Treinta años más tarde (y hasta el 27 de octubre) la exposición Dreamland (país de los sueños) toma como punto de partida "la cultura de la congestión" urbana, tan querida por Koolhaas, a contracorriente de los proyectos del arquitecto Le Corbusier. Dibujos, proyectos y maquetas creados a partir de los años 70 ilustran también los contrastes entre la densidad urbana y las posibilidades infinitas de una arquitectura a veces utópica.REUTERSEl objetivo de la exposición es mostrar cómo Nueva York ha inspirado a Rem Koolhaas y a muchos otros creadores, explica Andres Lepik, conservador del MoMA a cargo del área de arquitectura moderna. "Tras el glamour de los años 30 y 40, la ciudad en los 70 era la capital del poder económico, con el World Trade Center, construido en 1973, símbolo del capitalismo triunfante", subraya Lepik.REUTERSLa exposición presenta los proyectos más utópicos (algunos de los cuales, no obstante, han llegado a construirse) y comprende aquéllos destinados a la evasión del universo ciudadano. El título de la exposición se refiere al antiguo parque de atracciones de Coney Island, llamado Dreamland, que Koolhass considera como un elemento urabno fundamental para una ciudad en la que la ilusión forma parte de la realidad.REUTERSConey Island, el Rockefeller Center o el Club Atlético Downtown son los ejemplos elegidos por Koolhaas para demostrar su teoría. Según él, la gestión conservadora del ex alcalde Rudolf Giuliani y la obsesión por la conmemoración del 11-S en la Zona Cero han dado la puntilla a la creatividad. Dubai, Moscú, Pekín o México DF son las ciudades que acogen ahora los grandes proyectos.REUTERS
