuvo lugar con el Santo Cáliz llegado a Valencia en 1424; no faltó el saludo al Tribunal de Aguas en los arcos de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral, ni las bandas de música, los falleros y falleras, ni la paella. El Papa no se marchó sin probarla. 6.000 raciones fueron repartidas por encargo del Arzobispado. Raúl Cancio