8 fotosLa danza como respuesta En el desierto es la iluminación, la escenografía, cada uno de los elementos y personas que pisan el escenario 01 oct 2014 - 05:05CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceTodos juegan un papel fundamental para meter al espectador en la sensación de exterminio que recrea la compañía de danza Losdedae.ULY MARTínChevi Muraday dirige a Ernesto Alterio, Ana Erdozain, Sara Manzanos, David Picazo, Maru Valdivieso y Alberto Velasco en esta travesía que estará hasta el 26 de octubre en las Naves del Español.ULY MARTínNueve meses de encuentros, de escucha, de aportaciones de los distintos equipos de trabajo: músicos, intérpretes, dramaturgos… que han hecho que En el desierto crezca bajo la atenta mirada del director que al final es el que encaja todas las partes del puzzle.ULY MARTínEs una obra viva, se ha ido construyendo a sí misma: a partir de improvisaciones que se van fijando hasta llegar al resultado final. La participación de Alterio se debe también a una improvisaciónULY MARTínActor y director lo cuentan como un flechazo profesional: se conocían desde hace tiempo, pero un día... "improvisando, jugando, sentimos que había pasado algo", una conexión entre los dos que, en palabras de Muraday, "no ocurre todos los días". Poco después se llamaron y vieron que el sentimiento era mutuo. En el desierto ya estaba planteado pero Alterio pudo unirse. Quería profundizar sobre el cuerpo.ULY MARTínLa pieza de Muraday es un compendio de distintas formas de expresión, ahí es donde está instalado el coreógrafo madrileño: en la creación, en no detenerse, en demostrar que la danza contemporánea existe, que tiene su lugar y su público.ULY MARTínNo se queda anclado en la queja por la pésima situación cultural. Busca respuestas. Así surgió En el desierto, de la necesidad de plasmar la situación de la cultura en España.ULY MARTínLa pieza comienza con una invitación al espectador a observar todo lo que tenían y cómo, a partir de ahí, han ido perdiendo terreno, ha ido disminuyendo hasta verse expulsados y ultrajados.ULY MARTín