5 fotosBotto es Hamlet enfurecidoBotto es Hamlet enfurecido 17 jul 2008 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlacePara adaptar el texto, Juan Diego Botto ha contado con el trabajo de Borja Ortiz de Gondra. Han escogido como punto de partida la traducción que hizo Leandro Fernández de Moratín y han reducido el drama a dos puntos esenciales, la corrupción del poder y los problemas de la familia, para construir un montaje en el que lo fundamental era que "todo tipo de público pudiera entenderlo, no que salieran con la sensación de haber visto una obra clásica muy complicada", defiende el director, que al final ha escogido la fórmula "ser o no ser" (en lugar de "existir o no existir", que emplea Moratín) porque "ser engloba más que existir en ese momento de la función. Además el público lo espera, es como montar la 'Vida es sueño' y no decir 'ay mísero de mí, ay infeliz "ULY MARTÍNUna de las ideas de Botto al montar la obra ha sido potenciar el atractivo del personaje de Claudio. "Quería que cuando la gente lo mirara dijera: Cómo mola este rey. Así quedaría más patente el drama del joven". Para conseguirlo, ha recurrido a un actor como José Coronado, que alterna con frecuencia el cine, el teatro y la televisión y que el director define como "lo mejor que te puede pasar", ya que ha sido muy fácil convertirle en el usurpador del trono danés.ULY MARTÍNDesde el principio, tuvo claro que no podría actuar y dirigir al mismo tiempo la obra. Así que "en un acto de profundo nepotismo", confesó el actor entre bromas, recurrió a su primo, Alejandro Botto (para quien ya escribió y dirigió 'El privilegio de ser perro') quien ha realizado la mayor parte de los ensayos en el papel protagonista y participará en algunas funciones. Dos Hamlets distintos ya que el director ve al príncipe de Alejandro como más adolescente y "con un tremendo acento porteño", mientras que Marta Etura (Ofelia) comenta que el de Juan Diego es "más intenso en algunos momentos, quizás por su historia personal".JEAN PIERRE LEDOSLos dos personajes femeninos de Hamlet son muy breves en el texto original. En esta versión han querido darles un poco más de extensión y de importancia. Así, por ejemplo, la relación entre la joven Ofelia y Hamlet se vuelve más física "porque nadie creería que un hombre de treinta años se echa a llorar porque ha muerto una muchacha a la que sólo le ha cogido la mano. Eso no funciona en el siglo XVII, en el XIX, ni ahora", afirma el director. Para Etura la joven se vuelve "loca de dolor. El hombre que ama la rechaza, su padre ha muerto y no le quieren dar la debida sepultura, su hermano no está. Simplemente no puede más".ULY MARTÍNEste nuevo Hamlet no quiere venganza, quiere justicia. "No oculta su mosqueo. Su actitud tiene que ver con la sensación de postergación de la justicia. No hay que olvidad que cuando llega es, tras cinco actos y de manera accidental, alguien que no consigue que se encarcele al responsable de la muerte de su padre", explica Botto.JEAN PIERRE LEDOS