La aldea almonteña ha vivido su noche más mágica en la que la Blanca Paloma abandona por horas su Santuario y recorre sus calles y cuyo fin supone el adiós a una nueva romería
Una rociera coloca unas velas a la Virgen del Rocío en la aldea almonteña de El Rocío (Huelva), donde se ha celebrado la Misa de Romeros, una ceremonia que marca el inicio de este domingo de Pentecostés que culminará en la madrugada del lunes con el salto de la reja y la procesión de la 'Blanca Paloma' por las calles de la localidad.Julián Pérez (EFE)Todo ha acabado en torno al mediodía, cuando sobre 12.45 horas la Virgen del Rocío ha alcanzado la 'Concha Peregrina' que corona su Santuario y se ha puesto punto y final a una procesión de unas nueve horas y cuarenta y cinco minutos.MARCELO DEL POZO (REUTERS)Peregrinos mantienen un cordón de seguridad antes de la procesión.JORGE GUERRERO (AFP)Momentos mágicos e inolvidables y estampas tan tradicionales como 'los vuelos' de los niños hasta su paso para pedirle su protección.JORGE GUERRERO (AFP)Peregrinos en una de las calles de la aldea almonteña para presenciar la procesión.JORGE GUERRERO (AFP)Y es que si por algo se puede caracterizar este Rocío de 2016 es por ser el de la fe, esa fe a la Virgen del Rocío que puede con todo, con el calor, con el frío, con la lluvia o con cualquier obstáculo que se le ponga por delante. En la imagen, un momento de la procesión.JORGE GUERRERO (AFP)Una multitud de personas arropan y conducen a la Virgen del Rocío.Julián Pérez (EFE)Un grupo de peregrinos llevan uno de los brazos de la Virgen.JORGE GUERRERO (AFP)Peregrinos lanzan pétalos de rosa durante la procesión.MARCELO DEL POZO (REUTERS)Multitud de peregrinos llevan a la Virgen del Rocío.MARCELO DEL POZO (REUTERS)La Virgen del Rocío de regreso a su santuario.Julián Pérez (EFE)
