El momento de la energía solar

El autoabastecimiento fotovoltaico florece. La potencia instalada en los tejados españoles se duplicó en 2021, pasando de 527 MW a 1203 MW, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Las crisis energética –en marzo el megavatio hora (MWh) costaba 550 euros, estimaba el Operador del Mercado Ibérico de la Energía, diez veces más que un año antes–, la acuciante necesidad de atajar el cambio climático –que pasa por reducir la dependencia de los combustibles fósiles– y la continua mejora tecnológica de las placas solares son los factores que explican su auge.

A su expansión se suma hoy el empuje de los fondos europeos Next Generation EU, que impulsan la transición energética hacia una economía descarbonizada y contemplan 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones de euros, en ayudas para los particulares y empresas que quieran aplicar este abastecimiento limpio. José Donoso, presidente de UNEF, afirma que las ayudas apuntalarán el despegue de esta alternativa: “El efecto demostración es importantísimo. Si tú ves que tu vecino lo tiene y le funciona, tú también lo querrás. Es la forma de romper las inercias”. En España, uno de los países con más horas de sol de Europa, estos fondos sostendrán más de 300.000 nuevos proyectos, prevé UNEF.

Ahorros en la factura

En esencia, un panel fotovoltaico absorbe los rayos de sol y los convierte en corriente eléctrica. Íñigo Amoribieta, director gerente de la empresa instaladora Otovo para España, Portugal, Reino Unido e Irlanda, describe una instalación tipo: “Para una vivienda unifamiliar con un consumo de unos 6.000 KW/h al año, necesitaríamos unos diez módulos fotovoltaicos que generarían un pico de cuatro MW y ocuparían un espacio de unos 20 metros cuadrados”. Su precio, añade Amoribieta, estaría en torno a los 5.000-6.000 euros. Si se complementa con una batería, que posibilita el almacenamiento de la energía para su posterior uso, el importe de la adquisición casi se duplica.

Siguiendo con este ejemplo, los ahorros estimados en el consumo y, en consecuencia, en la factura energética, pueden oscilar entre el 30%-50% para una instalación simple, y hasta el 80% si se añade la mencionada batería. “Lo ideal es solicitar un presupuesto a una empresa instaladora que, en base a cuestiones técnicas como el espacio disponible, la orientación de la instalación y el perfil de consumo de la vivienda, elabore una propuesta de proyecto que incluirá una potencia instalada, un porcentaje de autoconsumo y la modalidad que se recomienda para aprovechar los excedentes”, explica José Donoso.

Ese aprovechamiento de los excedentes que cita Donoso es otra fuente de ahorro. Juli Paya, director comercial de la empresa instaladora Engel Solar, detalla que este sistema permite volcar a la red eléctrica la energía sobrante, la producida de más, y recibir luego una remuneración por lo que el consumidor paga a las distribuidoras cuando sus placas están inactivas y necesita recurrir a la red convencional. “Es decir, además de gastar menos, se produce una compensación que se deducirá cada mes de la factura de la luz y que podría suponer un ahorro adicional de hasta el 30%”. Y puntualiza: “Hay que tener en cuenta que el precio de los excedentes no puede superar el precio de la energía que consumimos. Como máximo se podrá compensar la energía producida con la consumida y el balance podría quedar en cero”.

Subvenciones de hasta un 50% en la instalación

Además de los ahorros en la factura propios de la fotovoltaica, las ayudas Next Generation EU subvencionan una buena parte del importe de la instalación. José Donoso, de UNEF, detalla que la cuantía depende del programa que se solicite, pero esboza un caso general: “En una instalación residencial de menos de 10 kWp (kilovatio de pico, la potencia máxima que genera un panel solar) sin pila de almacenamiento la ayuda alcanzaría los 600 EUR/kWp. Si la instalación se sitúa en un municipio de menos de 5.000 habitantes, a los 600 EUR/kWp se le incluirá una ayuda adicional de 55 EUR/kWp”.

Retomando el ejemplo inicial, el de una vivienda unifamiliar con diez módulos fotovoltaicos, un pico de generación de cuatro MW y un coste de unos 5.000-6.000 euros, la subvención ascendería a los 2.400 euros.

Existen también otras ayudas complementarias a estas subvenciones europeas. Una de ellas es la deducción en el IRPF. “Si se solicita en la declaración de la renta se puede recuperar hasta un 20% de la inversión en la instalación fotovoltaica. Para ello, hay que ser el dueño del inmueble y acreditar que el proyecto lo ha ejecutado una empresa especializada y autorizada”, amplía Paya. Otros gravámenes en los que se puede optar a reducción son el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Y ciertas comunidades autónomas, además, ofrecen ayudas propias para proyectos de autoconsumo solar.

Alta demanda, tramitación y financiación

José Donoso, de UNEF, advierte de que en algunos puntos del país las solicitudes han cuadruplicado el presupuesto existente: “Lo importante es que se adjudiquen los proyectos para que no se produzca un freno de la industria”. “Y hay que tener en cuenta que se trata de ayudas limitadas que se otorgan en orden de presentación de las solicitudes, por lo que en estos momentos no se puede garantizar que el 100% de los solicitantes se puedan beneficiar de este paquete. La demanda de instalaciones solares es muy elevada y los fondos limitados”, continúa Juli Paya.

Para agilizar lo máximo posible el proceso y la resolución de proyectos, las empresas instaladoras, como Engel Solar u Otovo, ejercen además de facilitadores que guían y ayudan al consumidor en la solicitud de las subvenciones. Son habituales los modelos llave en mano, en los que el instalador asume los trámites burocráticos de la planta fotovoltaica, incluida su legalización y registro, y la entrega lista para su uso.

Estos servicios se combinan con otros de carácter financiero. Carmen Urraca, directora de Fondos Europeos de Banco Sabadell, afirma que el coste de la energía es un asunto de máximo interés y actualidad: “Por eso el autoconsumo es una gran oportunidad para los ciudadanos”. La entidad ofrece soluciones de financiación personalizadas para estos proyectos fotovoltaicos. “El objetivo es acompañar de principio a fin al cliente”, añade. La entidad dispone de una red de oficinas territoriales y gestores para dar información y resolver dudas acerca de los fondos europeos Next Generation EU.