13 fotosLaia Sanz, la número uno del mundoLa piloto española puede presumir de ser la mejor motorista de la historia. Tiene en su haber 16 campeonatos mundiales y ha concluido cinco rallies DakarAlfredo Cáliz04 jun 2015 - 00:19CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceSanz lleva 25 años sin bajarse de una moto, desde que tenía cuatro y le robaba la Cota 25 (el mismo modelo infantil de Montesa en el que aprendieron a pilotar los campeones del mundo Alex Crivillé o Jordi Tarrés) a su hermano Joan para perderse por su pueblo, Corbera de Llobregat (Barcelona).La suya era una familia acomodada, deportista y amante del campo; ella, una niña inquieta e independiente que quemaba su superávit de energía jugando al fútbol, el tenis y el baloncesto. “Me llamaban marimacho porque me gustaban más los coches que las muñecas y siempre he tenido amigos chicos; he soportado muchos comentarios de ese tipo".Fue la única mujer que compitió en el pasado Campeonato de España de enduro masculino, en el que se alternan recorridos en campo abierto con pistas extremas.alfredo cálizLas caídas durante la competición son una constante. Las machacadas son su biografía. También la lesión del hombro, la tendinitis en el codo izquierdo, la muñeca tocada o ese dedo gordo del pie izquierdo que estuvo a punto de perder en una prueba en Italia y que cuando se descalza ofrece un aspecto próximo al muñón.alfredo cálizEn las categorías de 'off road', la sofisticación es cero. En la imagen, el equipo que lleva la piloto para resolver averías sobre la marcha.alfredo cálizSanz sobre la KTM con la que compite. La marca, con la que el pasado abril firmó un contrato como piloto oficial durante tres años, cuenta con uno de los equipos más poderosos del Rally Dakar.alfredo cálizCuando se despoja fatigosamente del casco surge un rostro demacrado por la endiablada competición de enduro (aquí resistir es la clave), mugriento como un picador en la bocamina y con la melena, larga y caoba, enmarañada hasta adquirir la consistencia del estropajo.alfredo cálizAl terminar una de las pruebas, una espesa capa de lodo pegajoso, entreverado de vegetación, cubre cada centímetro de su cuerpo y su moto, que pesa siete kilos más que al comienzo de la competición cuatro horas antes. Le aguardan otras cuatro.alfredo cálizA Laia no le gusta hablar de género cuando pilota. En el último Rally Dakar quedó por delante de un centenar de hombres. La mitad abandonó antes de cruzar la meta en Buenos Aires. "Soy piloto. Cuando corro no pienso que soy mujer". En la imagen, sortea el barro durante el Campeonato de España de enduro.alfredo cáliz“Necesito una manicura con urgencia”, bromea. Extiende sus manos, pequeñas, casi delicadas: cada uno de sus pliegues está incrustado de tierra; la piel, surcada por cortes y cicatrices, y las uñas, empercudidas de grasa; las gira y muestra las palmas tapizadas de callos oscuros y rocosos.alfredo cálizCuando Sanz acaba una de las pruebas del Campeonato de España de enduro es una estatua de barro. Su mecánico, Alberto Tomé, la ducha con un compresor.alfredo cálizLaia Sanz e Iván Cervantes, campeón del mundo de Enduro, reponen fuerzas en la carpa del equipo KTM del Campeonato de España. Aquí lo mismo se toman tiempos que se come fuet.alfredo cálizLaia Sanz acaba de convertirse en la piloto oficial de KTM, una marca que ha ganado los últimos 13 Dakar. Todos los elementos se han alineado para que Sanz se corone por fin como la reina del desiertoalfredo cáliz