5 fotosEl Prado salda su deuda con RembrandtEl Prado salda su deuda con Rembrandt 17 sept 2008 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace"Rembrandt es un pintor ambiguo, difícil de comprender", ha señalado el comisario de la exposición Alejandro Vergara, durante la presentación hoy de la muestra, a la que también han acudido el Ministro de Cultura, César Antonio Molina, el presidente del BBVA, Francisco González, y el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza. El comisario ha añadido que para comprender la pintura de Rembrandt (Leiden, 1606-Ámsterdam, 1669) es necesario situarla en su contexto, por lo que la monografía permitirá que el espectador se haga una idea más completa del maestro del barroco. "Rembrandt es un modo de traducir la vida en pintura", ha concluido Vergara. En la imagen, Betsabé, una de las telas más célebres de Rembrandt.MUSÉE DU LOUVREHacia los años cuarenta del siglo XVII, Rembrandt fue dejando la intensidad física de sus composiciones para centrarse en las escenas contemplativas, como la de El apóstol Bartolomé (en la imagen), en la que ya se puede apreciar la derivación del autor hacia la pincelada suelta y la impresión general de "acabado inacabado", según ha señalado el comisario de la muestra.THE TIMKEN MUSEUM OF ART, SAN DIEGO, CALIFORNIAUna primera muestra del paso de la tensión física hacia la intensidad mental es 'Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén', de 1630, en la que la imagen de profeta sumido en una profunda concentración anticipa el cambio de registro hacia la contemplación que culminará en 1945.RIJKSMUSEUM, AMSTERDAMLa ausencia de Rembrandt en el Prado es similar a la que sienten "los holandeses al visitar el Rijksmuseum y no ver a Velázquez", según ha señalado hoy el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza. Con esta muestra se devuelve "el protagonismo a la pintura holandesa del Siglo de Oro", tras la muestra de Johannes Vermeer en 2003. Se evoca así el siglo XVII, en el que mientras el poderío español declinaba vertiginosamente las recién nacidas Provincias Unidas de los actuales Países Bajos eran ya una superpotencia comercial. Rembrandt brilló durante la primera mitad del siglo. Uno de sus grandes valedores fue el secretario real Constantijn Huygens, que destacó "la intensidad emocional" de la obra del pintor. Junto a los retratos, escenas bíblicas e históricas, Rembrandt no dejó nunca de autorretratarse, un género que elevó a la perfección. En la imagen, 'Autorretrato con traje oriental'.MUSÉE DES BEAUX ARTS DE LA VILLE DE PARISEl Museo del Prado sólo cuenta entre sus fondos con una tela de Rembrandt, 'Artemisia', una obra realizada en 1634 y sujeta a dos interpretaciones. Una sostiene que podría tratarse de una representación de la reina Artemisia al recibir las cenizas de su esposo, el rey Mausolo, mientras que otra lectura sugiere que sería la aristócrata cartaginesa Sofonisba y que la copa contendría el veneno que había de matarla. Se considera que el autor utilizó a su mujer Saskia como modelo.MUSEO DEL PRADO