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Hoy no salgo: 20 libros, discos o canciones para llorar fuerte y a gusto

Desahogarse tiene beneficios físicos y psicológicos. Prepare sus pañuelos para despedirse del veroño

Aquí Spielberg, en 1993, pasó de la ciencia ficción ochentera (que tanta nostalgia causa ahora) al drama histórico del Holocausto judío. Tremendo documento de la vida en los campos de concentración nazis en el que solo la ya clásica banda sonora de John Williams consigue acongojar. Otra obra tragicómica sobre el funesto tema es 'La vida es bella', de Roberto Benigni, que nos arrancará la lágrima sobre la sonrisa.
La escritora y periodista estadounidense Joan Didion narra en este volumen (Random House, 2005) su vida tras la muerte de su marido, el escritor John Gregory Dunne, al que le unía una relación especialmente fuerte. Un breve libro donde la autora 'se abre el pecho' y narra sus sentimientos de duelo con total crudeza y sin ningún pudor.
Por lo general, toda la discografía de los Smiths tiene ese aire a tarde nublada de llovizna en Manchester, de melancolía azul oscuro, de acorde de Johnny Marr (su guitarrista). Esta canción del álbum 'Louder than the bombs', de 1987, se lleva la palma: el piano triste acompaña a la cansada voz de Morrissey en una especie de nana en la que pide que le canten para dormir… para siempre. “No trates de despertarme por la mañana porque ya me habré ido / No te sientas mal por mi (…) / En lo profundo de mi corazón / estaré feliz por marcharme”.
Uno de los grandes cómics contemporáneos españoles (publicado por Astiberri) que narra con una mezcla de candidez y dureza la vida de los ancianos en las residencias de la tercera edad y la angustiosas brumas del Alzheimer. Lo más impactante: la existencia de la planta de impedidos donde pasan sus últimos días las personas que ya han perdido totalmente la cabeza. En 2011 fue adaptado al cine por Ignacio Ferreras.
La cantante Björk saltó a la pantalla en 2000 de la mano de Lars Von Trier para encarnar Selma, una inmigrante checa que padece una enfermedad degenerativa que la acabará dejando ciega. Moneda a moneda, Selma ahorra para pagar una operación que libre a su hijo de un mismo destino rodeado de tinieblas. En sus alucinaciones, Selma canta y baila como si viviera en un musical.
Un enfermo de cáncer terminal a los 32 años. La única obra de Zorn (escrita en 1976, antes de su muerte, y publicada en España por Anagrama) narra en primera persona las vivencias de una persona pasando este duro trance y, transcendiendo su experiencia personal, hilvana una descripción crítica de la Suiza aburrida y burguesa de su época.
La propia figura de Ian Curtis, el atormentado líder de Joy Division que se quitó la vida en 1980 (convirtiéndose en leyenda), ya es suficiente dramática. La música que su banda facturaba era un 'post punk' oscuro y opresivo, como es el caso de su éxito 'Love will tear us apart' (algo así como “el amor nos destrozará”), de su disco de 1980 'The peel sessions'. Sobre la vida de Curtis trata la película 'Control' (Aron Corbijn, 2007).
Es una inocente película de dibujos animados de Walt Disney protagonizada por un cervatillo, sí, pero ¿qué niño no lloró con la muerte de la madre de 'Bambi' (1942)? ¿Qué adulto no lo hizo? “Mamita, ¿dónde estás?”, gritaba Bambi. "Tu madre no podrá venir ya más. Los hombres se la han llevado. Debes ser valiente y aprender a andar solito", le dice su padre, que aparece bajo la nieve. Visto a día de hoy, sigue pareciendo cruel. La crítica dijo que era una película demasiado triste para los niños.
La canción triste por antonomasia del pop español la firmó el grupo donostiarra La Buena Vida en su disco 'Hallelujah!' (2001). Cuenta, a dos voces susurrantes, la repetitiva mecánica de las relaciones sentimentales: amor, desamor, olvido. “Cuando pase el tiempo conocerás / al alguien más / y me olvidarás / es que es lo normal / aunque nos de rabia / siempre ocurre igual / y nos esforzamos por disimular”. Tan cotidiano que asusta.
Ocurrió un Tokio: el perro Hachiko esperó durante nueve años a su amo en la estación de tren de Shibuya, cuando él había muerto de un ataque cardiaco impartiendo una clase, en una muestra inolvidable de lealtad. En dicha estación le pusieron una estatua y en Hollywood hicieron una versión americanizada y protagonizada por Richard Gere (2009). El 'film', de tono amable, es pretendidamente lacrimógeno, pero consigue fomentar el uso de un buen número de pañuelos de papel.
Con su prodigioso uso de los diálogos descarnados, con su fría distancia, Cormac McCarthy logra transmitir un bajón considerable en esta novela, que narra las desventuras de un padre que trata de salvar a su hijo en un mundo postapocalíptico. La película (John Hillcoat, 2009), protagonizada por Viggo Mortensen, también contiene su dosis de sentimientos sombríos.
La polémica O’Connor, que lucía cabeza rapada y rompía fotos de Juan Pablo II, saltó al estrellato con este tema publicado en 1990 en el álbum 'I do not want what i haven't got', que aún encoge el corazón, aunque se lo pongan a uno en la cola del supermercado. Una vez más, el desamor: “Han pasado siete horas y quince días / Desde que te llevaste tu amor / Salgo todas las noches y duermo todo el día / Desde que te llevaste tu amor”.
Si a Isabel Coixet le gusta un buen drama, en esta película de 2003 lo llevó a las mayores cotas de su carrera. Ann, la protagonista (interpretada por Sarah Polley), descubre en un chequeo médico que solo le quedan unos meses de vida. Es el tiempo que invertirá en hacer una lista de cosas pendientes antes de morir: todo lo que no había hecho antes, despedirse de sus seres queridos y asegurarles un buen futuro a su marido y dos hijos.
“Te adentras en las sombras / te vendrás abajo y te volverás un pesimista”, canta la voz cansada de Hope Sandoval, la vocalista del grupo Mazzy Star. Este tema, del disco 'So tonight tan I might see' (1993), es como caer en un vacío infinito. Y es hermoso.
Esta película de Clint Eastwood, 1995, basada en la novela de Robert James Waller, fue criticada por cursi, pero, seguramente, le arrancó la lágrima hasta a los más duros. Cuenta la vida de una sencilla ama de casa (Meryl Streep) que se ve envuelta en una aventura extra matrimonial con un fotógrafo forastero (Eastwood) que viene a inmortalizar los puentes del condado. La secuencia más emocionante: cuando ella tiene que decidir si se queda con su marido o se escapa con su amante, que la espera en el coche de delante, bajo una lluvia torrencial. Los pelos de punta.
“Si algún día me llamaras / y me dijeras que no vas a volver más / no tengo claro lo que haría / Creo que saltaría / la ventana es un buen lugar para escapar”. En su tercer disco de estudio, 'Manual para los fieles' (1997), la banda de Iván Ferreiro firmaba esta bonita y triste canción que trata sobre el cotidiano miedo al abandono que probablemente usted haya sentido más de una vez.
Este durísimo 'film' de animación, dirigido por Isao Takahata en 1988, cuenta la agonía por inanición de un niño huérfano de 14 años después de los bombardeos estadounidenses sobre Japón al final de la Segunda Guerra Mundial. Basado en el libro homónimo de Akiyuki Nosaka publicado por Acantilado. Totalmente descorazonador.
Millones de chavales (y no tan chavales) de los ochenta se quedaron de piedra cuando, en un episodio de la exitosa serie 'Verano azul' (1981), vieron a Pancho corriendo por la playa, gritando al viento aquello de “Chanquete ha muertooo”. El entrañable marinero interpretado por Antonio Ferrandis dejaba ya una huella indeleble en el corazón de toda una generación. Por cierto, la serie y sus implicaciones sociológicas es revisitada por la escritora Mercedes Cebrián en el reciente libro 'Verano Azul, unas vacaciones en el corazón de la Transición' (Alpha Decay).
Entre la sonrisa y la dulce lagrimilla, este filme de animación de 2009 cuenta la historia de un entrañable viudo, Carl Fredricksen. La parte más sensible y emocionante es, tal vez, esa al comienzo de la película en la que, como en un cortometraje, se repasa la vida en pareja de Carl hasta que su mujer fallece y conoce la más plena soledad. A partir de ahí el protagonista tendrá que defender su casita de las garras de una empresa constructora que quiere quedarse con el solar y recluirle en un asilo.
Más que triste, melancólica, y a la vez encantadora. En esta canción eterna (del disco 'Soy un corazón tendido al sol', de 1978) Víctor Manuel narra la historia de amor, basada en hechos reales, entre dos personas con discapacidad intelectual: “Si se miran bien / les corren mil hormigas por los pies / ella le regala alguna flor / y él le dibuja en un papel / algo parecido a un corazón”. Otro tema del mismo autor, 'La planta 14', narra el desarrollo de un accidente minero en el que mueren varios trabajadores: no le va a la zaga.