10 fotosEl pequeño comercio en los campamentos de MosulFamilias iraquíes luchan por ganarse la vida en los campos de desplazados 05 may 2017 - 19:08CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAhmed Saleh, desplazado de la aldea de Khorsabad, en el restaurante donde trabaja en el campo Khazer al este de Mosul, Irak. Saleh poseía un restaurante en su ciudad natal, que él y su familia dejaron en 2014 después de que se intensificara la lucha.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Josephine Elias, desplazada de Qaraqosh, huyó con su familia después de que el Estado Islámico ocupase su pueblo en 2014. Borda souvenirs tradicionales en su caravana en el campamento de Ashti 2 en Erbil, Irak. 'La mayoría de nosotros no tiene sufucuente dinero', declara.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Kamal Nofal, de la aldea de Khazer mientras vende semillas, dulces y otros artículos frente a su tienda familiar en el campamento Khazer, al este de Mosul. Ha estado viviendo en el campo durante cuatro meses y gana entre 6 y 7 dólares diarios.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Moataz Haitham Asi, de Al Kweir, espera a sus clientes en su barbería improvisada en el campamento Khazer, en Irak. 'Aprendí a cortar cabello de mi padre. Dejé la escuela porque estaba preocupado por el plan de estudios que se habían adoptado en la educación'.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Nashwan Yousef, desplazado de Qaraqosh, en su tienda en el campamento de Ashti 2, en Erbil. 'Era propietario de una tienda de alimentos en Qaraqosh' dice. En el campamento construyó su propia tienda y gana entre 17 a 21 dólares diarios.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Saif Ali Abdullah, del distrito de al-Shaimaa en Mosul, en el supermercado donde trabaja en el campamento de Khazer, al este de Mosul, Irak. Antes de que el Estado Islámico entrara en Mosul en 2014, era un estudiante de secundaria.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Saleh Hassan Mohammed, del distrito de Hamdaniya, en la fábrica de verduras y frutas donde trabaja en el campo Khazer. Dejó su hogar después de que el estado islámico tomara el control de Mosul en 2014.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Ahmed Mohamed Yassin, del distrito de Aden, junsto a su puesto de cigarrillos mientras espera clientes en el campamento Khazer. 'Cuando vivía en Mosul vendía cigarrillos, la vida era buena, los mercados estaban en auge. Pero después de Daesh en 2014, aplicaron impuestos a todos los sectores bajo el pretexto de la sharía'.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Ahmed Ali Abdullah, del distrito de al-Shaimaa, en la tienda de afeitar donde trabaja en el campo Khazer. Gana unos 8,5 dólares al día. 'No hay agua ni electricidad, pero es más seguro y estable que Mosul'.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)Qassim Hassan Dawood, de la aldea de Khorsabad, mientras vende pepinillos y aceitunas en el campamento Khazer. 'Durante los combates, nos escondimos en el cuarto de baño durante diez días, hasta que el área fue liberada. Después, las fuerzas iraquíes que nos ayudaron a salir'.MUHAMMAD HAMED (REUTERS)