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Innovación destinada a crear los materiales del futuro

Apostando por un proceso de producción basado en el reciclado, el uso de agua reutilizada y energías renovables, Cosentino introduce un nuevo estándar medioambiental en el mercado de las superficies

La compañía ha desarrollado su propia planta de gestión y valorización de residuos, y trabaja en su propia instalación fotovoltaica.
La compañía ha desarrollado su propia planta de gestión y valorización de residuos, y trabaja en su propia instalación fotovoltaica.

Mucho antes de que la emergencia climática definiera la agenda pública y la actividad de las compañías, el grupo almeriense Cosentino inició la transformación de una pequeña cantera familiar de mármol hacia una de las empresas internacionales más innovadoras y sostenibles del mundo del diseño y la arquitectura. Lo hizo de forma intuitiva: buscando métodos más ecológicos para desarrollar sus superficies decorativas, y aprovechando al máximo los recursos y las materias primas de las que disponían.

De esa actitud curiosa e innovadora surgieron materiales tecnológicamente rupturistas, como el Silestone, los granitos naturales Sensa o las superficies ultracompactas de carbono neutro Dekton. Sus tres firmas insignia. Lejos de conformarse, Cosentino ha seguido destinando sus recursos a mejorar sus estándares de calidad y reducir su huella de carbono. La tecnología HybriQ® es resultado de esa inversión hacia un futuro más sostenible. Un revolucionario material híbrido con el que no solo renueva la naturaleza y composición de Silestone, sino que establece un nuevo estándar medioambiental en el mercado, apostando por un proceso de producción basado en el uso de agua reutilizada, energía 100% renovable y nuevos materiales reciclados que reducen considerablemente la concentración de sílice cristalina.

“El silestone de siempre era perfecto en un modelo de economía lineal: tiene altas prestaciones, abundan las materias primas que lo integran y los costes son controlables. Pero sabíamos también que algún día esto tocaría a su fin. Entendíamos que había que adelantarse a los demás y que, desde nuestra posición de liderazgo, podíamos encabezar el cambio de paradigma de la industria hacia la economía circular y la sostenibilidad”, explica Antonio Urdiales, director de sostenibilidad de Grupo Cosentino.

Entendíamos que había que encabezar el cambio hacia la economía circular
Antonio Urdiales, director de sostenibilidad de Cosentino

La nueva tecnología HybriQ® es heredera de una cultura del aprovechamiento que ha determinado el porvenir de la compañía. Sus primeros coqueteos con el reciclaje se materializaron en Marmolstone a finales de los ochenta, un producto que trataba de aprovechar los desperdicios del mármol para la fabricación de tableros. El resultado no obtuvo el éxito esperado. Le faltaba consistencia y se rayaba con facilidad, pero sirvió de base para el desarrollo de Silestone. Porque tratando de poner solución a las carencias del mármol, la empresa encontraría en esta mezcla de cuarzo y sílice la clave para liderar la producción mundial de encimeras. Una categoría que se queda corta si tenemos en cuenta que la durabilidad y resistencia de sus planchas revisten construcciones tan dispares como la Torre Agbar de Barcelona, el estadio Wembley de Londres o el Hotel Burj Al Arab de Dubái.

La aplicación de HybriQ®, en un momento en el que el mundo estaba prácticamente paralizado, suponía un movimiento arriesgado: Silestone constituye el 60% de las ventas de Cosentino. Sin embargo, y gracias a esta tecnología, la compañía ha obtenido en el último año un Silestone con las mismas prestaciones técnicas y cualidades más ecológicas y saludables. Más allá de su capacidad traslúcida y los nuevos difuminados, su secreto reside en una formulación híbrida compuesta de minerales alternativos con prestaciones igual o mejores al cuarzo, mezclados con materiales sintéticos y otros de origen reciclado. Este cambio ha supuesto la reducción en un 50% de sílice cristalina, alcanzando el 90% en algunos colores.

Reutilizar sin renunciar al diseño

“Estamos superando ya el 80% a nivel de fabricación con esta tecnología, aspirando a arrancar el 2022 con prácticamente el 100% con HybriQ®. Es importante reseñar que se trata de una innovación integral, y que aplica a todos los colores y series que oferta la marca. No hemos querido dejarlo en una colección suelta o en unos colores determinados”, explica Antonio Urdiales.

Producir nuevos materiales en cuyos procesos se incluya de manera integral la cultura del aprovechamiento es una prioridad.
Producir nuevos materiales en cuyos procesos se incluya de manera integral la cultura del aprovechamiento es una prioridad.

Esta nueva generación de superficies también ha transformado radicalmente su cadena de producción, estableciendo nuevos hitos medioambientales, como el uso de un 99% de agua reutilizada –la compañía recupera diariamente 80.000 m3 de agua depurada, el equivalente a 24 piscinas olímpicas– y la energía 100% renovable procedente de su parque industrial de Cantoria. Cosentino ha conseguido así reducir considerablemente la huella de carbono –un total de 37.100 toneladas de CO2 al año–, acercándose al objetivo de descarbonización que emprendió hace tres años.

Desarrollar la tecnología HybriQ® ha supuesto más de 1.200 horas de pruebas y una inversión en I+D de 12 millones de euros. “Pero no hemos repercutido nada ni en nuestra cadena ni al cliente final”, tranquiliza el director de sostenibilidad. “Entendemos que es una apuesta nuestra, que es un movimiento corporativo. No la deben sufragar los consumidores”. De lo que sí tendrán opción sus clientes es de elegir entre las tonalidades de HybriQ+, una variante que incluye al menos un 20% de materias primas de origen reciclado, como vidrio o cristales, logrando transformar sus propios deshechos en auténticos objetos de deseo.

A través de la innovación, Cosentino ha desarrollado materiales que transforman los desechos en materia prima de calidad

Sin embargo, la compañía no se limita a la generación de materiales dentro de su apuesta por la sostenibiliad. “Uno de los hitos recientes de Cosentino fue la puesta en marcha en 2018 de nuestra propia planta de gestión y valorización de residuos”, apunta Urdiales. “Como solemos decir, Cosentino tiene ahora dos canteras: la de sus orígenes de mármol blanco de Macael, en la Sierra de los Filabres, y la que nos otorga ahora esta planta, en la que gestionamos cerca de 400.000 toneladas de residuos”, concluye.


Liderar el mercado sin moverse del sitio

Cosentino ha ganado el prestigio premio nacional de Innovación 2021, concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en la categoría Gran Empresa, gracias a un modelo de gestión que coloca el I+D+I en el centro de sus operaciones y los distancia del resto de competidores. La compañía, creada en los años cuarenta por la familia Martínez-Cosentino, ha llevado aquellas canteras de mármol de Macael al liderazgo de la producción y distribución mundial de superficies para el diseño y la arquitectura. Aunque el mercado exterior supone el 90% de su volumen de negocio, el vínculo con sus raíces sigue vertebrando sus decisiones empresariales. 

La compañía está desarrollando un plan para ampliar su parque industrial de Almería, donde planea construir a principios de 2022 la mayor instalación fotovolcaica de autoconsumo de España. Según las previsiones, las 37.000 placas solares que componen el proyecto les proporcionarán un 25% de su consumo eléctrico. Esta iniciativa se encuadra dentro de la estrategia global de descarbonización de la compañía. Cosentino lleva tres años calculando y verificando su huella de carbono, desarrollando distintos planes de actuación para reducirlas, como la creación en 2020 del Departamento de Sostenibilidad o la inversión en nuevas tecnologías, como su premiado HybriQ®.