7 fotosLas 'jugonas' del tenisLas jugonas del tenis 24 abr 2009 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace"Porque seas deportista profesional no tienes que estar vinculada a este ámbito durante el resto de tu vida". Vera vislumbra otros horizontes más allá del tenis. Compagina su carrera con estudios en una academia diplomática de Moscú. "Preparo los exámenes en los viajes. No sé cómo irán las cosas en el futuro. Las reformas en el circuito van a permitir la organización de eventos más grandes y más ambiciosos. Es bueno fomentar la competitividad entre nosotras. Tendremos más oportunidades de trabajo, pero si te lesionas, acumularás penalizaciones por no participar en los principales torneos. Se impondrá un nuevo modelo de tenista".Javier SalasAna. Ana. Ana. Llega un poquito resfriada a la sesión de fotos. De hecho, estos estornudos divinos le impedirán participar en el Torneo de Maestras de Qatar. Pero nada logra perturbar su arrebatadora belleza de pasarela. Su tenis nació de las aguas. Más bien, de una piscina que se quedaba vacía en un club de tenis de Belgrado. Allí aprendió la pequeña Ana a ajustar la bola a las esquinas. "Todavía hay niños que siguen practicando en esa misma piscina durante el invierno". Ex número uno del mundo, ex pareja del español Fernando Verdasco y ganadora de Roland Garros, se confiesa fanática de las series de televisión. "Mis favoritas: 'Prison break', 'Perdidos' y 'Friends'. Ése es mi 'top three".Javier SalasLleva pegada en sus tacones una cámara de CNN que entremeterá sus cables en varias ocasiones durante esta sesión de fotos. Cinco veces campeona en Wimbledon. Esplendor en la hierba. Forma un tándem imbatible en partidos de dobles con su hermana Serena. Las dos crecieron en el gueto californiano de Compton, donde escuchaban los silbidos de las balas desde las canchas de tenis. "Así es la vida, pero debo decir que tuve una buena infancia en Compton". Fue la primera mujer afroamericana en alcanzar el 'top' del 'ranking'. "El racismo no tiene ninguna validez en el tenis. Es un deporte donde nada puede pararte a la hora de estar en lo más alto".Javier SalasUna potencia de la naturaleza. Un carácter torrencial, a prueba de agentes (ha traído tres a esta sesión de fotos). Ferviente seguidora de la moda, coordina los diseños de sus propias colecciones. También da rienda suelta a su filantropía desde una fundación que lleva su nombre. Como su hermana, testigo de Jehová y orgullosa del presidente de su país, Barack Obama. Y entre tanto, navega por los puestos más altos del ranking. Cuando ganó el Open de Australia en 2007, dedicó el triunfo a su hermana Yetunde, asesinada durante una reyerta en el suburbio californiano de Compton. "Todavía siento vivo su espíritu".Javier SalasCambió el piano por la raqueta en Belgrado. Sus éxitos la han convertido en coleccionista de bolsos de Louis Vuitton. "También me encantan los diseños de Missoni, los zapatos de Jimmy Choo...Y la actuación, todo lo relacionado con el show business". Su pareja es un jugador de waterpolo con el que coincidió en los JJ OO de Pekín. Pero quien viaja junto a ella a los torneos es su madre. "Ella es mi energía. Él es de Montenegro, nos estamos conociendo...".Javier SalasAbandonó el frío de San Petersburgo con 14 años para ingresar en la academia Sánchez-Casal. Allí conoció a Arantxa Sánchez Vicario. Hoy habla español perfectamente, ganó el Abierto de Estados Unidos en 2004 y tiene su residencia fiscal en Montecarlo. Pero hay algo que no ha cambiado. La campeona española sigue siendo su consejera. "Arantxa es una especie de madrina para mí. Fue mi mentora y hoy me sigue apoyando. La llamo cuando quiero, ella me llama...".Javier Salas"Cuando era pequeña quería apuntarme a clases de danza. Pero era una niña demasiado grande". Medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, sus 1,80 metros de altura y unas piernas hercúleas combinan de manera explosiva con su dulce inglés con acento moscovita. Vera, su madre y manager, sigue sus pasos literalmente. "Aunque tengo mi residencia en Mónaco, cuando vuelvo con mi madre a Moscú siempre vamos juntas a ver el ballet del teatro Bolshoi".Javier Salas