El petrolero Prestige, con 77.000 toneladas de fuel-oil a bordo, naufragó el 13 de noviembre a 50 km del cabo de Finisterre (Galicia). Seis días después, se ha hundido a 160 km de las islas Cíes, tras verter 4.000 toneladas al mar.REUTERSCuando la atención de los medios españoles e internacionales se centraba en las trágicas consecuencias que se avecinaban, el ministro Arias Cañete sorprendía cuatro días después del accidente con unas declaciones en las que aseguraba que los recursos pesqueros no estaban en peligro. En la foto, vecinos de Camelle (A Coruña) se muestran desolados en el puerto de la localidad. (LALO R. VILLAR)LALO R. VILLARDos pescadores, Suso Lista y Juan José González, muestran el estado de los percebes de O Roncudo, la zona donde se extraían los mejores ejemplares de este marisco de Galicia. "Ya no abren la uña, están medio muertos", se lamentan al pensar lo que hubieran podido cobrar por ellos. La Xunta compensará a los mariscadores con 30 euros diarios.LALO R. VILLARDos voluntarias realizan tareas de limpieza en la playa de Nemiña, en A Coruña.LUIS MAGÁNEl Rey, en al playa de O Coído, una de las más contaminadas del municipio de Muxía.LUIS MAGÁNMiles de ciudadanos colapsaron las calles del centro histórico de Santiago de Compostela a pesar de la intensa lluvia.LUIS MAGÁNEl puerto de Aguiño es uno de los centros de operaciones para los marineros que luchan contra la marea negra. En la imagen, uno de ellos descansa tras recoger del mar toneladas de engrudo y almacenarlas en los contenedores de los que que se disponen.LUIS MAGÁNEl viento y las corrientes marinas han confirmado el peor de los escenarios posibles para el litoral gallego. La ría de Vigo y la reserva natural de las islas Cíes se han teñido de chapapote en las últimas horas. A los pescadores del último territorio salvaje de Galicia nos le ha quedado más remedio que echarse a la mar y luchar con los pocos medios que tenían. En la imagen, Cangas del Morrazo.Luis MagánUn grupo de mariscadores de las Rías Bajas se disponen a colocar barreras para frenar el fuel. La imagen, aunque igual en muchas costas gallegas, corresponde a O Grove, en Pontevedra. Allí, los barcos mejilloneros han cercado una mancha de 1.000 metros cuadrados y la han logrado reducir a 100 con medios facilitados por las cofradías de pescadores y los hosteleros.Luis MagánLos voluntarios continuaron ayer la batalla a brazo partido contra el fuel. En la fotografía, dos de ellos vuelcan en un contenedor el combustible del Prestige recogido en las islas Cíes (Vigo).RICARDO GUTIERREZ
