7 fotosFelipe Sandoval, ladrón, asesino, anarquistaFelipe Sandoval, ladrón, asesino, anarquista 07 nov 2008 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceSu carrera como ladrón, unida ya al activismo revolucionario anarquista, le llevó a cometer varios atracos a un abastecedor municipal, al banco de Vizcaya y al conde de Ruidoms. La prensa le pone un mote: el Doctor Muñiz. Arrestado por la Guardia Civil, Sandoval logra huir de prisión. En la imagen, Sandoval tras su detención.En 1919, Sandoval protagoniza su primera ltentativa de fuga de una prisión en Barcelona, donde cumplía pena por un robo. Acabó recibiendo una paliza que le desfiguró su rostro y le marcó de por vida. Ficha policial de Felipe Sandoval FOTO: CAC FONTAINEBLEAU22 de agosto de 1936: Sandoval Organiza el asalto de la cárcel Modelo de Madrid que terminó en matanza de políticos allí presos de la derecha. En la fotografía, Miembros de la CNT en la puerta del sol de Madrid. "Quiero hacer constar que no tiré un solo tiro en tan lamentable suceso, lo que juro ante Dios y ante los hombres que me tienen que juzgar", dirá más tarde en su confesión policial, una vez terminada la guerra. En la fotografía, un grupo de anarquistas aprendiendo a disparar.Sandoval fue el líder de una de las checas más temidas de la capital, instalada en el Cine Europa, en el barrio de Cuatro Caminos. "El honor de las injurias", un documental de Carlos García Alix, retrata la vida de Sandoval, realizado en un 80% con material de archivo.Felipe Sandoval, con 53 años y aquejado de tuberculosis, cae en la madrugada del 16 de junio de 1939 en el número 36 de la calle Almagro, en el centro de Madrid. Allí le detiene la la Brigada de la División de Investigación Política. En la fotografía la habitación de la calle Almagro, con sus pertenencias.Felipe Sandoval firma una declaración inculpatoria de 36 folios. En ellos se puede leer: Los anarquistas somos la hostia, compañero. Sabemos retorcernos el corazón si hace falta para cumplir nuestro deber revolucionario. Lo que esos jovencitos comunistas que presumen de coraje no se atreven a hacer, aquí está el viejo Felipe, anarquista, dispuesto a hacerlo en bien de nuestros sagrados ideales. Aunque el corazón se me salga por la boca". El atracador, el líder de una de las checas más temidas de Madrid, el asesino, se quita la vida poco después. Nadie reclamará su cadáver.Eduardo Guzmán, un compañero de celda escribe más tarde:"Le han pegado sin compasión y tiene más cara de muerto que de vivo. Arroja varias bocanadas de sangre que un policía le obliga a limpiar del suelo aunque cada movimiento le arranca dolorosos quejidos". En la imagen, el puerto de Alicante, donde fueron apresados la mayoría de los compañeros de cautiverio de Sandoval cuando estaban listos para salir de España.