La Universidad también reconoció a este poeta y académico que quiso ser perito industrial antes de que la guerra lo cambiara todo. En la foto, en el día en que fue investido doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menendez Pelayo, junto a su rector, Ernest Lluch, en 1995.EFESus amigos dicen que el mejor homenaje que puede hacerse a Hierro es la lectura de sus libros, por ejemplo, de 'Cuanto sé de mi', 'Alegría' o 'Quinta del 42'. En la imagen, junto a los poetas Ángel González y Angelina Gatell en un homenaje a los poetas sociales de postguerra en 1998.EFECríticos, literatos, e incluso políticos alababan hoy unánimemente la figura poética de José Hierro. En la imagen, el poeta recibe de manos de Doña Sofía el IV Premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía.EFENacido en Madrid en 1922, siempre fue un enamorado de Santander, a donde sus padres se trasladaron cuando José Hierro tenía dos años. En la imagen, el poeta paseando por la bahía de la ciudad en agosto de 2000.EFEHombre enemigo de solemnidades y engolamientos ganó, paradójicamente, todos los premios. En la foto, entrega del Premio Cervantes en Alcalá de Henares de manos del Rey en 1999.GORKA LEJARCEGIEn 2000 sufrió una grave crisis cardíaca que estuvo a punto de costarle la vida. Pero se recuperó y continuó su actividad con valentía. En la foto, en su primera comparecencia pública tras la crisis, aún en el hospital de Cartagena.PEDRO VALEROFue agricultor, pintor, tornero, listero, conferenciante... Pero ante todo, fue poeta. En la imagen, en marzo de este año en una fiesta poética en Caixafòrum Barcelona, de la Fundación La Caixa.MANOLO S. URBANOUna de sus últimas apariciones públicas. Hierro recibe, junto a José Ortega Spottorno, a título póstumo y el Instituto de Estudios Madrileños la medalla de oro de Madrid. En la imagen, junto al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano; la viuda de José Ortega, Simone Ortega; y Enrique de Aguinaga , presidente del citado Instituto.ULY MARTÍNEl poeta asistió el pasado mes de octubre a la presentación en la Casa de América de Madrid de Guardados en la sombra, un libro que reúne poemas, cuentos y artículos inéditos de los años 50 y 60. El poeta aseguró entonces que no volvería a leerlos. "No siento la menor curiosidad. Leerme me da nervios. Y pudor", afirmó.EFELos familiares y amigos de Hierro le dan la despedida en el tanatorio Sur de Madrid. En la imagen, Maria Jesus Torres, viuda del poeta,es consolada por su nieta Paula,en la capilla ardiente del escritor.EFEPocas figuras del panorama literario han recabo un recocimiento tan unánime como Hierro. En la imagen, el escritor y periodista Francisco Umbral, premio Cervantes 2001, a su llegada a la capilla ardiente.EFE
