Fatih Terim colocó a Turquía en las semifinales de un gran torneo por segunda vez en la historia. Alcanzaron su cénit con el tercer puesto en el Mundial de Corea y Japón (cuando cayeron en las semifinales contra Brasil, que luego resultó campeona). Senol Gunes dirigía aquel equipo, heredado de la mano de Terim, que en el 96 había clasificado por primera vez a los turcos para la Eurocopa, pero el sueño se truncó en semifinales.
Fue una intensa batalla ante Alemania que se resolvió sobre el alambre. Boral adelantó a los turcos a los 22 minutos, Schweinsteiger empató a los 26 y Klose pareció sentenciar la semifinal para los alemanes en el 79. Pero lo mejor estaba por llegar. A cuatro minutos para el final, Senturk firmaba el empate a 2-2 que abocaba a una prórroga agónica. Sin embargo, Lahm en el descuento batió a Rustu y tumbó la resistencia otomana.