9 fotosNebulosas, cúmulos y galaxiasNebulosas, cúmulos y galaxias 19 may 2009 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl cúmulo globular Omega Centauri es el más brillante y de mayores dimensiones de la Vía Láctea. Se puede observar a simple vista aunque prácticamente sólo desde la latitud de las Islas Canarias. Esta imagen fue obtenida utilizando medios de aficionado desde el Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma. (Javier Méndez Álvarez, grupo de Telescopios Isaac Newton, La Palma).NIK SZYMANEKLa galaxia espiral NGC 7217 se encuentra en la constelación de Pegaso y muestra una gran belleza. Presenta una estructura espiral rodeada por un anillo oscuro de polvo y una región exterior poblada por estrellas azules. En su centro es posible apreciar un bulbo de grandes dimensiones poblado de estrellas de mayor edad que las de sus brazos espirales. Estos brazos presentan filamentos y aunque parezca que se extienden lejos de la galaxia, se trata de una ilusión óptica probablemente causada por fenómenos de formación estelar inducida. Esta imagen fue obtenida con la cámara de foco primario del telescopio de 4,2 metros de diámetro William Herschel, del Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma. (Javier Méndez, Grupo de Telescopios Isaac Newton, La Palma).MISCHA SCHIRMER / GILLES BERGONDEsta imagen muestra una de las regiones más hermosas próximas al centro de la Vía Láctea. Más concretamente, los objetos que podemos ver son la nebulosa de la Laguna (abajo) y la de la Trífida (arriba). Esta fotografía fue obtenida con medios aficionados desde el Observatorio del Roque de los Muchachos. (J. M., Grupo de Telescopios Isaac Newton, La Palma).NIK SZYMANEKUno de los lugares donde nacen estrellas más cercanos al Sistema Solar es la llamada Gran Nebulosa de Orión. Quizá este sea el objeto más atractivo y visitado por astrónomos aficionados en todo el mundo. La parte principal de la nebulosa se abre al observador como si fuera una rosa espacial que muestra su secreto interior. En él hay una barra de polvo que oculta una parte de estrellas recién nacidas que bañan con su luz los restos de la nebulosa de la que provienen. En realidad la Gran Nebulosa de Orión es sólo una pequeña parte de un complejo entramado de gas interestelar que cubre toda la constelación invernal de Orión. (Álex Mendiolagoitia).PACO SAINZEn la galaxia que nos alberga constantemente van naciendo estrellas de bolsas de gas y polvo llamadas nebulosas. Dos de esos criaderos de estrellas han sido fotografiados desde Bonilla (Cuenca) por Julián Huertas y Álex Mendiolagoitia. En la parte izquierda de la imagen se puede apreciar una nebulosidad bicolor (azul y rojo-rosado), que recibe el nombre de Trifida debido a las tres bandas oscuras de polvo que la cruzan. En esta ocasión el polvo oscuro que aún no ha formado estrellas se entrepone al gas iluminado por estrellas recién nacidas de la nebulosa. En la parte derecha, un criadero estelar de similares características está formando desde hace unos millones de años un grupo de astros hermanos; tarea que tardará varios millones de años más en completar.JULIÁN HUERTAS Y ÁLEX MENDIOLAGOITIAEsta imagen muestra una región de la nebulosa IC 1396B en la constelación de Cefeo. Se aprecia un gran número de estructuras oscuras, como consecuencia de la presencia de moléculas del polvo, y otras brillantes, provenientes de la emisión de átomos de hidrógenos previamente ionizados por el intenso y energético flujo producido por las estrellas jóvenes que se encuentran en el interior de la nebulosa. Sin embargo, es necesario hacer notar que la mayoría de las estrellas que vemos en esta imagen se encuentran a diferentes distancias entre nuestro planeta y la nebulosa en cuestión. Esta imagen fue obtenida con la cámara de gran campo del telescopio de 2,5 metros de diámetro Isaac Newton que se encuentra en el Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma. (Javier Méndez, Grupo de Telescopios Isaac Newton, La Palma).NICK WRIGHT / IPHASEl Sol, la Tierra y la Luna se alinean ocasionalmente para regalarnos el magnífico espectáculo celeste de los eclipses. En el caso de los eclipses de Luna, es nuestro satélite natural el que pasa por la sombra que arroja al espacio la Tierra. Los eclipses de Luna pueden ser parciales, si el satélite pasa sólo en parte por la sombra terrestre, o total, si la diosa de la noche se sumerge completamente en la umbra o penumbra de la Tierra. Dependiendo de la contaminación atmosférica terrestre, la Luna se tiñe de un rojo más oscuro o más claro. ¿Se imaginan estar en la superficie lunar y presenciar un eclipse de Tierra que todo lo baña de tonalidades rojizas? El pasado verano se pudo ver desde toda España un eclipse parcial de Luna que casi fue total. Esta fotografía, tomada con cámara réflex digital a través de un telescopio Megrez 80 desde Bonilla (Cuenca) por Álex Mendiolagoitia refleja el momento de máxima inmersión de la Luna en la sombra de la Tierra, quedando un pequeño margen blanquecino en la parte izquierda de la Luna. Eclipses como este ya le sirvieron hace 23 siglos a Artistóteles para sugerir que la Tierra era redonda y no, como se creía, un disco plano que flotaba sobre los océanos.ÁLEX MENDIOLAGOITIALa Tierra gira sobre su eje rotando sobre sí misma una vez al día. Este movimiento de rotación hace que aparentemente las estrellas y el Sol se desplacen por la bóveda celeste. Si miramos por la noche al norte durante un tiempo prudencial podremos comprobar cómo las estrellas van girando sobre un punto y cómo muy cercano al mismo se encuentra una estrella brillante, llamada Polaris; la estrella polar. Quizá la mejor manera de encontrar este punto sea fotografiando el polo norte celeste, como se ha hecho en esta ocasión. Esta fotografía es muy fácil de hacer ya que sólo hay que colocar una cámara sobre un trípode, orientarla al norte y dejar el obturador abierto durante un tiempo prolongado, lo más lejos posible de las contaminantes luces urbanas. Cuanto mayor sea el tiempo de exposición, más largos serán los trazos que dejen las estrellas sobre el fotograma. Esta toma fue realizada desde Bonilla (Cuenca), con un tiempo de exposición de 2 horas, utilizando una cámara réflex digital y un objetivo de 28 mm.ÁLEX MENDIOLAGOITIAEn las profundidades del espacio interestelar, a veces, los elementos extistentes entre las estrellas juegan de forma caprichosa, regalándonos sorprendentes figuras, como lo es la banda de polvo oscuro que se antepone a una nebulosa iluminada. La morfología de la nube oscura asemeja mucho a la figura del caballo de ajedrez, por lo que se la llama popularmente Cabeza de caballo. En la misma imagen, en su parte izquierda, otra nebulosa denominada La Llama ofrece otra combinación de nebulosa brillante y banda oscura de polvo antepuesta. Ambas nebulosas con sus respectivas bandas oscuras de frío polvo interestelar pertenecen al complejo ubicado en la constelación de Orión, a la que también pertenece la Gran Nebulosa de Orión. (Álex Mendiolagoitia).PACO SAINZ