Las novedades del curso: plan de refuerzo en matemáticas y lectura, Selectividad y reforma del profesorado
El Gobierno pone en marcha su programa para mejorar las competencias básicas con una partida limitada de 95 millones a la espera de multiplicarla si logra los Presupuestos
Las principales novedades del nuevo curso, que empieza oficialmente este lunes, serán el plan de refuerzo en matemáticas y lectura diseñado por el Gobierno para intentar paliar la bajada en el rendimiento escolar constatada, entre otras pruebas, por el Informe PISA ―la evaluación internacional que organiza cada tres años la OCDE, en cuya última edición, publicada en diciembre, España obtuvo 13 puntos menos en matemáticas y 22 en lectura que en el año 2015―; la nueva Selectividad, que estrenarán en junio los chavales que comenzarán ahora segundo de Bachillerato, y, si se cumple la previsión del Ministerio de Educación, el inicio de la renovación del marco del profesorado.
El plan de refuerzo de matemáticas y lectura debía arrancar con una partida de 500 millones de euros, según anunció el presidente Pedro Sánchez a principios de año. La imposibilidad de aprobar los presupuestos generales del Estado ―se prorrogaron los de 2023― frustró, sin embargo, dicho objetivo, y el programa comenzará de forma más modesta, con 95 millones de euros (64,8 millones para la mejora de las matemáticas, y 30 para el plan de lectura), procedentes del remanente sin ejecutar del departamento. El ministerio confía en multiplicar dichos fondos, superando incluso el importe inicialmente anunciado, una vez se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Pero para ello tienen que aprobarse, algo que no está claro por la frágil mayoría parlamentaria del Ejecutivo. Los planes de refuerzo echarán a andar, en cualquier caso, este mes. El de comprensión lectora abarcará el último curso de infantil, primaria, ESO y FP Básica, y el de matemáticas, de tercero de primaria a la ESO y la FP Básica.
El refuerzo está dirigido a centros públicos y concertados (quedan excluidos los colegios privados puros). Pero como el criterio de asignación es el porcentaje de alumnado con dificultades en la materia (medido a través de las evaluaciones censales que han hecho las comunidades autónomas), el programa se concentrará fundamentalmente en la red escolar pública, que acoge a la mayoría de estudiantes vulnerables, e incluirá cuatro ejes: reducción del número de estudiantes por profesor (por ejemplo, con desdobles en las horas de matemáticas); clases de refuerzo por las tardes; inyección de recursos adicionales a los centros para que los destinen a lo que consideren más útil para mejorar el rendimiento, y formación en conocimientos y metodología del profesorado.
La nueva Prueba de Acceso a la Universidad llegará en junio con varios cambios. Las preguntas tendrán un diseño más competencial y aplicado, deberán estar basadas en supuestos reales, y en cada ejercicio solo un 30% de ellas podrán ser de respuesta cerrada (por ejemplo, tipo test). Las faltas de ortografía restarán, al menos, un 10% de la nota en los ejercicios que impliquen la redacción de textos. Los estudiantes podrán usar, en principio, diccionarios, formularios matemáticos y calculadoras, si bien la última palabra al respecto la tendrá la comisión organizadora de cada prueba. Y, aunque los exámenes permitirán elegir preguntas, se diseñarán de forma que resulte necesario estudiar todo el temario.
Educación también prevé abordar la esperada reforma de la profesión docente, cuyo primer documento presentó en enero de 2022. Una actualización que se prevé ambiciosa, al menos por la cantidad de elementos que aspira a tocar: el modo en que se forman en la universidad los futuros docentes, el diseño y los temarios de las oposiciones, así como la definición de su carrera profesional.
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