Rayo Vallecano - Levante, las imagenes del partido
El equipo de vallecas lucha por la permanencia en primera
El defensa del Rayo Vallecano José Ignacio Martínez disputa un balon a José Antonio García del Levante.Kiko Huesca (EFE)Pablo Hernandez dispara a puerta en presencia de un defensa del Levante.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Pablo Hernandez celebra el primer gol contra el Levante.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Pablo Hernández Domínguez del Rayo celebra el gol marcado ante el Levante.Kiko Huesca (EFE)El centrocampista del Levante Jordi Xumetra y el defensa del Rayo Vallecano José Ignacio Martínez.Kiko Huesca (EFE)El centrocampista del Rayo Roberto Trashorras celebra el segundo gol del equipo, marcado por su compañero Jozabed Sánchez ante el Levante.Kiko Huesca (EFE)Roberto Trashorras del Rayo celebra el segundo gol de su compañero Jozabed Sánchez.Kiko Huesca (EFE)Joaquín Marín Ruz "Quini" dispputa un balón a Carl Medjan.Kiko Huesca (EFE)El entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez.Kiko Huesca (EFE)El defensa del Rayo "Quini" Marín disputa un balón con el defensa del Levante Carl Medjani.Kiko Huesca (EFE)El delantero del Rayo Vallecano Javi Guerra ante el portero del Levante, Diego Mariño.Kiko Huesca (EFE)El entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez hace un gesto de contrariedad, ante su banquillo.Kiko Huesca (EFE)El defensa del Levante Juanfran García recibe el aplauso de los jugadores del Rayo Vallecano.Kiko Huesca (EFE)Pablo Hernandez celebra con sus compañeros el gol marcado al Levante.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Los jugadores del Rayo Vallecano, se lamentan de su descenso a segunda división.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Paco Jémez abandona el campo del Rayo Vallecano, tras finalizar el partido contra el Levante, que supone su paso a la segunda división.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Aficionados del Rayo Vallecano, animan a sus jugadores.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Dos seguidoras del Rayo Vallecano, se lamentan de su bajada a segunda división.Claudio Alvarez (EL PAÍS)Dos aficionados del Rayo Vallecano se lamentan del descenso a segunda.Claudio Alvarez (EL PAÍS)
