7 fotosUna vida entre fierasUna vida entre fieras 04 may 2010 - 09:54CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceÁngel Cristo llevaba el circo en las venas. Su madre era Margarita Dordid, contorsionista de nombre artístico La pequeña Carolina, y su padre el trapecista griego Christophol Papadópulos. Vivió desde que vino al mundo en la carpa del pequeño circo propiedad de su familia, en cuyos espectáculos participó en todo tipo de variedades, aunque desde siempre sintió predilección por las fieras. En la foto, de julio de 1996, un león le abraza en Miraflores (Madrid). En aquel momento, el domador era noticia porque Colmenar Viejo no le dejó montar su carpa por falta de un permiso.SANTI BURGOSIntentó lanzarse a las jaulas a los 17 años, cuando el domador que trabajaba para su padre tuvo que ausentarse urgentemente y le pidió que le reemplazara. A espaldas de su padre ensayó el número con los leones, pero no llegó a actuar por culpa de un vendaval, que se llevó la carpa del circo. Finalmente ebutó como domador en 1966, el mismo día de su cumpleaños. Cuatro años después se convirtió en empresario al adquirir un pequeño circo que con el tiempo se transformó en el famoso Circo Ruso, que llegó a tener más de 300 personas trabajando bajo su dirección y que supuso un renacer del espectáculo en España antes de que se inventara el Circo del Sol.SANTI BURGOSA pesar de que trataba a los leones como gatitos, estos animales le demostraron muchas veces que no lo eran. Tuvo numerosos accidentes laborales a lo largo de su carrera, algunos graves, pero siempre salió adelante. En noviembre de 1980 fue atacado por Tarzán, que le pegó varias dentelladas. En 1982 fue atacado varias veces. En 1984, mientras actuaba en Valencia, resultó herido en la espalda y en diciembre de 1988, en Barcelona, volvió a ser agredido por un león. En 1990 sufrió en Lleida el peor susto. Tres leones y un tigre se le abalanzaron y le produjeron heridas en el cuello, tronco y extremidades y la fractura de seis costillas. Estos mismos animales le atacaron de nuevo meses después y de nuevo acabó en quirófano.CARLES RIBASMás fiero que un león resultó ser la propia vida, mezclada con drogas y escándalo. Su declive profesional comienza a partir de 1990. Al año, fue objeto de una denuncia por supuesto maltrato a sus animales y tres años después, le acusaron de usar a un bebé y dos niños en un número con elefantes. De la primera denuncia salió airoso pero por la segunda fue condenado a una multa de dos millones de pesetas. En 1995 ingresó en el hospital gaditano de Puerto Real, aunque esta vez sus leones no tuvieron nada que ver. La causa fue la ingestión de una importante cantidad de barbitúricos en un mal momento económico y sentimental. Un mes después, acabó de nuevo con los huesos en el hospital al resultar herido grave en un accidente de tráfico en Sevilla. En 1995 se vio envuelto en un nuevo lío, cuando presentó una denuncia contra un socio italiano al que acusó de agresión con arma blanca durante un lance económico.CARLES RIBASSu situación económica se agravó en 1998 con el embargo de su circo y en el año 2000 la Comunidad de Madrid le impuso una multa de más de 2.000 euros por infracción de la Ley de Protección de Animales y le retuvo un tigre y cinco leones por supuesto abandono (en la imagen, reclamaba su devolución en rueda de prensa). Para reclamar su circo y sus fieras, realizó una huelga de hambre de seis días en Madrid en junio de 2001. En 2003 ingresó en una comunidad terapéutica en Córdoba para someterse a un tratamiento de rehabilitación. Dado de alta, en septiembre de 2004 fue intervenido de urgencia de una perforación duodenal severa en un hospital de Barcelona.EFESu matrimonio con Bárbara Rey le dio una notoriedad pública de la que ya no se libraría jamás. Se casó con la actriz, que se mudó a vivir a una caravana, en 1980. La boda se celebró en un circo instalado en la plaza de toros de Valencia. Profético fue el cura que les casó y les dijo: "Espero que os améis como se ama la gente del mundo del espectáculo, a pesar de la mala prensa que tiene". Tuvieron dos hijos, Ángel, nacido en 1981 y Sofía, en 1983, ambos muy conocidos por haberse recorrido los platós hablando de los numerosos problemas de sus padres. Se separaron de mutuo acuerdo en el verano de 1988. Desde entonces, los medios han dado cuenta de la carnaza que ofrecían con sus continuos desencuentros y acusaciones públicas. El domador mantuvo después diversas relaciones, entre ellas, con la bilbaína Berta Cilleruelo (1990) y la trapecista checa Angélica (desde 1992 a mediados de esa década).MARIO GONZÁLEZEn Lisboa, una de sus fieras estuvo a punto de merendarse a la madre del rey. El domador estaba con sus felinos cuando Doña Mercedes le pidió permiso para entrar en la jaula. Él le dio un guante y le dijo que podía alimentar a una leona "jovencita, de buen carácter". Cuando la condesa de Barcelona terminó, se volvió a hablar con los que estaban fuera de la jaula y la leona se le abalanzó, la tiró al suelo, "en plan juguetona", y le causo algunas heridas. "Imagínate el susto que yo me llevé", explicaba Angel Cristo. Don Juan le tranquilizó y le confesó que Doña Mercedes más de una vez le había metido "en un aprieto", como cuando se había internado en una dehesa llena de toros bravos, y que como era "muy atrevida, él la llamaba María la Brava". En una escueta nota, la familia del domador, que recibió en 1986 la Medalla de Oro del Festival Internacional del Circo, informa de que el entierro tendrá lugar en el cementerio de la Almudena en Madrid.