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"Lo entregamos a Galicia", dice la familia del intelectual

Autoridades y amigos visitan la capilla ardiente del galleguista

Sabía que llegaba su fin y quería que así fuera, rechazando toda medicación. Pero a Isaac Díaz Pardo seguro que le afloraría esa característica sonrisa de medio lado y ojos de niño travieso al ver el goteo de autoridades esta mañana ante su féretro, en el tanatorio coruñés de Servisa. Y tendría más de una ocurrencia, con ese humor fino del que hizo gala hasta casi el último suspiro, según sus hijos, cuando desembarcaron, en tropa, los nuevos responsables del remodelado y a la vez recortado departamento de Cultura de la Xunta, ahora unido a Educación. Por mucho que a Isaac, en los últimos días en su cama de hospital, ya ni ganas tuviera de visitas. "Dígales a esos que se marchen", rogó a su cuidadora ante un grupo de amigos que conversaban en una esquina de su habitación. "¿Y cómo hago Isaac?", le preguntó la mujer. "Pues repártelos", replicó.

El fallecimiento a las 8.30 horas de Díaz Pardo, en el hospital San Rafael de A Coruña en el que lleva ingresado desde el 22 de diciembre aquejado de una neumonía, marcó la toma de posesión, pocas horas después en Santiago, del nuevo macroconselleiro, Jesús Vázquez, y su equipo. Sus primeras palabras tras jurar la Constitución y el Estatuto de Autonomía fueron para Isaac, "ese gran humanista". Y también su primer acto. Flanqueado por su flamante segundo para cosas de la cultura, Anxo Lorenzo, y el secretario xeral de Comunicación, Alfonso Cabaleiro, Vázquez llegó al tanatorio para rendir homenaje a uno de los grandes en un velatorio que se suponía familiar, previo a los grandes fastos institucionales previstos para mañana en Santiago. El conselleiro confesó que con los dos altos cargos aprovecharon el viaje por autopista para concretar repartos y limites de las nuevas competencias entre departamentos.

"Yo que no quería ver al nuevo conselleiro ni en pintura, tengo que encontrármelo hoy aquí", se lamentaba un consagrado escritor. La desaparición de la Dirección Xeral do Libro del organigrama del Gobierno gallego se rezumaba ayer en el velatorio de Díaz Pardo. "Hai que 'roelo'", le replicó otra amiga del fallecido, también del mundo de la cultura. Quien finalmente no se desplazó, a la espera del gran homenaje cívico hoy en el Museo do Pobo Galego y ante el Panteón de los Gallegos Ilustres, es el presidente Alberto Núñez Feijóo.

Por la tarde, han acudido varios dirigentes socialistas, entre ellos el expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño y el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, quienes coincidieron en el tanatorio. Touriño ha calificado al fallecido de "hombre indefinible" y ha señalado que "no se podría entender nada de Isaac sin el amor a Galicia". Touriño ha destacado que el intelectual siempre fue "un paso por delante en la modernidad", pero por encima de todo, ha subrayado su "generosidad" y ha indicado que su fallecimiento deja un "vacío", informa Europa Press.

A la puerta de la pequeña sala del tanatorio que albergaba su cadáver, un cartel rezaba "Isaac Díaz Pardo. Pendiente de confirmación". "Era un hombre muy público y en la familia estábamos pendientes de que se desencadenaran los acontecimientos para decidir la esquela", explicaba su hijo mayor, Camilo. La primera idea fue incinerarlo, tras el velatorio "familiar" en el tanatorio frente al hospital en el que falleció, y luego tras incinerarlo, trasladar sus restos a Santiago. "Pero la presión de sus grandes amigos", a empezar por Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, obligó a cambiar el guión. Organizó el gran acto cívico en el Museo do Pobo Galego y luego, a las 17 horas, Isaac recibirá sepultura en el cementerio de Boisaca de su ciudad natal. "La familia dejamos que así se hiciera, al servicio del pueblo gallego, lo entregamos a Galicia porque era nuestro pero también de todos vosotros", explicó Camilo Díaz. Hacía pocos días que le había preguntado a su padre qué quería que se hiciese, tras su muerte. "Lo lógico sería volver a la tierra, pero hacer lo que os pete que de todas formas es lo que vais hacer".

Ausente, "como en una nebulosa" a Mimina, la compañera de toda la vida de Isaac, se la llevaron a las instalaciones de O Castro en Sada donde esta mañana no dejaba de sonar el teléfono. Lleva días sin comer nada sólido y su familia está preocupada de que descanse ante el arrellador trajín que causa la figura de su marido. Todos quieren rendirle homenaje. El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, se lamentaba de no haber convencido a la familia para organizar el velatorio en la Fundación de Luís Seoane, el venerado alter ego y socio de Díaz Pardo.

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