Los planes de pensiones de empleo buscan el protagonismo en el futuro de la jubilación
Los planes privados impulsados por las empresas para sus trabajadores han sufrido un impacto transformador a raíz de la Ley 12/2022, un cambio de normativa no exento de desafíos, pero que también aporta ventajas para pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos
La situación actual de los planes de pensiones de empleo (PPE) en España refleja un escenario mixto. Y es que, a pesar de su potencial como complemento a las pensiones públicas de jubilación, apenas el 10% de la población activa (unos dos millones de trabajadores) cuenta con uno de estos productos. Como señala Rosa María Moya, directora de Previsión Empresarial de Banco Sabadell, “la gran mayoría de los fondos de empleo están promovidos por las grandes empresas, mientras que las pymes carecen, en general, de participación en este tipo de vehículos financieros”. Este panorama es lo que ha pretendido cambiar la Administración pública con la nueva Ley 12/2022, que ha entrado en vigor este año, que ha abierto los PPE a los trabajadores autónomos y los ha convertido en un producto más atractivo.
Los PPE son unos instrumentos que permiten que los trabajadores complementen su pensión pública de jubilación con ahorro privado. Las aportaciones a estos planes las realizan las propias compañías a nombre de sus empleados, pero estos también pueden hacer contribuciones voluntarias. Con todas las aportaciones se crea un fondo que podrán rescatar cuando se jubilen o antes en alguno de estos supuestos: invalidez, dependencia, paro de larga duración, fallecimiento o, a partir de 2025, cuando el plan haya superado los 10 años desde que se constituyó.
Gracias a los cambios en la ley, los PPE ofrecen ciertas ventajas frente a los planes de pensiones individuales (PPI): “Tienen menores comisiones de gestión y depósito y proporcionan una supervisión más rigurosa por parte de las entidades promotoras, lo que brinda una mayor confianza”, explica Moya, que participará en el webinar Situación internacional y perspectivas de mercados financieros para planes de pensiones de empleo, organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell. Los beneficios fiscales también suponen un cambio importante que multiplica su atractivo: “La ventaja más clara que tienen los PPE es la posibilidad de que sus partícipes puedan aportar y desgravarse un importe muy superior al que se les permite en los PPI”, añade esta experta.
Apúntese al ‘webinar’
Situación internacional y perspectivas de mercados financieros para planes de pensiones de empleo, con Rosa Mª Moya Martínez, directora de Previsión Empresarial de Banco Sabadell; Jorge Bentué Arantegui, director Investment Client Services, Bansabadell Pensiones y BanSabadell Vida; Valentin Arroyo, director de Desarrollo de Negocio de Seguros y Pensiones, SabAM grupo Amundi y Josep Sentis, director de Inversiones Multi-Asset SabAM grupo Amundi. Organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell. Cuándo: 12 de diciembre, a las 13.00.
Cambios normativos
La conveniencia de los planes para pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos es uno de los cambios generados por la nueva ley. Y es que, entre los aspectos más destacados que recoge esta normativa se encuentran dos líneas de acción fundamentales: la creación de los planes de pensiones de empleo simplificados (PPES), enfocados a los trabajadores por cuenta propia y los fondos de pensiones de empleo de promoción pública abiertos (FPEPP).
Los PPES pueden ser promovidos por diversas entidades, como asociaciones profesionales y colegios, entre otros colectivos, y están pensados para que sean accesibles para empleados de pymes, autónomos e incluso trabajadores cuya actividad se ajuste a acuerdos sectoriales. Otra característica distintiva es que la decisión de contribuir o no y la cantidad a destinar son exclusivas del trabajador, a diferencia de los planes de empleo tradicionales.
Esta nueva ley también comprende la creación de los FPEPP. Pese a su nombre, estos fondos de pensiones son privados, pero están impulsados por el Estado. Su objetivo es fomentar los PPE y los PPES. Los FPEPP aportarán ciertas ventajas para los planes de pensiones que se adhieran a ellos, ya sean simplificados o no. En concreto, unas comisiones inferiores (entre el 0,1% y el 0,25% anual) que las de los PPI, así como el acceso a ciertas categorías de activos de inversión más sofisticadas.
Mayores ventajas fiscales
Tanto los PPES como los FPEPP buscan simplificar la creación y la gestión de los planes, como afirma Moya, “facilitando así su implementación y gestión para un mayor número de empresas y trabajadores, especialmente para las pymes y autónomos”. Así, una de las ventajas más destacadas en el caso de las pymes es la posibilidad de desgravarse hasta el 10% del importe del Impuesto sobre Sociedades.
En cuanto a las ventajas fiscales, en el caso de los PPES, los autónomos pueden hacerlo hasta los 5.750 euros (4.250 euros del PPES más 1.500 euros en caso de tener también un PPI). Además, los PPE permiten deducirse de la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) las aportaciones hasta 10.000 euros (suma formada por los 8.500 euros del PPE y los 1.500 euros del PPI). Ambas cantidades son claramente superiores a la que puede desgravarse de un PPI, en caso de tenerlo, que está limitada a esos 1.500 euros.
Sin embargo, estas ventajas fiscales no han contribuido por ahora al desarrollo de los planes de pensiones. “Continúan predominando las inversiones cortoplacistas”, señala Pablo Larraga, director del Máster en Finanzas del Instituto de Estudios Financieros (IEF). “Pero para pensar en objetivos como la jubilación, a años vista, es imprescindible efectuar inversiones a muy largo plazo. Sin olvidar algo tan importante como la renta variable y los activos líquidos que, en definitiva, nos van a evitar el efecto perjudicial de la inflación y la tributación”.
Menos comisiones, más rentabilidad
Ahora bien, las ventajas de los PPE van más allá de la fiscalidad. De hecho, Moya destaca que estos planes representan productos financieros que, por su propia naturaleza, poseen “menores comisiones de gestión y depósito en comparación con otros instrumentos de ahorro individuales. Lo que contribuye a que los PPE puedan alcanzar una mayor rentabilidad que los PPI con el mismo criterio de inversión”.
Además, que la nueva Ley 12/2022 permita que entidades como asociaciones, patronales, consejos generales, colegios profesionales... sean promotores de estos planes añade un nivel adicional de confianza y seguridad para los participantes ya que, señala Moya “estas organizaciones velan por los intereses de sus beneficiarios, ejerciendo un control y supervisión sobre la gestión de los planes que garantizan un plus de tranquilidad”.
En cualquier caso, a la hora de contratar un plan de pensiones resultará de utilidad contar con el asesoramiento profesional de un experto, como el gestor del banco, para definir la estrategia a largo plazo según las metas vitales de cada persona.
Modelos de inversión y ciclo de vida
Actualmente, los modelos de PPE se distinguen principalmente por la elección del perfil inversor y la decisión sobre estrategias que toma su comisión de control; esto es, un grupo formado por representantes de la compañía y de los trabajadores (o ahora, del colegio y colegiados, patronal y asociados, entre otros) que se encarga de la gestión y supervisión del plan.
Según destaca Moya, el próximo año se vislumbra un cambio significativo “debido a la nueva normativa, que otorgará a los participantes la posibilidad de elegir entre trayectorias más conservadoras o más agresivas para los PPE que estén basados en una metodología denominada ciclo de vida”. Jorge Bentué, director de servicios de inversión de clientes de Bansabadell Pensiones y BanSabadell Vida, que también participará en el webinar, indica que este método se basa en diferenciar el perfil inversor de acuerdo con la edad de los participantes. Una estrategia que se traduce en el hecho de que las personas cercanas a la jubilación tienden a adoptar opciones de inversión más conservadoras para consolidar su ahorro, puesto que, de manera general, ya no les interesan los grandes riesgos, mientras que los participantes más jóvenes pueden optar por una exposición al riesgo más alta en busca de una mayor rentabilidad a largo plazo. Las decisiones sobre el riesgo, en tal caso, no las toma el titular en cada momento, sino que previamente se acuerda con la entidad gestora su progresiva reducción.
En palabras de Bentué, “esta estrategia es una oportunidad atractiva de cara a la jubilación para aquellos que buscan una gestión dinámica de sus ahorros a lo largo de su vida laboral, ya que aprovecha la incorporación de diferentes tipos de activos para adaptarse a sus necesidades y objetivos específicos”. Estos planes permitirán a los propios beneficiarios tomar decisiones más personalizadas y capacidad de adaptación a sus propias circunstancias y objetivos de inversión, rompiendo con el esquema tradicional de un enfoque uniforme para todos los partícipes. Aunque de manera limitada, puesto que, en todos los casos es la comisión la que decide en qué instrumentos invierte el fondo. La libertad del beneficiario radica en que puede optar entre los que tiene a su disposición dentro de las opciones que decide la comisión.
Como herramienta de inversión, el interés por los PPE se verá afectado no solo porque resulten más favorables gracias a los cambios normativos, sino que hay que tener muy en cuenta el escenario económico. Y los expertos esperan que el próximo año se produzcan cambios significativos que impactarán en la gestión y el rendimiento de los PPE.
El atractivo de los PPE en 2024
En este sentido, Josep Sentis, director de Inversiones Multi-Asset de SabAM grupo Amundi, que también participará en el webinar, adelanta que es muy probable que, en 2024, se inicie un ciclo de bajada de los tipos de interés, lo que tendrá una influencia directa en los activos de renta fija. De manera que los planes basados en los fondos de pensiones que apuesten por este tipo de renta tendrán más posibilidades de mejorar su rendimiento.
La previsión de este experto es que la crisis de Oriente Medio siga contenida, “con unas perspectivas económicas mundiales más débiles, resultado principalmente de la ralentización de los mercados desarrollados. Estados Unidos (EE UU) entrará en recesión en el primer semestre, mientras que el crecimiento de la zona euro debería de seguir siendo ligeramente positivo. En este contexto, la renta fija es el activo estrella”.
Una situación que corrobora Valentín Arroyo, director de Desarrollo de Negocio de Seguros y Pensiones de SabAM grupo Amundi, que también participará en el webinar: ”La caída de la inflación que ha conseguido la subida de los tipos de interés y el cambio de políticas monetarias previstas por el Banco Central Europeo (BCE) se perfilan como factores clave. Así, esperamos una pausa en las subidas de tipos y la posibilidad de una eventual bajada en junio, a medida que la inflación se estabilice cerca del objetivo del BCE”.
Pese a esto, concluye Arroyo, “las ventajas fiscales han sido y siguen siendo un elemento fundamental para la contratación de los fondos de pensiones, e históricamente se aprecia una relación directa entre la cuantía de las mismas y el volumen de suscripciones a los planes. En cualquier caso, la necesidad de complementar el sistema de pensiones públicas sigue siendo el mayor atractivo de los PPE”.