La revolución del coche llegará dentro de 10 años
El desarrollo del automóvil eléctrico, del autónomo y del conectado a través del 5G van de la mano. En 2030, los tres modelos serán una realidad de mercado e impulsarán un cambio profundo del transporte y la conectividad urbana
El primer coche conectado por 5G saldrá este año. Los eléctricos ya circulan por la ciudad. Y los autónomos esperan un marco legal que ampare su desarrollo y comercialización y la digitalización de las carreteras. Estos tres modelos de vehículo se abrazarán en 2030, estima José Francisco Monserrat, catedrático de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia, año en el que alcanzarán la madurez tecnológica y comercial, un hecho que impulsará una profunda revolución en el transporte y la conectividad.
Esta convergencia de autonomía, electrificación y autonomía también influirá en el consumo energético, que en general caerá. En los eléctricos, por la naturaleza de la propulsión, la disminución del consumo es ya obvia. Los autónomos, por su parte, requerirán más energía para pensar; pero lo compensarán con mejores procesos de encendido-apagado y con mayores tiempos de circulación.
La expansión de la conectividad por toda la red viaria es la clave para lograr carreteras conectadas al vehículo, una nueva realidad que permitirá al conductor conocer las mejores rutas, los puntos de congestión o los carriles cortados, optimizando así en tiempo y gasto los desplazamientos. “La Unión Europea estudia qué inversión es necesaria para digitalizar nuestras carreteras y que el 5G tenga un impacto real sobre el transporte”, detalla el experto. Añade que, en ese sentido, España tiene una red de carreteras privilegiada, “cableada y con zanjas y canalizaciones de luz en las que ya se tira fibra óptica que conecta ciudades o municipios”.
El autónomo revolucionará la seguridad vial. Explica Monserrat que la nueva conectividad logrará dos cosas: que el nivel de control de los coches colabore y se superponga, en ocasiones, a las decisiones humanas; y que todos los coches, y con ello los conductores, estén conectados entre sí gracias al 5G. “La conectividad no nos va a sustituir, nos va a apoyar para lograr el objetivo de cero muertes en las carreteras”, afirma el catedrático.
A corto plazo, el coche autónomo facilitará, principalmente, el transporte de mercancias. En EE UU ya funciona este tipo de servicios con camiones de UPS. “Aquí es donde más utilidad tendrá el autónomo”, refuerza Monserrat. Y más tarde influirá también en el transporte por carretera de larga distancia.
En el vídeo que encabeza este artículo, elaborado por el Observatorio Vodafone de la Empresa, Monserrat explica todos los detalles de la llegada del coche conectado por 5G y de su convivencia con el vehículo eléctrico y autónomo.