Este mapache algo fondón tiene un millón de seguidores en Instagram. Tampoco os vamos a engañar, la cuenta enseña la vida (un tanto aspiracional, eso sí) de una mascota. Vamos, que el mapache se limita a comer aguacates, dormir y trepar por los muebles. Pero hay algo, quizá por el antifaz o esa manitas tan curiosas, que consigue enredar la trama de las escenas más cotidianas. Sus dueños se lo encontraron en Bahamas con una pata rota y lo educaron como uno más, el resto de la historia está en el libro que acaban de publicar ‘The raccoon who though she was a dog’. Vale, será un mapache confuso, pero ahí lo tenéis, escoltado por sus dos perros, Toffee y Oreo, al estilo de una diva del pop.El reino animal no entiende de modas, pero Juniper ya llevaba coronas de flores en 2015. Tranquilos, su dueña sabe que tener un zorro de mascota no es muy normal. Apareció en su casa de casualidad y se acostumbró a los paseos en coche, las sábanas blancas (se hizo viral con un vídeo escarbando en las sábanas, se creía que era nieve) y la buena vida en general. Juniper a veces parece un perro cualquiera de color naranja, pero otras, saca su lado salvaje, con esa mandíbula desencajada y cierto aire de demente. Además, la zorra tiene pelazo. La cuenta de @juniperfoxx mola porque su dueña también cuelga fotos de animalitos inquietantes con ojos saltos y de extraño origen, a los que suele clasificar con un sincero ‘no sé que es’.Vive en la embajada de Ecuador en Londres y le interesa la contravigilancia. James es el gato 'punki' de Julian Assange con el que vive recluido en el edificio de Knightsbrige. El minino se codea con altas personalidades como el Relator Especial de Naciones Unidas, Maina Kiai, o el cineasta Michael Moore, al que cariñosamente llama ‘Meowchal’. James también tiene sus contactos en el mundo de la moda y fue imagen del último desfile de Vivienne Westwood. La diseñadora británica aprovechó su colección SS17 para lanzar un alegato a favor del periodista y su mascota. “ Wow!!! I’m on the catwalk”, apuntaba el gatete en twitter. El mes pasado sorprendía a la prensa ataviado con un cuello de camisa blanco y corbata, mientras las autoridades suecas interrogaba a Assange.La culpa la tiene George Clooney. Desde que sacó de paseo a su cerdo vietnamita el corriente mundo de las mascotas se desmoronó. Los cerdos eran los nuevos perros, los reyes del mambo y de tu hogar. Steve Jenkins y Derek Walter, una pareja de canadienses, se sumaron a la moda de los cochinos enanos, pero con el paso del tiempo, su cachorra se convirtió en esta jamona de más de 670 libras y claro, no les quedó más remedio que hacerse vegetarianos. La maravillosa Esther, esta carismática cerda rosada, tiene 289 mil seguidores en Instagram y su libro ‘Esther, the wonder pig’ es un best seller de New York Times.En realidad, el hábitat de Penelope es Facebook pero su historia merece ser contada. Esta gallina neoyorquina, con casa en Brooklyn, fue rescatada de un ritual judío conocido como el caparot. La práctica se celebra el día de la Expiación y consiste en pasarte el pollo por encima de la cabeza, dándole vueltas para expiar los pecados. Desconocemos si la tortura animal va contemplada en esta liberación. El caso, es que desde la red social, Penélope (que a juzgar por las cuentas que sigue en Twitter es fan de Bernie Sanders) lucha para dar voz a otras aves y poner fin a esta tortura.
