En el punto final del acto, un hombre disfrazado de Don Quijote y con su caballo Rocinante, divertía con sus bromas al numeroso público que esperaba la llegada de los que tenían que leer los discursos.EFEUn grupo de participantes en la manifestación intenta retirar las vallas de seguridad instaladas en la plaza de Cibeles.EFEUno de los manifestantes ha querido escenificar lo que han sufrido las costas gallegas tras la llegada del negro chapapote.EFELas palas que días antes habían ayudado a sacar el chapapote del mar también estuvieron presentes en la marcha de protesta; palas negras que contrastaban con los blancos monos de trabajo.EFECuando la cabecera aún se encontraba en el Paseo del Prado, sin haber alcanzado la Cibeles, una multitud de personas ya se dirigía desde la calle Alcalá en dirección a la Puerta del Sol (en la imagen).EFEEl portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Xosé Manuel Beiras, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, conversan durante la manifestación.EFERepresentantes del mundo del cine portaron una de las pancartas principales. Entre ellos estuvieron Federico Luppi, Juan Diego Botto, Javier Bardem, Tristán Ulloa, Luis Tosar y María Pujalte. Los cantantes Miguel Ríos, el dúo Amaral o Antón Reixa también fueron a la manifestación.EFELa plataforma ciudadana Nunca Máis esperaba que la marcha contra la gestión de la catástrofe del Prestige en Madrid fuera multitudinaria. Y así ha sido. Desde primera hora de la mañana, decenas de miles de personas se han concentrado en el Paseo del Prado, donde esperaban a que arrancara la cabeza de la manifestación que, debido a la espectacular afluencia de manifestantes, se ha tenido que trasladar de la glorieta de Atocha a la plaza de Neptuno.EFELos aledaños del Museo del Prado fue el lugar de encuentro de muchos gallegos que acababan de llegar a Madrid tras un viaje de nueve horas en autobús. Con gaitas, algunos, y pancartas, casi todos, más de medio millón de personas recorrieron horas después las calles de la capital. 'Nunca Máis' fue el lema más coreado.EFE
