13 fotosMisiones de la ESAMisiones de la ESA 24 jun 2009 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl IUE (International Ultraviolet Explorer), de la ESA, la NASA y Reino Unido, fue el primer observatorio para detectar luz ultravioleta. Lanzado en 1978, duró casi 19 años. Fue la primera misión que instaló su centro científico en España, en la estación de Villafranca del Castillo, en Madrid (hoy Centro Europeo de Astronomía Espacial, ESAC). El IUE produjo infinidad de resultados, desde la primera identificación de una estrella que ha explotado como supernova al descubrimiento de auroras en Júpiter. En la imagen, un mapa del cielo en ultravioleta. En rojo, los objetos del Sistema Solar; en violeta los de la Vía Láctea, y en verde los de fuera de nuestra galaxia.IUEDAC, NASA-GSFCEn los años setenta, gracias a los primeros detectores espaciales de rayos X, los astrónomos empezaron a poder analizar rayos X emitidos por fuentes celestes (y que no llegan a la superficie terrestre porque la atmósfera hace de escudo). Así empezaron a obtener datos sobre objetos como los púlsares, que son cadáveres de estrellas de mucha masa (estrellas de neutrones) que rotan rápidamente. El satélite EXOSAT, de la ESA, lanzado en 1983, detectó este púlsar que gira cada 33 milisegundos, emitiendo rayos X (en la izda., el rayo apunta hacia la Tierra). Está en la llamada nebulosa del Cangrejo, y es lo que queda de una estrella muerta en una explosión de supernova en 1054.La primera misión europea de espacio profundo y uno de los primeros grandes éxitos científicos de la ESA. La sonda Giotto batió el récord de acercamiento a un cometa, el Halley, el 13 de marzo de 1986, y obtuvo las primeras imágenes detalladas de su núcleo. Contra lo esperado, la sonda sobrevivió al encuentro y, en 1992, sobrevoló un segundo cometa, el Grigg-Skjellerup. La imagen muestra el satélite antes de los últimos ensayos.ESALa sonda Giotto, de la ESA, reveló que el núcleo del cometa Halley tenía la forma de un cacahuete, con 15 kilómetros de largo y entre siete y 10 de ancho. La coma de polvo del Halley, en el momento de máxima aproximación con Giotto, tenía 100.000 kilómetros de diámetro. Halley es agua helada (80%) con moléculas de carbono (como metano y amoniaco). El cometa se formó, como el resto de los planetas, hace unos 4.500 millones de años y su composición química ha permanecido casi inalterada (por eso los cometas sirven para estudiar los orígenes del Sistema Solar).MPAE / H.U. KELLERConocer con precisión la posición de las estrellas es absolutamente fundamental en astronomía. Hipparcos, de la ESA, que operó entre 1989 y 1993, fue la primera misión espacial para medir posición, distancia, movimiento, brillo y color de más de 100.000 estrellas con un detalle sin precedentes. Gracias a Hipparcos se descubrió que la Vía Láctea cambia de forma; se identificaron las estrellas que en el futuro se acercarán al Sol; y se supo que hace miles de millones de años estrellas de otras galaxias invadieron la nuestra. En la imagen, Hipparcos en los ensayos previos al lanzamiento.ESALos polos del Sol nunca habían sido observados hasta que Ulysses (ESA/NASA) los sobrevoló para estudiar la heliosfera, la región del espacio influenciada por el campo magnético solar. Ulysses, operativo entre 1990 y 2008, ha seguido al Sol durante casi dos ciclos completos (la actividad solar varía en un ciclo de once años). Así ha obtenido, por ejemplo, los primeros datos detallados sobre el viento solar (las partículas cargadas que emite la estrella) desde los polos. En la imagen, diagrama del viento solar en época de máxima actividad solar (dcha.) y mínima (izda.). La velocidad del viento varía entre el ecuador y los polos entre unos 750 y unos 350 kilómetros por segundo.ESAEl satélite SOHO (Solar Heliospheric Observatory), de la ESA y la NASA, no le quita ojo al Sol desde 1995. Observa con gran detalle desde el interior de la estrella hasta su atmósfera, y ha obtenido resultados espectaculares. Por ejemplo, si hay una tormenta solar, SOHO puede alertar a la Tierra de la llegada de chorros de partículas cargadas, que pueden destruir satélites en órbita, provocar apagones o poner en peligro a los astronautas. SOHO también ha descubierto más de un millar de cometas que caen hacia el Sol, atraídos por su gravedad. En la imagen, el Sol visto por SOHO el pasado 9 de junio.NASA / ESALos astrónomos empezaron a estudiar en detalle el universo infrarrojo entre 1995 y 1998, con el observatorio espacial ISO, de la ESA. Fue una sorpresa. Regiones y objetos que para los telescopios de luz visible (la que ve el ojo humano) eran invisibles, como los que tienen mucho polvo y los más fríos, de repente aparecían brillantes. ISO reveló, por ejemplo, cómo nacen las estrellas entre masas gigantes de gas y polvo frío, como la nebulosa del Águila, en la imagen.ESA / ISOGALEl telescopio espacial ISO, de la ESA, pionero en ver la luz infrarroja que emiten los objetos astronómicos, también fue esencial en el estudio de la astroquímica. Los astrónomos pudieron detectar la emisión de numerosas moléculas en el espacio por primera vez. ISO descubrió, por ejemplo, moléculas de agua en el espacio interestelar, alrededor de las propias estrellas, en las nubes donde nacen las estrellas. ISO también descubrió muchas moléculas orgánicas, como el benceno. En la imagen, la estrella HD97300 rodeada de un anillo gigante de moléculas orgánicas.ESA/ISO/ISOCAMEsta imagen de Júpiter es una muestra de cómo pueden cambiar las cosas cuando se ven en otra longitud de onda, en este caso infrarroja, con el telescopio espacial ISO de la ESA. La Gran Mancha Roja aparece como un punto oscuro bajo el ecuador, a la derecha. ISO, que operó entre 1995 y 1998, inauguró la exploración de un universo infrarrojo que había permanecido oculto hasta entonces.ESA / ISOEl principal objetivo de la misión SMART-1, de la ESA, lanzada en 2003, era probar un nuevo tipo de propulsión para las sondas. Pero esta nave será recordada sobre todo por sus imágenes de la Luna. También ha aportado muchos datos sobre geoquímica lunar, investigando en especial el Polo Sur, donde otras naves podrían haber hallado agua. En septiembre de 2006, SMART-1 chocó contra el suelo lunar y se esperaba que el análisis de las salpicaduras aclarara la presencia o no de agua. Pero la pregunta sigue abierta. La imagen muestra el cráter Shackleton, cerca del Polo Sur, desde unos 650 kilómetros de altura.ESA / SPACE-XPocas misiones han mostrado como SMART-1, de la ESA, los detalles de la superficie lunar. En esta imagen, tomada el 14 de enero de 2006, el cráter Billy visto desde una altura de 1.260 Kilómetros.ESA / SPACE-XEl aterrizaje de la sonda Huygens (ESA) en Titán, la mayor luna de Saturno, en enero de 2005 ha sido visto por la comunidad científica y espacial como una auténtica proeza. Huygens viajó hasta Saturno, durante casi una década, en hibernación y acoplada a su nave nodriza, Cassini (NASA). Al llegar a Titán fue "despertada" para ser lanzada hacia Titán. Huygens sobrevivió al impacto (no era nada seguro), y reveló un mundo fascinante y gélido, donde la lluvia y los ríos son de metano, pero que tiene rocas y guijarros como la Tierra. La imagen muestra por primera vez la superficie de Titán, vista por Huygens.ESA/NASA/JPL/University of Arizona