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La transformación del Omo

Las inversiones chinas y europeas cambian la configuración de este valle etíope, que acoge una peculiar biodiversidad

Etiopía. 2012. Trabajadores etíopes en la construcción de uno de los dos túneles de aducción de la presa Gibe III. En 2010, el ex primer ministro Zenawi, fallecido en 2012 y sustituido por el actual primer ministro, Desalegn, anunciaba la construcción de la mayor presa de África. La empresa italiana Salini recibió 4.800 millones de euros para iniciar la construcción de la presa Gibe III. Es la mayor inversión jamás realizada en el continente africano.Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2013. Valle del Omo. Una mujer de etnia dassanech, en el sur de Etiopía. Pocos nativos hablan amhárico, la lengua oficial de Etiopía, y menos aún hablan inglés, el idioma en el que están escritos los documentos del Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS). La construcción de una gran presa, las inversiones extranjeras para nuevas explotaciones algodoneras y la red de carreteras creada por una empresa china están cambiando drásticamente tanto el entorno natural como la vida cotidiana de la población local.Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. Zona de Omorate. Niños de etnia dassanech miran curiosos y perplejos la pavimentadora Caterpillar empleada para asfaltar la carretera que conduce a Kenia, construida por los chinos. La carretera pasa a pocos centenares de metros de las aldeas de los dassanech. Inversiones italianas y turcas en los campos de algodón, y las inversiones chinas para la construcción de nuevas carreteras que llevan a Kenia, están trayendo una nueva economía y desarrollo a este país, cambiando radicalmente su aspectoFausto Podavini
Etiopía. 2016. La presa Gibe III. Actualmente, Gibe III es la mayor presa de África central. Con 240 metros de altura, cuando esté en pleno funcionamiento producirá una energía saliente de 1.879 megavatios. Los estudios estadísticos calculan que, una vez completada, el coste de la presa será del 15% del PIB anual de Etiopía, convirtiéndose en el mayor proyecto jamás realizado en el continente africano. La presa creará un lago artificial. Una vez lleno, el lago medirá 150 kilómetros de longitud y ocupará un área de 211 kilómetros cuadrados. Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. El nuevo tendido eléctrico, a unos 40 kilómetros de Adís Abeba, en dirección a Butajira, cruza el anterior. El país solo utilizará el 20% de la electricidad producida, y el Gobierno etíope ha vendido ya el 80% restante a los países vecinos. Entre 2014 y 2015, el PIB aumentó un 10,6% debido también a las inversiones extranjeras que, gracias a los proyectos de desarrollo implantados en los últimos años por el Gobierno, están cambiando el aspecto de este país. Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. Valle del Omo. Aldea de Karo. Los aldeanos utilizan un pequeño panel solar que produce energía suficiente para encender una bombilla y recargar pequeños aparatos electrónicos. La aldea de los karo, como casi todas las demás aldeas del valle del Omo, no dispone de energía eléctrica.Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. Mercado de Bodi y Konso. Un hombre acaba de venderle una vaca a un equipo de chinos. Los compradores se la llevarán a la zona de edificación de la fábrica de caña de azúcar, la sacrificarán y la usarán para la cantina. Hasta hace dos años, en el mercado se empleaba el trueque o se vendían los productos naturales por unos cuantos birrs. La presencia de inversores europeos y chinos en la zona ha supuesto un cambio en la economía local, al introducir el dinero, que los miembros de las tribus utilizan principalmente para comprar alcohol.Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. Aldea de Annamursi. Hombres de la etnia bodi en un bar local. En esta zona el consumo de alcohol es elevado y el alcoholismo se está convirtiendo en uno de los principales problemas entre las diferentes etnias del valle del Omo.Fausto Podavini
Sur de Etiopía. 2016. Valle del Omo, cinco años después. A lo largo de la ribera oriental del río Omo, cerca de la aldea de Karo. La aldea de Karo está situada en una ensenada natural del río Omo. Los karo son una pequeña tribu con una población aproximada de 1.000 a 3.000 personas. Junto a la aldea se ha construido un hotel. Al fondo, las plantaciones de algodón han sustituido a la selva. El control del río Omo hará posible un enorme proyecto público: el Proyecto de Azucareras Omo Kuraz, que prevé la dedicación de unas 245.000 hectáreas de tierra al cultivo de caña, que se utilizará para fabricar etanol y azúcar.Fausto Podavini