10 fotosEl síndrome 'Bertín-Arévalo': parejas artísticas que acabaron fatalMás allá de Bertín Osborne y Arévalo hay muchas otras amistades famosas que se han ido al garete. He aquí algunos de esos dramas que más nos han conmocionado.Sergio del Amo19 oct 2017 - 13:28CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLo que parecía una amistad inquebrantable se ha ido a pique por culpa de una inocente fotografía que Arévalo compartió en Twitter en julio en la que se podía verles a ambos compartiendo una paella junto al rey emérito Juan Carlos I y la Infanta Elena. El humorista contó este fin de semana en 'Sábado Deluxe' que a la Casa Real no le hizo ni un ápice de gracia que hiciera pública la instantánea, aunque el cabreo de Osborne rozó cuotas épicas de dramatismo después de que le soltara “quita la puta foto esa” no precisamente de buenas maneras. Habiéndose recorrido los teatros de nuestro país durante décadas, la extraña pareja ahora sólo se habla entre sí a través de mensajes monosilábicos vía whatsapp. ¿Fin de una era o algún plató de Telecinco va a hacer de mediador, con talonario de por medio, para tranquilizar las aguas?Tras trabajar juntos en el álbum 'Enemigos Íntimos' de 1998 quedó claro que no todo fue de color de rosa durante la grabación de aquellas canciones. La negativa de Páez a que Luis Carrillo dirigiera el videoclip de 'Delirium Tremens' fue la gota que colmó el vaso y provocó que Sabina le enviara una misiva en verso al argentino en la que le dejaba muy claro que no tenía ganas de embarcarse en una gira conjunta con él. El hecho de que Carrillo compartiera la carta y la pelea se hiciera de dominio público no ayudó mucho a que ambos artistas enterraran el hacha de guerra, por supuesto. Pero la paz llegó una década más tarde cuando ambos coincidieron en Buenos Aires, pudieron hablar cara a cara de sus diferencias y Páez invitó al astro de Úbeda a compartir escenario en el concierto que ofreció el 24 de abril de 2008 en el Palacio de los Congresos de Madrid. Un claro ejemplo de que todo, aunque haya que poner tiempo de por medio, tiene solución. El amor siempre juega malas pasadas. Joey y Johnny de los Ramones fuera de los focos ya discrepaban entre ellos a finales de los setenta por motivos estrictamente ideológicos, pero la enemistad se hizo insostenible cuando Johnny se casó en 1984 con Linda Danielle, la ex y primer gran amor de Joey. El tema 'The KKK Took My Baby Away' compuesto por Joey puso el dedo en la llaga en el asunto (lo de 'KKK' era un dardo envenenado ultraconservador destinado a su compañero de banda) y evidenció mejor que nunca que la relación era nula entre ambos a raíz de este triángulo amoroso. Todo eran risas y confidencias entre las dos, pero la relación de la ex Spice Girls y la supermodelo alemana se fue al traste cuando Heidi dejó al cantante Seal en 2012 y poco después inició una relación con su guardaespaldas. Victoria nunca se ha pronunciado públicamente sobre el tema, pero personas allegadas a ella afirman que a la británica no le sentó nada bien que su amiga reemplazara tan pronto al cantante por otro hombre y que había cambiado su forma de ser en tiempo récord. Sin duda, algo se nos escapa porque aquí tampoco hay un motivo de peso para que no se hayan intercambiado ni unas míseras palabras en los últimos cuatro años.Antes de iniciar su relación en el 2000 con Liam Gallagher, la All Saints Nicole Appleton había mantenido una relación con Robbie Williams. Hasta aquí nada que hayamos visto en otras ocasiones, pero todo cambió cuando el antiguo miembro de Take That, al conocer la nueva pareja de su ex, afirmó a los medios británicos que ella “merecía algo mejor” y aprovechó la gala de los Brit Awards de aquel año para retar a Liam a un combate de boxeo cuyo ganador se embolsaría 100.000 libras. Al final ni hubo pelea física (al menos públicamente), ni Liam ni Nicole siguen juntos, pero este hecho provocó que la antigua amistad entre ambas estrellas británicas se esfumara. Lo mejor es que este mismo año Robbie quiso apaciguar el fuego comentando en entrevistas promocionales de su último trabajo que sería increíble que algún día compartieran estudio de grabación, aunque el ex Oasis no está muy por la labor de que eso se materialice.En un principio Ella Baila Sola estaba compuesto por Marta Botía y Marilia Andrés, pero en 2001 las diferencias entre ambas propiciaron la primera ruptura del dúo. En 2009 Marta decidió seguir adelante con la marca y fichó a Rocío Pavón como nueva escudera, pero cuatro años después de aquello todo se fue al traste y los fans fueron testigos de una disputa en Facebook en la que Marta acusaba a Rocío de dejarla plantada de la noche a la mañana “por rencores, por alguna estúpida factura o por bocas grandes y lenguas bífidas”. La contestación de Rocío no se hizo esperar (también a través de las redes sociales, porque ya sabemos que es muy difícil coger el teléfono e intentar quedar para solucionar cualquier tipo de problema cara a cara), alegando que Marta había rehusado a contestar un mail que le había enviado en el que dejaba claros los motivos por los que abandonaba el grupo. Imaginamos que desde entonces habrán encontrado algún momento para hablar largo y tendido de lo que ocurrió, pero lo cierto es que no tenían necesidad alguna de publicitar sus malos rollos a la vista de sus seguidores. Oficialmente la disputa entre ambas divas, que fueron algo así como amigas entre 2009 y 2011, explotó en 2013 cuando tres bailarines de la Perry acompañaron a Swift de gira con la promesa de que cuando Katy iniciase su nuevo tour se irían con ella. Sobre el papel la maniobra parecía sencilla, pero el equipo de Taylor los echó fulminantemente tachándoles de traidores y abriendo una brecha que, aún hoy en día, no se ha reparado. Tampoco ha ayudado que ambas hayan compartido al cantante John Mayer, que Swift dedicase a su archienemiga el tema 'Bad Blood' (Perry recientemente dio su particular respuesta en 'Swish Swish') o que una de las múltiples ex parejas de Taylor, Calvin Harris, llamara a la intérprete de 'Fireworks' para que pusiera voz a su 'Feels'. Son tantos los feos que se han dedicado la una a la otra, sobre todo a través de Twitter, que es del todo imposible que este culebrón acabe bien en un futuro. La Pantoja ha dejado un inmenso reguero de cadáveres que anteriormente eran intimísimos, pero lo que nadie se imaginaba hace un año es que uno de sus mayores defensores, el locutor y dueño del imperio Radio Teletaxi, Justo Molinero, predicara en los medios que su amistad estaba a punto de romperse. Al parecer en el 'comeback' post-carcelario de la tonadillera en el Gran Casino de Aranjuez ella le negó el saludo como si de un apestado se tratara. El motivo aún no está del todo claro, pero son varias las fuentes que apuntan a que el hermanísimo, Agustín Pantoja, le pidió una desorbitada suma de dinero a Molinero y éste se negó en rotundo a ofrecerle ni un céntimo. Existen un sinfín de fotografías de ambas en los noventa, pero lo que apuntaba a una amistad hollywoodiense para toda la vida se truncó por una película: 'Shakespeare in Love'. Hay dos versiones del asunto: la primera es que Winona estando en casa de Gwyneth encontró el guión del filme y presionó a los productores para que la contrataran, mientras que la segunda es totalmente a la inversa y afirma que quien boicoteó a su amiga fue precisamente la ex de Chris Martin. Sea como fuere, lo que sí sabemos todos es que Gwyneth se alzó con el Oscar y Winona, durante años, sufrió en sus carnes las consecuencias de ser una cleptómana. Resulta más que lógico que ninguna de las dos hayan querido verse desde entonces.Kiko Matamoros, al menos de momento, ha abandonado “Sálvame” alegando agotamiento y falta de ilusión por su trabajo. No obstante, todo aquel que siga las peripecias del cortijo de La Fábrica de la Tele sabe perfectamente que una de las cosas que han provocado que se vaya de la televisión son sus disputas con su compañera Mila Ximénez. Ambos eran muy buenos amigos, tanto que formaron aquel “Eje del Mal” junto a Kiko Hernández. Pero todo cambió cuando salió en 2014 a la palestra el hijo de Kiko, Diego Matamoros, poniendo de vuelta y media a su padre mientras Mila se posicionaba de su lado. Ella, explosiva como ella sola, lejos de recular años después empezó a arremeter y a mofarse en plató de Makoke, la esposa de Kiko, y por haber hay hasta una demanda entre ambas mujeres de armas tomar que está por verse en qué quedará. En el fondo hay mucho cariño entre ellos, pero la dinámica del programa ha provocado que la bola de nieve se haya hecho de tal tamaño que, ahora mismo, es imposible destruirla. Con el tándem televisivo tan bueno que formaban esperamos que con el tiempo se sienten y, al menos, puedan compartir plató sin caer en gritos innecesarios.